Aproximadamente un metro y medio es lo que queda de distancia entre la puerta de la casa de don Arturo y el barranco que año con año crece por filtraciones en temporada de lluvias, y que se agrava debido a una obra inconclusa de drenaje, en San Mateo Tlaltenango, en la alcaldía Cuajimalpa.
Apenas el lunes pasado hubo otro desgajamiento en la barranca del Río Ayozapan, en donde termina la calle Lázaro Cárdenas, lugar donde un tubo de drenaje inconcluso lanza las aguas residuales al vacío.
El señor Arturo Rodríguez y su familia tienen su casa frente a la barranca. Son una de las 15 familias cuya vivienda está contabilizada como de riesgo por los desgajamientos.
"Desde 1990 dejaron este drenaje inconcluso y se empezó a desgajar y desgajar, en 1996 se metieron oficios y como quien dice, no nos hicieron caso", explica el vecino.
Al final de la calle Lázaro Cárdenas vecinos colocaron una tubería para mitigar las filtraciones de agua. Pero los gastos corrieron a cargo de los habitantes de la zona de la barranca.
"Nosotros nos cooperamos para poner este tubo, para mitigar, como un 'mejoralito', porque corre el riesgo que todo esto se caiga", asegura.
Don Arturo y su familia llevan viviendo a la orilla de la barranca cerca de 45 años, pero conforme pasa el tiempo teme más por la vida de sus 9 familiares y por su patrimonio de una vida de trabajo.
"Aquí se dijo que hay un riesgo para 15 casas, entre esas la mía, y como es ejido no pensábamos que iba pasar esto, la barranca estaba mucho más allá, haga de cuenta que de aquí donde está actualmente, estaba a unos 15 o 20 metros más para allá", recuerda el vecino de Tlaltenango.
Actualmente los vecinos de la calle Lázaro Cárdenas se han organizado para que autoridades de la alcaldía Cuajimalpa y de la Ciudad de México realicen obras que mitiguen el crecimiento de la barranca.
"Yo como padre y abuelo tengo el temor de que algo vaya a pasar, más que nada que vaya a colapsar y vaya pasando uno de mis hijos o nietos o alguien más, de otra familia", dice el vecino.
En el lugar se observa una malla ciclónica para evitar que los habitantes de casas más abajo pudieran caer al vacío en su paso diario. Apesar de que los vecinos ya tienen mesas de diálogo con autoridades, piden se dé celeridad a los trabajos ante una temporada de lluvias que aún no termina.
"A reserva de que las autoridades no hacen caso entonces ya haríamos otras acciones", dice el vecino afectado.
MRV