Rosa "N", madre de Ángel, un estudiante de primaria con Parálisis Cerebral Infantil (PCI), ha denunciado diversos abusos y negligencias por parte de sus compañeros de escuela, así como de las autoridades educativas que no han intervenido para frenarlos. Ángel ha sufrido afectaciones físicas y psicológicas, empeorando su salud debido a las negligencias de los propios docentes.
Desde su llegada a la escuela, Ángel ha sido víctima de bullying, y a pesar de que su madre lo comunicó a la maestra frente al grupo, no se tomaron medidas adecuadas. La situación empeoró cuando un compañero le causó una importante lesión en la mano izquierda al tallar sus uñas sobre su piel, provocando un hueco en el dorso de la extremidad, de acuerdo con información de El Sol de México.
Rosa ha presentado quejas ante la directora de la primaria “Mártires de la Reforma”, ubicada en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México, pero no ha recibido respuestas satisfactorias. Ha recurrido a diversas instancias, incluyendo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para buscar soluciones, y finalmente, la Fiscalía capitalina emitió un oficio con recomendaciones para la directora, responsabilizándola de cualquier incidente que ocurriera al niño.
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Durante la Olimpiada del Conocimiento, Ángel recibió un trato diferente al de los demás concursantes, siendo el único alumno que recibiría apoyo por parte de la maestra de Educación Especial. Esto lo hizo sentir avergonzado y fue presionado durante el examen, lo que le provocó dolores de cabeza y estrés. Al salir de clases, sufrió una convulsión debido a la angustia y estrés causados por la situación escolar.
A pesar de los esfuerzos y las terapias de rehabilitación, Ángel ha logrado superar su padecimiento y ha alcanzado una autonomía del 90%. Sin embargo, aún requiere apoyo especial en algunas ocasiones. Su madre espera que la experiencia en la secundaria sea distinta y critica la falta de compromiso por parte de los directivos y docentes.
Contexto
La Parálisis Cerebral Infantil (PCI) es un grupo de trastornos neuromotores que se producen durante o después de la gestación y afectan permanentemente el movimiento corporal y la coordinación muscular debido a una lesión o una anomalía en el desarrollo del cerebro, ya sea antes, durante o después del nacimiento. Se trata de la principal causa de discapacidad en la infancia y se caracteriza por la espasticidad muscular, que provoca rigidez y dificultades en la movilidad.
En México, alrededor del 10% de las personas con discapacidad tienen diagnóstico de parálisis cerebral infantil, siendo el tipo espástico el más común. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que en México alrededor de 7.7 millones de personas viven con discapacidad, de estos, aproximadamente 770 mil personas tienen el diagnóstico de Parálisis Cerebral infantil.
Esta condición se presenta debido a un desequilibrio muscular, con espasticidad en los músculos flexores y debilidad en los extensores, de acuerdo con una investigación de Sandra Fabiola García-Sánchez (IMSS), María Teresa Gómez-Galindo (del Centro de Rehabilitación Integral “Sra. Olivia Miramontes Aguirre”) y Jaime Eduardo Guzmán-Pantoja (IMSS) sobre el uso de toxina botulínica A y terapia física como tratamiento en la marcha en parálisis cerebral.
La PCI produce que el cerebro no pueda o tenga impedimentos en enviar los mensajes hacia los músculos, dificultando la capacidad del cerebro para controlar el movimiento, mantener la postura y el equilibrio. La espasticidad puede provocar contracturas musculares fijas y limitaciones progresivas en la movilidad, siendo las contracturas de caderas y los pies las más comunes y graves.
Además de los trastornos motores, también lleva asociados otros de tipo sensorial, perceptivo y psicológico. Es importante tratar la espasticidad en las etapas tempranas de vida para mejorar la movilidad y prevenir complicaciones secundarias.
El tratamiento temprano puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los niños con PCI, aumentando su movilidad y reduciendo las limitaciones físicas. Es fundamental contar con un enfoque integral de atención médica y rehabilitación para abordar las necesidades específicas de cada niño y promover su desarrollo óptimo.
Desde 2012, el 6 de octubre se celebra el Día Mundial de la Parálisis Cerebral con el objetivo de concientizar a la población sobre este padecimiento con el fin de visibilizar sus necesidades para garantizar un futuro incluyente en el que las niñas, niños y adultos con parálisis cerebral tengan los mismos derechos, accesos y oportunidades que cualquier otra persona de la sociedad.
Esta fecha fue establecida por la Alianza de Parálisis Cerebral y personas que viven con parálisis cerebral, sus familias, aliados, simpatizantes y organizaciones en más de 100 países.