SAN MATEO ATENCO

Arte miniatura, una esperanza en San Mateo Atenco

Desde hace casi 20 años, Esteban se ha dedicado a las artesanías en miniatura, mismas que vende en los valles del Parque Nacional de La Marquesa o en ferias artesanales

Esteban es de los pocos artesanos que se dedican a las miniaturas en el Estado de México
San Mateo Atenco.Esteban es de los pocos artesanos que se dedican a las miniaturas en el Estado de MéxicoCréditos: Fernanda García
Escrito en METRÓPOLI el

Mientras acomoda una a una sus piezas, Estaban Carlos Valles Ramírez, analiza su trayectoria como artesano. Originario del barrio de Guadalupe, en el municipio de San Mateo Atenco, su pasión son el arte en miniatura, las aves y los elementos naturales de su zona.

Vecino de las lagunas de San Mateo, Esteban Carlos aprendió a apreciar la naturaleza y el impacto de las pequeñas cosas: una raíz, el tule, una cebolla.

“Trabajo las figuras vegetales como lo es el tule, la cebolla y lo que se me presente, por decir, puedo hacer algunas figuras con madera, con pastas. Empecé realizando aves miniaturas porque bueno, anteriormente toda la gente tenía sus jaulas con pájaros, aves que estaban trinando, cantando y yo las veía y decía ‘pobres, yo creo que cantan de dolor, no sé’, la verdad me daba mucha tristeza”.

Para poder capturar la belleza de los plumajes y la gracia con la que llenan de colores el cielo y los árboles en los que reposan, decidió hacer aves miniatura.

En su familia, en su barrio, la carpintería y las sillas tejidas de tule son una tradición, por lo que Esteban Carlos decidió apropiarse de los conocimientos que su entorno le proporcionó y poner en alto el talento de su familia.

“Dije ‘me gustan las aves, sí me gustaría tenerlas en la mano, y dije bueno, vamos a intentar hacer un ave miniatura”.

Desde hace casi 20 años, Esteban se ha dedicado a las artesanías en miniatura, mismas que vende en los valles del Parque Nacional de La Marquesa o en ferias artesanales, cada pieza, cada ave, en 50 pesos. Así sostiene a sus hijas, a su esposa.

La inspiración para las piezas miniaturas

Hace un año, Esteban Carlos decidió dar un salto y dejar que las aves fueran sólo una pieza más en su imaginario, pues ahora, su barrio, el de Guadalupe en San Mateo Atenco, es su más grande inspiración.

Crea paisajes o recrea personajes, lo mismo un vendedor de sillas que Pablo Picasso y a Vincent Van Gogh con sus respectivos estudios.

Una frase del escritor francés Gustave Flaubert reza que “Dios está en los detalles” y para este artesano atenquense, así es. Aunque las cabezas de sus réplicas de personas no miden más de tres milímetros, los rasgos que las caracterizan están presentes, algunas con pómulos prominentes, otras con narices respingadas.

Una de sus piezas premiadas por el gobierno estatal fue la del Vendedor de Sillas, en la que un cuadro común de su lugar de origen se convirtió en una figura de tule que busca hacer justicia social al retratar su cotidianidad.

“Aquí normalmente en el barrio de Guadalupe hay mucho artesano que se dedica a realizar sillas de madera reciclada y tejidas con tule, el asiento lo tejen con tule y a mí me fascina ver su trabajo como artesanos, en primera la realización de la silla, cortarla, armarla, tejerla, pintarla y, al final, llevarla a comercializar, aquí tenemos la cultura de andar en bicicleta”.

Justamente la bicicleta también se ha convertido en un elemento recurrente en su arte porque representa a uno de los pueblos con más ciclistas en el Valle de Toluca, San Mateo Atenco.

 

Los materiales los encuentra en sus caminatas por la laguna del barrio de Guadalupe o en los cerros, las raíces y el tule son sus elementos favoritos para comenzar a crear rostros, manos, sillas.

Su oficio, además, se ha convertido en comunión con sus hijas, quienes siguen su legado de artesano minuatura.

Artesanos en el Edomex

En el Edomex, existe un padrón de 47 mil artesanos que ganan, en promedio 7 mil 300 pesos mensuales, por lo que luchan para que su trabajo sea reconocido, apreciado y pagado por lo que vale: Horas y hasta meses invertidos en una sola pieza.

Esteban es de los pocos que se dedican a las miniaturas, las cuales en la entidad se pueden encontrar de barro, lata, tule, madera, vidrio y tela.

“Lo complicado no es hacer una artesanía, porque ahora como que ya tenemos mucha habilidad, mucho tiempo de estar elaborando, o sea, el tratar de vender ¿sí? nosotros para eso realizamos este tipo de trabajo, para poder sobrevivir y que admiren el trabajo que hacemos que es algo único”.

Su taller es el comedor de su casa, le gusta escuchar a su familia platicar mientras moldea el material que se haya cruzado por su camino. No participa en la conversación y tampoco lo reconoce con palabras, pero las mujeres de su vida, son su inspiración etérea.