En un reducido espacio de la casa ubicada en la colonia Pradera Primera Sección, en el norte de la Ciudad de México, se instalaron cubículos con computadoras de escritorio, bases de datos reales de cuentahabientes, tecnología y audífonos de diadema con micrófono para recibir y realizar llamadas telefónicas. Era el “call center” que habilitó la banda delictiva “Ma Baker” para operar, a través de un pequeño guion, estafas y extorsiones de manera similar a organizaciones como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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Los fraudes eran dirigidos por los herederos -hija y nieto- de Delia Patricia Buendía, alias “La Ma Baker”, quien en la década de los 90 fundó el grupo criminal que la convirtió en la primera mujer líder de narcomenudeo en la Zona Metropolitana del Valle de México, temible también por mandar asesinar a rivales, así como altos funcionarios federales y locales.
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Al igual que el CJNG, la organización "Ma Baker" optó por diversificar sus actividades de tráfico de droga hacia el fraude.
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En su caso, las estafas "iban dirigidas contra clientes de bancos desde un inmueble de tres niveles de la calle Volcán Malinche en la que abrieron una pequeña oficina. Los operadores no sólo contaban con bases de datos confidenciales de cuentahabientes y tecnología, sino que tenían preparado un pequeño guion que debían seguir al pie de la letra, pues estaba comprobado que resultaba muy “exitoso” para enganchar a las víctimas.
“Yo (aquí solicitaban nombre completo) realizo la protección a mi cuenta y la declinación de los cargos imputados a la misma, mediante mi candado de seguridad token móvil con una numeración de (12 dígitos) y el código de seguridad (4 dígitos), se lee en uno de los documentos que aseguró en un cateo personal de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), luego de tres meses de investigación que permitió desmantelar a la nueva generación de “Ma Baker”.
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La Silla Rota consultó este breve guion con el que los miembros de la banda “Ma Baker” obtenían mayores datos clave de cuentahabientes, lo que les permitió iniciar y continuar con el fraude que les generó ganancias ilícitas.
Ya tenían una ventaja al contar previamente con datos reales de usuarios, pues al contactarlos se ganaban fácilmente su confianza, principalmente la de adultos mayores.
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Los guiones o “machotes” eran utilizados para que con engaños las propias víctimas revelaran bastante información privada no sólo de ellas, sino de familiares y amigos de quienes los estafadores solicitaban referencias para defraudar a más personas.
CALL CENTER DE VOLCÁN MALINCHE
En uno de los niveles de una casa de la calle Volcán Malinche, colonia Pradera Primera Sección, alcaldía Gustavo A. Madero, los herederos de Delia Patricia Buendía, alias “La Ma Baker”, instalaron cinco cubículos, cada uno con computadora de escritorio, bases de datos de potenciales víctimas y audífonos de diadema con micrófono.
Tenía baño y una pequeña cocineta para los miembros del grupo que realizaban y recibían llamadas directas de sus “clientes”, de los cuales ya contaban con información bancaria supuestamente confidencial.
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El secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, reveló la existencia del pequeño guion o “machote” que utilizaban los probables delincuentes al dar a conocer la realización de 10 cateos simultáneos en las alcaldías Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, donde se descubrió el “call center” y fueron detenidas 15 personas, entre ellas Norma Patricia y Carlos, alias “Charly”, hija y nieto de “La Ma Baker”.
A través de análisis forenses de los equipos de cómputo asegurados en el “call center”, la SSC intenta determinar si las bases de datos de cuentahabientes fueron filtradas por empleados o ejecutivos de diversas instituciones bancarias.
La banda “Ma Baker”, creada por la mujer conocida con este sobrenombre, alcanzó su auge criminal a finales de la década de los 90, cuando Delia Patricia Buendía tuvo el control de las “narcotienditas” en la zona metropolitana del Valle de México.
Tenía entonces poder de vida y muerte. No sólo mandó asesinar a rivales, sino a altos mandos de las entonces Procuraduría General de la República (PGR), de la Procuraduría General de Justicia y de la Secretaría de Seguridad Pública, ambas del Distrito Federal.
Recientemente se ha revelado que el CJNG también opera “call centers”, como el instalado en Zapopan, Jalisco, en el que desaparecieron al menos siete personas que laboran ahí para realizar estafas de tiempos compartidos, particularmente contra extranjeros. Según las líneas de investigación, los empleados fueron asesinados porque querían renunciar.
Los herederos de “Ma Baker, quien fue capturada en 2002 y sentenciada a 60 años de prisión, decidieron combinar el tráfico de droga con fraudes y extorsiones.
VGB