El bosque de Chapultepec es uno de los parques más grandes del mundo, por lo que se ha vuelto icónico de la Ciudad de México, por ello cientos de turistas nacionales y extranjeros acuden a sus diferentes atracciones a pasar el rato, en total tiene cuatro secciones, en los cuales tiene zoológico, museos e incluso tendrá una feria muy próximamente.
Este gran parque guarda muchos pasajes históricos, desde la famosa Batalla de Chapultepec hasta los animales abandonados por Atlantis. El lugar parece ser una buena área para hacer un día de campo, sin embargo, también guarda secretos muy raros y extraños.
Uno de ellos es la famosa mansión de lujo que se encuentra en una de sus secciones, de la cual se guarda una historia muy macabra.
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Esta es la mansión de lujo del bosque de Chapultepec
En la tercera sección, justo colonia Lomas Altas, dentro del Bosque de Chapultepec, en la calle 199 de Cumbres de Acultzingo una mansión ha visto pasar el tiempo, son numerosos los curiosos quienes acuden a ver, a tomar fotos, pero otros más no han salido con vida.
La famosa leyenda nos remonta a “la casa de la tía Toña” la cual habla que esta mansión perteneció a una mujer de mucho dinero, ella se dedicaba a ayudar a los niños de la calle, los adoptó como si fueran suyos y les dio de comer.
Según la historia urbana cuenta que no logró tener una buena relación con ellos y se agredían mutuamente, por lo tanto, la mujer los asesinó, los arrojó a la barranca y luego se lanzó ella, la casa quedó como la única testigo de ese supuesto hecho.
Esta mansión se puede ver desde la barranca del castillo, por ello a uno que otro curioso les ha llamado la atención y se acercan a explorar, según las historias una vez fueron 23 estudiantes, pero estos se cayeron al barranco al tratar de cruzar el puente y esto le dio más popularidad a la casa.
¿Qué queda de esta construcción?
En las fotografías y medios de comunicación que han acudido de manera directa a documentar esta casa mencionan que la casona tiene cortinas desgarradas, una fachada carcomida por la humedad del bosque y un puente que conecta con la vía a punto de caerse.
Lo que más llama la atención son las antenas satelitales que sobresalen del techo de dicha casa, aunque nadie sabe si alguien vive allí o si alguien la habitó o se encuentra habitada, muchas otras personas dicen que el dueño actual murió y al no tener familia quedó en el olvido este inmueble.