Acostada en una banqueta, a una cuadra del Albergue Cafemin ubicado en la colonia Vallejo de la alcaldía Gustavo A. Madero, Natalia Mercado se refugia del calor. Ella duerme provisionalmente en la casa migrante que acoge a mujeres y familias solicitantes de asilo, pero, debido a las condiciones de hacinamiento, prefiere descansar en la calle.
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Natalia y su hija abandonaron Venezuela hace un mes debido a las precarias condiciones sociales del país. Al llegar a la Ciudad de México se enteraron de Cafemin y solicitaron refugio. Ahora viven en dicho centro bajo condiciones de hacinamiento y malos tratos.
“Nosotros dormimos en una colchonetita, en el piso. La comida a veces la dan buena, a veces mala. Uno no puede hablar mucho allá adentro porque le mandan a callar la boca a uno, nos tienen muy controlados”.
Natalia pertenece a las 180 mil 349 personas extranjeras con estancia temporal en México, de acuerdo con cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación. Y, al igual que decenas de personas, está en espera de obtener una cita migratoria en Estados Unidos para poder continuar su viaje.
“Estoy esperando la cita, no me ha salido todavía. Nosotros vendemos dulces y lo que sale es para comer nomás, para sobrevivir, para una renta no alcanza”.
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En una situación similar se encuentra la señora Nancy de 42 años, quien gasta las horas afuera de Cafemin esperando obtener una cita migratoria en EU.
“Me fui de Venezuela por las condiciones que están allá, no hay trabajo, el dinero no alcanza para nada, solo hacíamos una sola comida, el desayuno. Quiero ir a Estados Unidos porque quiero estudiar, trabajar, hacer cursos de inglés”.
Para constatar las condiciones del albergue Cafemin, el equipo de La Silla Rota ingresó a las instalaciones ubicadas en la calle Florencio Constantino número 251,en la Colonia Vallejo, de la Gustavo A. Madero.
Al ingresar se vislumbra un patio con oficinas administrativas y, al fondo, una reja tras la cual se ven apiladas cientos de personas. Los encargados del lugar piden no tomar ninguna foto, ni video, pero acceden a otorgar una entrevista.
“Desde 2021 hemos observado un incremento en la necesidad de acogida de las personas migrantes que se han acercado a este espacio. Desde octubre de 2022 nosotros nos hemos mantenido a un 500% de nuestro nivel de ocupación, llevamos un año atendiendo en un espacio de destinado para 80 personas a un promedio entre 400 y 600 personas diarias”, comenta María Soledad Morales Rios, coordinadora del área de Vinculación del albergue.
Destaca que la sobrepoblación ha sido un tema que han externado en repetidas ocasiones con las autoridades de la alcaldía y del Gobierno de la Ciudad de México, pero sus peticiones no han sido atendidas.
“Sólo tenemos 80 camas, el resto de personas tienen que dormir en colchonetas en el piso, ya sea en algunos de los salones, en los pasillos o en las canchas que tenemos en nuestras instalaciones (...) El tema de la sobrepoblación hemos estado insistiendo desde hace más de un año,nosotros exigimos al gobierno de la CDMX que aperture espacios con condiciones dignas para la atención de migrantes”.
Al ser cuestionada sobre la situación de hacinamiento que ha provocado que decenas de migrantes se estacionen en calles aledañas al albergue, motivo de protesta de vecinos de la zona, María Soledad señala que a veces tienen que rechazar el refugio a solicitantes.
“Cuando hay posibilidades se les canaliza a otros albergues, se le dice mire - yo no tengo lugar, pero aquí está Tochan- cuando son varones, porque Tochán es solo de varones (...) Esto también ha provocado que nosotros acogamos a más personas de las que podríamos acoger. En otros momentos nos vemos en la necesidad de acoger a mujeres con niños por la vulnerabilidad que ellos tienen ante la inclemencia del tiempo. A veces se les dice a los varones -no tengo lugar, pero voy a acoger a tu esposa e hijos-. Fue cuando empezó a desbordarse en la banqueta de nuestra casa”.
Cafemin, comenta, estuvo diseñado para ser un espacio de mediana y larga estancia, sin embargo, debido a la crisis migratoria, ha tenido que servir como un refugio permanente.
“ Este es un espacio que se pensó de mediana y larga estancia considerando que en la Ciudad de México no era considerada parte de la ruta migratoria. Los migrantes están aquí en promedio 15 días, un mes, en el caso de las mujeres que acaban de tener a sus bebés y que evidentemente no pueden trasladarse a otros sitios”.
Samantha Hernández Cerón, responsable de la comunicación de Cafemin, comentó a La Silla Rota que, en el último mes, el área jurídica del albergue reportó 800 asesorías a personas migrantes y 67 casos de representación jurídica.
VGB