ESTADO DE MÉXICO.- La alcaldesa de Tecámac, Mariela Gutiérrez, protagonizó un momento polémico en la visita que realizó el presidente Andrés Manuel López Obrador a su municipio, pues dentro de la celebración que se registró en el lugar la funcionaria besó la mano del mandatario mexicano.
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El presidente López Obrador asistió a Tecámac para supervisar los programas del Bienestar en el Estado de México, ahí también se dio cita la gobernadora mexiquense, Delfina Gómez, según datos que dio a conocer El Universal.
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Apenas arrancaba el evento en el Parque Ecológico y Deportivo “Sierra Hermosa”, cuando el mandatario mexicano alzó las manos a la gobernadora y a la presidenta municipal ante el júbilo de los asistentes al evento.
Al terminar esta postal es cuando la alcaldesa de Tecámac, Mariela Gutiérrez, aprovechó para besar la mano del presidente, como puede verse en videos que circulan por las redes sociales.
“¡Presidente! ¡Presidente! ¡Presidente!” y “es un honor estar con Obrador”, fueron las arengas con las que López Obrador fue recibido en tierra mexiquense.
En el acto, el presidente también fue acompañado por su gabinete del Bienestar, el cual es encabezado por la secretaria Ariadna Montiel. Estos funcionarios se encargan de dirigir y operar los diversos programas sociales de la Cuarta Transformación.
Mariela Gutiérrez tachó de clasistas a quienes criticaron el beso que le dio en la mano a AMLO
En respuesta a las críticas, la alcaldesa de Tecámac explicó en un video que el beso que le dio en la mano al presidente Andrés Manuel López Obrador fue un gesto de respeto hacia él. Además, calificó de clasistas a quienes criticaron su acto de agradecimiento.
“Es un acto que hacemos nosotros, los de nuestra generación, que no lo vemos mal y que muchos no deberían verlo así. Sin embargo, pues sólo muestran una más de sus facetas clasistas, en donde quieren desvirtuar un acto de agradecimiento con un acto de fascismo, de culto a una personalidad. No, no, no tiene nada que ver con eso, y si me preguntan, ¿si lo volvería a hacer? Sí. Lo volvería a hacer porque el señor presidente es una persona a quien yo respeto y quiero mucho”, señaló.
Contexto
“La primera vez que fui a la mañanera, vi a Andrés Manuel López Obrador de una manera distinta. No era aquel que conocí en 1995, en Villahermosa, platicando sobre el futuro del movimiento social que ya encabezaba. Tampoco era el hombre que tomaba pozos petroleros ni el candidato en permanente campaña. El centro del Salón de Tesorería, un magno espacio construido para la realeza española del siglo XVI, me di cuenta de que no hablaba como presidente, político o siquiera líder social, sino como un pastor espiritual que se dirige a su grey”.
Así describe el periodista con 3 décadas de experiencia como reportero político a López Obrador en su libro El pastor de masas. AMLO: una religión populista, en la que de antemano precisa que no se trata de un texto contra el presidente López Obrador, sino que describe a un personaje público. Pepe Gil, como se le conoce en el gremio, tiene ya varios títulos de políticos y su proclividad a lo esotérico, a la brujería.
Para José Gil Olmos “lo tenemos ahí a la vista: cómo ha usado la religión, como candidato cita constantemente la Biblia, hace referencias directas a Jesucristo. Su partido se llama Morena. Y no es casual que se llame Morena. Él mismo ha dicho que es un seguidor de Jesús cada vez que lo necesita, y creo que cada vez que sobre todo necesita reafirmar su mensaje. Primero como un líder político, como líder social y después como gobernante, pues hace esas referencias bíblicas como ningún otro presidente lo ha hecho. Ese día que fui a la mañanera el ambiente previo a la conferencia era muy similar al de una misa”.