HERNÁNDEZ BRINGAS

La UNAM se quedó en el siglo pasado: Hernández Bringas

La UNAM se enfrenta a limitaciones tales como: salones saturados, descuidados, con la infraestructura no atendida y poco mantenimiento. También tienes estudiantes que vienen sobre todo de una clase social no muy favorecida

El investigador del Centro Regional de Estudios Multidisciplinarios, considera que la UNAM se quedó en el siglo pasado
Héctor Hernández Bringas.El investigador del Centro Regional de Estudios Multidisciplinarios, considera que la UNAM se quedó en el siglo pasadoCréditos: Jonathan Vega | La Silla Rota
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Héctor Hernández Bringas, quien actualmente es investigador del Centro Regional de Estudios Multidisciplinarios, considera que la UNAM se quedó en el siglo pasado, y uno de sus retos es convertirla en una del siglo 21.

Así lo explica el aspirante a ser el próximo rector, al preguntarle sobre si la UNAM estaría lista para ser dirigida por una mujer.

“Sí, por supuesto y no de ahora, de hace mucho, pero yo estaría apoyando la propuesta de una rectora que quisiera hacer mejoras, que se comprometiera con un fortalecimiento real de la universidad, con el fortalecimiento de las capacidades docentes, con otorgarles o facilitarles mejores condiciones a los alumnos y a los profesores".

“Estaría totalmente de acuerdo con una mujer que planteara la posibilidad de ir generando cambios que hacen falta porque esta universidad se quedó en el siglo pasado y necesitamos pensar en una del siglo 21; en ese perfil de mujer estaría de acuerdo”, dice en entrevista con La Silla Rota.

- ¿Por qué dice que se quedó en el siglo pasado?

-Porque no hemos mejorado, no hemos cambiado muchas cosas, sobre todo la parte docente, en eso estamos bastante atrasados y no hemos generado proyectos novedosos para mejorar la docencia que imparte la Universidad -puntualiza.

El ex titular de la Coordinación de Planeación, Presupuestación y Evaluación de la UNAM dice en entrevista que conoce la parte académica y administrativa de la universidad, y esa experiencia acumulada es la que quiere poner a disposición de la comunidad universitaria.

Considera que el mayor reto en la UNAM es en el ámbito académico, rezagado en comparación con el de investigación.

“Qué bueno que la universidad sea reconocida. Eso hay que alentarlo y aplaudirlo, pero hay que ver la otra parte de la realidad, que es la de las grandes carencias y limitaciones que se tienen sobre todo en el ámbito de la docencia”, observa.

Un tema del que advierte es el del presupuesto en la universidad, que se ha reducido. Aunque se ha mantenido con respecto a la inflación, ha aumentado la matrícula.

“La universidad difícilmente podrá seguir creciendo sin dañar la calidad, con un presupuesto reducido y una demanda creciente de ingreso”.

Respecto al proceso de designación de rector por parte de la Junta de Gobierno, que algunos consideran cerrado y anquilosado, considera que sí es el adecuado. Plantea que si se hiciera mediante una votación abierta, los partidos políticos intervendrían, lo que pondría en riesgo a la UNAM.

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Consultado sobre si coincide con los dichos del presidente Andrés Manuel López Obrador, de que la UNAM se ha derechizado, opina que no es así y plantea que incluso de ahí emerge gran parte del pensamiento de la izquierda mexicana. Pero sí observa que una parte de las élites que han gobernado a la universidad estaban muy cerca de los gobiernos anteriores a la cuarta transformación.

Cree que aunque la autonomía se defiende con fiereza, no se debería descartar colaborar con el gobierno federal para atender a los sectores más necesitados.

VA POR SEGUNDA VEZ

Hernández Bringas buscará por segunda vez ser tomado en cuenta por la Junta de Gobierno para ser rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La primera vez quedó entre los 10 universitarios que cumplieron mejor los requisitos, pero entonces, hace ocho años, la Junta optó por designar a Enrique Graue, quien fue reelecto y ahora vive sus últimas semanas como rector de la UNAM.

Para este proceso, el académico fue el primero en entregar sus documentos.

- ¿Dónde nace su interés para apuntarse al proceso de designación de rector en la UNAM? ¿Cuáles son los ejes de su propuesta?

- Tengo una trayectoria de profesor de hace 37 años, he podido conocer la docencia en el bachillerato, en la licenciatura, en el postgrado. Conozco de primera mano las dificultades tanto de los profesores como de los alumnos. Sé cuáles son sus problemas, cómo viven cotidianamente, a qué dificultades se enfrentan. Es una vocación de servicio que se ha ido alimentando no solamente de mi trayectoria académica, sino de mi participación como directivo en la universidad. Puedo decir que realmente me he formado con las posibilidades de ser rector durante muchos años.

Describe parte de su trayectoria en la que fue director del Centro Regional de investigaciones multidisciplinarias en Cuernavaca que es su centro de adscripción. Recuerda que fue encargado del Consejo Universitario, luego de la larga huelga estudiantil de 1999.

“El doctor Juan Ramón de la Fuente me dio la responsabilidad de coordinar los trabajos del consejo en un momento muy difícil, muy complicado. En esa virtud fui responsable también de coordinar a la Comisión Especial para el Congreso Universitario de la Universidad, la famosa Cecu". 

“Fui responsable de coordinar los trabajos del Claustro académico para la reforma del Estatuto del Personal Académico y de todas las comisiones del Trabajo y del Pleno del Consejo Universitario. Fueron varios años de una intensa labor en donde se procuró volver a que la universidad tuviera una vida normal después de una situación muy difícil que fue el paro del 99”.

Después de eso se convirtió en el Coordinador General de Estudios de Posgrado, posteriormente secretario de Desarrollo Institucional de la UNAM y el último puesto administrativo que desempeñó fue el de coordinador de Planeación, Presupuesto y Evaluación, a cargo de la evaluación de la universidad y del manejo del presupuesto, explica Hernández Bringas.

“Conozco la parte académica, la política interna por mi trabajo en el Consejo Universitario y la financiera de la universidad. Esto me da un perfil que me permite poner a la disposición de la Junta de Gobierno mi experiencia en todos estos terrenos y puedo contribuir. Lo haría con el mejor entusiasmo y siempre convocando a la participación de la comunidad universitaria”, expone.

SITUACIÓN COMPLEJA PARA ALUMNOS Y DOCENTES

-Con esta experiencia tan valiosa en diferentes ámbitos y sobre todo en momentos críticos como el de la huelga, ¿Cuál es su diagnóstico actual de la UNAM?

-Es una situación compleja. Hay retos académicos, sobre todo en el ámbito de la docencia, porque realmente cuando hablamos de la universidad, de los ranking y que tenemos el lugar número 100 en el mundo, de acuerdo con un ranking porque son varios, está muy bien, pero si contrastamos estas evaluaciones que tienen que ver con la parte de investigación, con la realidad que viven muchos estudiantes que carecen de condiciones a veces elementales para el estudio, si contrastamos estos ranking con la situación de muchos profesores, sobre todo de asignatura o de técnicos, académicos o ayudantes de profesor, te das cuenta de que estamos hablando de realidades muy contrastantes.

- ¿Cuáles son estas limitaciones?

-Tienes salones saturados con un crecimiento de la matrícula que se ha seguido dando, pero no en las condiciones e instalaciones más adecuadas para los estudiantes. Tienes salones saturados, descuidados, con la infraestructura no atendida y poco mantenimiento. Eso por hablar de lo físico, pero también tienes estudiantes que vienen sobre todo de una clase social no muy favorecida. El 80 por ciento de ellos viven en casas con menos de cuatro salarios mínimos, eso hace que tengan grandes dificultades y lo que requieren son apoyos que no han tenido de manera suficiente. A esas condiciones me refiero.

“Por la parte de los profesores de asignatura, son los que llevan la mayor carga de la universidad y en condiciones salariales bastante desventajosas. Es un problema que hace años dije que requería una atención inmediata. En esos años era coordinador del área presupuestal y sabía que ese problema tenía solución y debía solucionarse. Pasaron ocho años, no se solucionó nada y se agravó la situación”, lamenta.

Añade que además del salario poco competitivo, está el tema de la inestabilidad laboral de algunos maestros.

“Muchos de ellos no saben si el próximo año van a tener o no trabajo, si se les va a asignar un curso. Tampoco tienen perfilada adecuadamente una carrera académica. A muchos de ellos no se les han hecho sus concursos de oposición para ascender".

“Conozco esta otra parte de la universidad que es muy exitosa, que tiene que ver con la investigación, que tiene muy adecuadas condiciones, a veces hasta de primer mundo y eso está muy bien, no digo que hay que bajar. Lo que hay que subir son las condiciones de la otra universidad”, propone.

- ¿Ahí centra su plan de trabajo para que la universidad mejore en materia de docencia y también en atención a los alumnos?

- Sí, es una parte central. Realmente mi plan de trabajo toca todos los ámbitos de las funciones sustantivas de la universidad, evidentemente toca la docencia pero también la investigación y la extensión de la cultura. Pero sí, parte central de la propuesta tiene que ver con la mejora de las condiciones de los estudiantes y con impulsar un modelo educativo distinto.

“Hoy a muchos estudiantes no les resulta atractivo el modelo que estamos usando para la docencia. Es muy receptivo, muy pasivo donde el profesor habla y los alumnos reciben, a veces ponen un PowerPoint, a veces los dejan leer y otro alumno expone, pero es un método que tiene que cambiar, tenemos que acercarnos a modelos docentes más atractivos y mucho más vinculados no solo a la actividad profesional de los jóvenes, sino a las necesidades sociales del país”.

- ¿Qué otros ejes o propuestas ofrece?

-Está la parte de la investigación que déjame decirte que todas las propuestas que haga ahorita son eso, propuestas, pero tendrán que ser consensuadas y aceptadas por la comunidad en general y por las comunidades en particular porque no se puede de otra manera, sólo con la participación de la comunidad se pueden lograr estas estas propuestas.

- ¿Si ve que hay espacio para la participación de la comunidad, que es un tema que siempre flota?

-Hay que abrir los espacios y para allá voy. Además de los temas académicos hay un tema que tiene que ver con la gobernabilidad de la universidad por el fortalecimiento académico. Todo proyecto de cualquier aspirante a rector o rectora tiene que partir de una propuesta de corte académico.

“Además la otra pata de la universidad, como la concibo actualmente, tiene que ver con las posibilidades de gobernabilidad. La universidad es muy compleja y esto se ve expresado en múltiples manifestaciones, protestas, paros de actividades que lo que han hecho al final es dañar la posibilidad de que se desarrolle con normalidad la vida académica y de que se dé una cohesión social al interior".

“Una forma de mejorar la gobernabilidad tiene que ver con procurar la equidad al interior de la universidad. ¿En dónde veo temas de inequidad? Por supuesto la de género, el tema que tiene que ver con la violencia de género hacia las mujeres, principalmente”, enfatiza.

INEQUIDAD DE GÉNERO TIENE AÑOS

- ¿Siempre ha estado ahí la inequidad de género?

-Siempre y tiene que ver con esta visibilización que se ha logrado a lo largo de los años. Como sociólogo que soy he visto el tema de las de las inequidades de género desde que era joven. El movimiento feminista tiene desde mediados del siglo pasado por decir lo menos, entonces en el ámbito académico hay una sensibilización importante respecto a la inequidad de género. Pero traducirlo de ahí, de la preocupación académica a la realidad social, ha tomado muchos años.

- ¿La UNAM ha reaccionado bien ante la violencia de género? Hay muchas quejas de que se presentan denuncias y casi no hay sanciones.

- Han reaccionado, sobre todo por las movilizaciones justo antes de la pandemia, ¿te acuerdas de las movilizaciones de las mujeres con mucha fuerza en la universidad y después en el país? Hubo reacciones y ajustes legislativos, se creó alguna instancia para la atención de las quejas y de la violencia de género, pero en la realidad lo que ha pasado es que muchas quejas o demandas o exigencias de justicia se topan con trabas burocráticas, o con actitudes machistas de quienes administran la universidad bajo la cultura patriarcal todavía.

“A ver qué pasa cuando un profesor o un trabajador es acusado de acoso, pues que no se han hecho las gestiones tampoco ante las instancias sindicales que finalmente ahí terminan protegiendo a los acosadores. Hay que trabajar mucho más con esto para que no se genere la impunidad porque aunque ha habido cambios legislativos, realmente no se ha tenido la fuerza y la contundencia para sacar estos problemas”, precisa.

EL RIESGO DE MAYOR PARTICIPACIÓN EN EL PROCESO

- ¿Es de la idea de que la Junta de Gobierno ya debería ampliar el margen de toma de opinión o incluso hacer públicas sus sesiones?

-En términos generales el esquema es adecuado porque ¿cuál es la alternativa? La de la elección abierta de un rector a través de votaciones. Eso no lo comparto de ninguna manera, porque ¿quién tiene la capacidad en este país de impulsar candidatos e impulsar procesos electorales? Los partidos políticos y lo que estaríamos haciendo es meter a la universidad en este juego, alerta.

“Eso sí quebrantaría la autonomía de la Universidad”, advierte.

- ¿Pero eso es más riesgoso incluso que las críticas presidenciales?

-Así es, porque estaríamos asegurando que un representante de un partido llegara a la universidad. Aunque el esquema (actual) es correcto, si se requiere mayor apertura de una parte de la Junta.

- ¿A qué se refiere?

-Ampliar los mecanismos de consulta a la comunidad y la transparencia, que cuando se diga el 12 de octubre, el próximo mes, que de los 20 candidatos o candidatas se eligieron a 10 o a cinco o a los que sean, que se nos diga por qué. Eso no se dice, nunca se ha dicho por qué simplemente estos 10 y los demás no.

“Ese tipo de cosas y cuando se elija a una rectora o un rector finalmente que se nos diga por qué. La experiencia que he tenido en estos años es simplemente una conferencia de prensa de la Junta de Gobierno, donde se dice que después de tantas deliberaciones, decidió por unanimidad elegir a X persona como rector, pero eso no es ninguna explicación”, critica.

VE DISPARIDAD CON LOS DEL STAFF DEL RECTOR

El aspirante a ser rector atendió a La Silla Rota no en su oficina, que está en Morelos, sino en un café de la colonia Del Valle.

- ¿Ve piso parejo en la contienda?

-Yo quisiera que hubiera piso parejo, pero sí creo que el hecho de que varios o buen número de los integrantes del staff del rector y funcionarios de la universidad estén participando en el proceso genera disparidad. Lo que planteé desde un principio es que si van a aspirar debieran renunciar al cargo por lo menos.

- ¿Pedir una licencia?

-Pedir una licencia porque es una cuestión tan simple como esta. Si soy Secretario General y voy a la FES Acatlán y pido un auditorio, me lo van a dar porque hay una relación jerárquica entre el secretario general y la autoridad local, y le van a dar un auditorio lleno. Si yo como investigador de a pie que soy, voy a Acatlán a pedir, a lo mejor ni el auditorio me prestan y además me pueden boicotear mi reunión -se queja.

“Incluso algunos directores han usado a su Consejo técnico para supuestamente decir ‘me lo están pidiendo (ser rector)’ y es un uso de un órgano colegiado bastante inadecuado. Eso nos hace ver que hay un piso no parejo.

- El presupuesto es un dolor de cabeza que siempre tiene la UNAM y otras instituciones, ¿cree que recibe el suficiente?

-El presupuesto de la UNAM se ha reducido en los últimos ocho años del doctor Graue, ha sido muy importante la reducción, pero quedémonos con la idea de que nos hemos mantenido en el nivel de la inflación. Eso implica una pérdida porque la matrícula ha crecido de manera tal que la familia crece, pero el ingreso de la familia no. En términos reales hay menos dinero para poder afrontar la responsabilidad.

“Parte de la labor más importante de un rector es lograr establecer los puentes con el Estado, con las instituciones públicas, con el Ejecutivo y el Legislativo para hacerles ver la importancia que tiene contar con un mayor presupuesto”.

ENTRE LAS ELITES UNIVERSITARIAS Y LA 4T

- ¿Percibe usted como ha dicho el presidente López Obrador que la UNAM se ha derechizado?

-Hay que tomar de lo que dice el presidente la parte buena de la crítica. De ninguna manera la UNAM se ha derechizado si la vemos como un conjunto. Mucha de la crítica, incluso de las del pensamiento de izquierda del país surge de la universidad. Hay ejemplos clarísimos, publicaciones, investigaciones cuestionando el modelo neoliberal, a los distintos gobiernos de México desde muy distintos puntos de vista.

“Lo que sí creo es que tal vez algunas de las de las élites gobernantes de la universidad pues sí se han apegado o ligado a los gobiernos de anteriores a la 4T”, percibe.

- Bueno, algunos le llaman incluso la Casta Dorada, ¿realmente si influyen en el curso de la UNAM o impide que haya más apertura y presupuestalmente?

-Como todo élite siempre va a luchar por su autoconservación. Es un tema clásico que nos enseñó Wright Mills. Las élites se reproducen, tratan de no morir y mantenerse en el poder. Lo que estamos viendo en la universidad es interesante en este proceso. Por un lado las elites universitarias que no han sido capaces de emprender transformaciones y por otro lado el empuje de personajes más ligados a la izquierda, tanto de la UNAM como de la 4T. Estamos entre esas dos alternativas.

“Para lograr un buen presupuesto tenemos que estar abiertos a nuestra relación con el Estado y contribuir también en esfuerzos conjuntos. Por qué no la Universidad independientemente de ideologías, de quién gobierne, por qué no propone instrumentar proyectos de apoyo a las poblaciones más necesitadas de México abiertamente, acompañando los intereses o los planteamientos centrales, por ejemplo de este gobierno.

“No lo hemos hecho claro y no quiere decir que nos sometamos porque no es someterse a un gobierno, es ayudar a la población. Hay que defender la autonomía, sí hay que defenderla con fiereza, pero también hay que este estar abiertos a la colaboración”, propone.

MOMENTOS DIFÍCILES: LA PANDEMIA Y LA REALIDAD POLÍTICA

- ¿Cuál es la diferencia entre este proceso 2023 y el primero en el que participó y que fue cuando Graue llegó por primera vez de 2015?

-La universidad en estos últimos ocho años vivió momentos difíciles. Vivió la pandemia que fue una cancelación de sus procesos académicos muy radicales, muy fuerte. Durante estos años surgió con muchísima fuerza el movimiento de las mujeres. Durante estos ocho años sobre todo y subrayo, la realidad política de nuestro país se transformó.

“Por supuesto que es otro momento histórico, es otra universidad y esto nos habla o nos define mejor dicho. Es un proceso muy distinto para el cambio de rector o de rectora. Entonces sí es una realidad muy distinta, estábamos hace ocho años con una universidad más cercana al Poder Federal, donde no había sobresaltos, críticas a la universidad y hoy estamos en una situación muy convulsa, en una relación difícil entre la UNAM y particularmente el Poder Ejecutivo. Sí es una realidad muy distinta que va a hacer que sea un proceso muy diferente”, reconoció.

¿En su caso qué es diferente? ¿Es una ventaja que ya se haya presentado hace ocho años?

-No sé hasta dónde sea una ventaja. Te diría de entrada que si la Junta de Gobierno me eligió entre los últimos finalistas, en esta ocasión pensaría que es lo mismo, pero no tiene por qué ser así y no sé si sea porque la Junta ha cambiado casi totalmente, son otros personajes, otras personas.

-Más mujeres.

-Más mujeres. Primera vez o creo que es primera vez que por mayor son mayoría mujeres. No creo que me genere ninguna ventaja. El ambiente va a estar complicado. Estamos en esto entre dos opuestos, los que actualmente eligen a la universidad que por supuesto van a hacer todo lo posible por permanecer dirigiéndola y por otra parte quienes puedan estar más vinculados a la izquierda

“No sé si a la 4T, pero si a la izquierda que quieren transformaciones más radicales. Lo que creo es que puedo ser una alternativa sin ningún nexo con grupos o con intereses existentes en la universidad. Es simplemente la propuesta de un académico que cree que tiene la experiencia suficiente y la capacidad para dirigir la Universidad”, concluye.

VGB