Esperar el regreso de su padre fue un acto que marcó la vida de las hermanas Salazar, el 19 de septiembre de 1985 la familia de Carlos Salazar Leal no supo más de su paradero, su hija Mónica Salazar cursaba la secundaria, tenía 14 años, es la mayor de cuatro hermanos, el día del sismo que marcó la historia del país se encontraba en el entonces Distrito Federal, en la colonia San Rafael.
Mónica Salazar y Patricia Salazar aseguran que el no tener un lugar donde ir a visitar los restos de su padre por muchos años fue motivo de tristeza, pero lo recuerdan y sienten cerca cada vez que leen las cartas que les escribió.
“Nos mandaba cartas por correo, con sellos y llegaban a casa. Mi papá llegó a escribir columnas políticas y de religión en el periódico El Universal, la carta que más me gusto era un cuento que se llamaba una niña carita de sol refiriéndose a mí, y donde escribió anécdotas”, explica Patricia.
Mónica recuerda a su padre con canciones de José José y Camilo Sesto. Patricia incluso le dio de regalo una carta a Mónica en uno de sus cumpleaños, en esa misiva su padre le expresaba su cariño y le decía que aunque no estuviera cerca de manera física siempre iba a estar con ella.
“Mi papá era muy cariñoso, nos llevaba mucho a Chapultepec, siempre quiso lo mejor para nosotras, no llevaba a clases de ballet y escuelas privadas”, recuerda Mónica. Su padre, Carlos Salazar tenía 37 años cuando desapareció, hoy tendría 75 años.
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Una de las fotos que más atesoran las hermanas Salazar es donde Carlos está rodeado de infancias, entre hijas y sobrinas y con animales de plástico que representaban a los del zoológico, “la última foto que tenemos es con mi papá en Chapultepec, fue el retrato del último paseo”, explica Patricia.
“Pensábamos que estaba en un hospital, que quizás tendría pérdida de memoria y por ello no regresaba, pero no fue así y ya no volvimos a saber de él, al ser niñas guardamos la esperanza de volverlo a ver”, señala Mónica.
Patricia Salazar tenía 8 años y se encontraba en la colonia Nueva Atzacoalco, ella recuerda que su padre se iba a trasladar de esa colonia a la zona centro de la capital del país, el destino era ir a ver su hija Mónica, pero nunca llegó.
“Mi mamá buscaba a mi papá marcando un teléfono que se habilitó para buscar desaparecidos, pero no hubo respuesta”, explica en entrevista con La Silla Rota, Mónica Salazar.
La búsqueda de Carlos Salazar
De acuerdo con cifras oficiales, en un inicio se estimó que unas 2,500 personas habían perdido la vida en el sismo, luego la estimación subió a 5 mil, para el 26 de septiembre, calculaba que había unos 1,500 más bajo los escombros, aunque realmente las cifras nunca fueron precisas.
Patricia explica que una de las hermanas de su padre decidió ir a buscarlo al que era un estadio de beisbol, donde ahora se encuentra el Parque Delta, “mi tía falleció hace unos años, pero nos contó que cuando fue a tratar de localizar a mi padre se horrorizó al ver muchos cuerpos mutilados, sin cabeza, sin brazos, era prácticamente imposible reconocer esos cuerpos”, esa visita a la morgue improvisada no tuvo éxito, hoy a 38 años siguen sin saber dónde fue el último destino de Carlos Salazar.
“Con los años la familia se hizo a la idea de que mi papá falleció en el sismo de 1985, aunque cuando recién inició el Facebook, mi tío Rubén hizo una página de esa red social para poner sus fotos y datos de mi papá, le puso su nombre; Carlos Salazar y con ella esperaba tener alguna respuesta de su paradero”, explica Patricia.
Otras cifras de la catástrofe del sismo de 1985 son las que dio la Cruz Roja Mexicana, que estimó que se superaron los diez mil fallecidos. Por su parte la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) contabilizó 26 mil y organizaciones de damnificados calcularon en 35 mil los muertos.
"Yo he hecho a lo largo de mi vida diferentes rituales, para sanar esa parte de platicar con mi padre por medio de una carta, decirle todo lo que quisiera decirle, preguntarle o agradecerle. Le he pedido perdón porque la ausencia le causa resentimiento, pero el que ya no haya regresado con nosotras fue algo ajeno a él". comparte Mónica.
"He asistido a grupos de autoayuda haciendo esas catarsis hablar de llorar y de recordarlo siempre en lo positivo, recordar la gran persona que era y que sigue siendo importante en mi vida a pesar de su ausencia, busco ser mejor persona cada día en su nombre", comparte Patricia.
Ruth Salazar tenía cinco años cuando su padre desapareció, cada año lo recuerda el 19 de septiembre y este 2023 publicó en su cuenta de X el siguiente mensaje:
"En el sismo de 1985 en la CDMX desaparecieron miles de personas, uno de ellos mi padre Carlos Salazar Leal, durante muchos años espere que regresará, hoy tengo claro que murió, pero voy a seguir subiendo su foto cada año por si alguien sabe algo de él".
Los cuatro hijos de Carlos Salazar, tres mujeres y un hombre han decidido hacer una conmemoración religiosa para recordar a su padre en el marco del 19 de septiembre o bien eligen una hora del día para dedicarle una oración o pensamiento, tras 38 años de ausencia su recuerdo vive en la memoria de la familia de Carlos.