Atlacomulco la cuna del priismo en el Estado de México vive la jornada electoral de 2023 con poca afluencia. Quizás por eso los sacerdotes han llamado a los feligreses, dentro de sus misas, a salir y hacer uso de su derecho cívico para participar en estas elecciones.
Tienen razón. Durante las primeras tres horas de la instalación de las casillas en la zona centro de este municipio el promedio de afluencia de votantes ha sido de entre 200 y 250 personas, explicaron a La Silla Rota los funcionarios de tres casillas en el lugar
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"No lo digo con otra intención simplemente recuerden que tenemos una responsabilidad con la comunidad', exhortó el sacerdote, "también por eso nos toca ejercer este derecho, para elegir a quienes gobernarán nuestra entidad, nuestro estado".
En un sencillo ejercicio matemático, de un promedio de entre 70 y 80 feligreses que se encontraban en esa misa, solo siete de ellos salieron de la iglesia a la casilla que se encontraba a 10 metros de lugar. El resto se retiró a sus actividades cotidianas.
Lo común fue encontrar llenos los lugares de comida, desde barbacoa, tamales y quesadillas.
Doña Lucy atiende el puesto de tamales "Abuelita Teo". Se encuentra en la plaza principal de Atlacomulco y no es el único; en promedio hay cuatro puestos de tamales en los cuales los comensales prefieren desayunar que ir a votar.
"Hace muchos años aquí en el teatro Isidro Favela venía a votar el presidente Enrique Peña Nieto. Nada más venía a votar y se iba, no se acordó de su pueblo, solo obras que se quedaron inconclusas", recordó.
Ha sido una buena venta para ella; los cuatro botes de tamales que llevó y cuatro ollas de atole están casi a punto de terminarse y han pasado apenas 3 horas de que abrieron las casillas.
"Es lo que estamos viendo, como que no quieren animarse a votar, por lo mismo de que no han visto mucho el cambio. A quienes han venido a desayunar les hemos recordado que pasen a votar. Yo todavía no lo hago hasta que termine mi venta. La gente me dice que sí van a ir, otros dicen que ya votaron".
En general, los habitantes platican que la inseguridad en Atlacomulco continúa, aunque no a niveles de extorsión o pago por derecho de piso como ocurre con otros municipios. Otros refieren que no cuentan con más oportunidades de trabajo a pesar de que este municipio se caracteriza por tener un nivel socioeconómico y turístico similar a Valle de Bravo. Además, aquí se encuentran las casas de los expresidentes Enrique Peña Nieto y el ex gobernador Arturo Montiel, aunque físicamente ellos no se encuentran allí.
"Aquí cuando gobernó Morena a nosotros como comerciantes no nos molestaron, cuando estuvo el PRI nos molestaban y nos decían que nos iban a reubicar siempre", dice doña Lucy.
La experiencia de Josefina Chávez es otra, tiene casi cuatro décadas de vivir en Atlacomulco y conoce bien el lugar. Con franqueza explica a La Silla Rota que ninguna de las dos candidatas a la gubernatura le convence, pero que sí va a ejercer su derecho al voto.
"Tenemos que ser inteligentes para saber a quién le vamos a dar el voto. Atlacomulco sí es la cuna del priismo y se refleja en el gobierno que pasa de la mano del hijo, del sobrino, del tío, del abuelo... Ahí se ha reflejado que los priistas tienen posesión de Atlacomulco".
"La gente si quiere un cambio de gobierno, los políticos nos utilizan y nos utilizan; y no vemos ningún cambio. Por eso es importante dar el voto para que vean que estamos cansados de tanta actitud negativa, aunque digan que no, nosotros somos quienes los mantenemos".
Los mismos habitantes señalan que existe la posibilidad de que en realidad Atlacomulco deje de ser ya la cuna del priismo, si gana la elección, la candidata de Morena Delfina Gómez. Pero también recuerdan que, en realidad, la alternancia llegó a Atlacomulco hace 6 años cuando el alcalde morenista Roberto Téllez gobernó el lugar.
Don Carlos Escamilla ya votó, tiene 56 años y reconoce que es priísta.
"Atlacomulco está marcado como la cuna de priismo, puede que no continúe siéndolo, pero este lugar destaca porque aquí la gente le chinga todos los días, hay gente muy trabajadora que está desde las 6 de la mañana hasta las 11 de la noche, que no se define tanto por los partidos políticos. La gente se sabe partir la madre y Atlacomulco ha crecido por ellos más que por los políticos priistas. Nos gusta el trabajo el dinero y las comodidades, por eso le chingamos".
En su experiencia, relata, que a Atlacomulco no le fue mal con el gobierno de Téllez, dice que su trabajo fue similar al de otros políticos priistas, que "no se salió del carril de sus antecesores".
Pero si Morena gana esta elección no le preocupa.
"Nosotros sabemos perder batallas, pero no perdemos la guerra..Somos necios, vengo de una descendencia priista y habemos quienes lo amamos. Morena es solo un espejismo y en realidad no le cumple. Delfina es solo una estrategia de encuestas porque cuando vino aquí a Atlacomulco acarreó gente de Chimalhuacán y Neza, no tiene gente en Atlacomulco. Pero también hay mucha gente aquí que se ha desencantado de la política".
Uno de ellos es Gustavo Domínguez quien vende sus canastas en el centro de Atlacomulco. Mientras teje sus canastas relata a La Silla Rota su desencanto al priism y por qué votaría por Morena.
"Queremos un cambio porque aquí ha habido ya mucha corrupción, si gana la profesora Delfina esperemos que cambien las cosas. Yo batallé mucho porque me dieran este lugar, aunque tengo a mi hijo enfermo. Todos tenemos derecho a trabajar para sobrevivir con nuestra familia. Los priistas han llegado varias ocasiones a tocar a mi puerta para pedirme mi credencial para votar. Me han prometido una casa y cuando llegan al poder las casas solamente se las dan a líder y sus familiares, entonces mejor que no de nada. Toda mi vida fui priísta pero nunca recibí nada, entonces mejor que sea el cambio ya".
DJC