“Antes se vendía más, ahora a adaptarse, si antes nos ganábamos 50%, ahora nos ganamos un 25%, en cuanto a las ganancias”, asegura la señora Mónica Morales, mujer comerciante que cada año, junto a su familia vende productos para el festejo de la Independencia de México, afuera del tradicional Mercado de Jamaica.
La familia Morales tiene sólo del 1 al 15 de septiembre para vender los productos para la celebración de las Fiestas Patrias, ya que ese es el lapso que las autoridades de las alcaldías les dan para vender afuera del Mercado de Jamaica.
La señora Mónica y sus hermanas son la segunda generación que se dedica a la venta de banderas, disfraces, matracas, bigotes, blusas, espuma, pelucas y todo tipo de artículos tricolor; el negocio fue iniciado hace décadas por sus padres.
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“Ya somos la segunda generación, ya se fueron los papás y ahora quedamos nosotros. Antes no se ponían los puestos, se ponían unos carritos con tule para clavar las banderas y rehiletes y ahí mismo unos lazos amarrados para exhibir”.
Con el paso de los años el desempleo orilló a que mucha gente se fuera al comercio informal, aseguran los de la familia Morales, quienes ven mayor competencia este año en las ventas de sus productos.
“Ya somos más comerciantes, se fue incrementando la demanda de la gente que se quedó sin trabajo y somos más comerciantes”, dice la mujer, quien cree que si no fuera por las ceremonias escolares, la tradición de celebrar la independencia nacional se estaría perdiendo.
“Se va perdiendo la tradición, sí se vende pero más que nada las escuelas piden ya nada más el detallito, un corbatín y una camisa blanca y cuando hacen la conmemoración del 16 de septiembre antes sí pedían el traje, ya sea de indito con carrilera y su rifle o algún personaje”, dice la señora Morales.
En el local de la familia Morales hay productos como un lápiz para pintar el rostro en 10 pesos, blusas hasta trajes de charro en 800 pesos y un sombrero en 400. Pues los productores y comerciantes buscan adaptarse para todos los bolsillos.
Sin embargo, a pesar de los altibajos de las ventas de los productos patrios, la variedad ha ido creciendo con los años, por ello la familia Morales debe organizarse para las ventas de septiembre.
“Tenemos que organizarnos porque son muchos los vestuarios que se manejan actualmente antes eran nada más el caporal, el indito, el guerrillero, ahora ya se manejan los niños héroes los de adulto, los charros, se maneja más variedad”.
La familia con tradición en la venta de productos tricolor no se muestra desanimada ante las bajas de las ventas y el aumento de la competencia, por el contrario, confían en que la tradición de caracterizarse y celebrar la independencia no disminuirá.
“Pues ahora si que de poquito en poquito se va llenando el jarrito, la verdad, que ya se vende una banderita o un lápiz de tres colores. Vengan, vengan al mercado, estamos para atenderlos y tenemos un poquito de todo”.