Seguramente si te encuentras en la calle pasado el mediodía, recurres a la búsqueda de un refugio que proteja de los rayos solares y es que desde inicios del mes de junio las altas temperaturas han ganado terreno haciendo recurrente la frase: ¡Ay qué calor!, que seguramente es de las más enunciadas en los últimos días en el país. Pero, ¿a qué se debe esta ola de calor?
En entrevista con la doctora Elda Luyando, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, explica que esta ola de calor es anómala pero no se debe al fenómeno del Niño, ya que este se encuentra en formación, o la Canícula, que aún no empieza, sino a una serie de factores que intervinieron para que se posara “un anticiclón está sobre nuestro país lo cual inhibe, la formación de nubes y no permite la precipitación (que llueva)”.
Algunas de las consecuencias del anticiclón es la acumulación de radiación solar que da origen al calor extremo y prolongado. La especialistas no le atribuye esta tercera ola de calor únicamente al cambio climático, sino que explica que los próximos cinco años se espera tener más periodos cálidos (de calor) y que de presentarse cada vez con mayor frecuencia sí se debe al cambio climático.
¿Por qué se sienten las temperaturas más altas en las ciudades?
En la Ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz se han registrado temperaturas que rebasan los 40 grados celsius, pero se alcanza sensación térmica que rebasó los 50 grados. La sensación térmica son los grados que el cuerpo humano percibe en su entorno, dependiendo ya no exclusivamente de la temperatura que registra el termómetro, sino también de factores ambientales y urbanos que, por ejemplo, hace que se sienta más o menos calor dependiendo del pavimento o zonas verdes.
Al preguntarle a la doctora Elda Luyando el por qué se siente más calor en las ciudades explica el fenómeno de la Isla de calor, que se presenta en las zonas urbanas que han sustituido gran parte de suelo de vegetación y bosques por el suelo de concreto y asfalto. Los materiales anteriormente mencionados absorben más el calor, por tanto, generan un ambiente más caluroso en comparación con las áreas naturales.
"Tienes el efecto de esa isla de calor y luego le agregas la ola de calor, que son dos fenómenos totalmente distintos, pero si se suman tienes ahí un aumento de temperatura bastante considerable que lleva los habitantes de las ciudades a sentirse muy incómodos a sentirse muy acalorados y tener una diferencia de hasta 10 grados entre las ciudades y las zonas rurales", señala la especialista.
¿Los chilangos ya se adaptaron al calor?
Elda Luyando se cuestiona a sí misma si los capitalinos se han adaptado al calor que están sintiendo, "me gustaría saber si se están aclimatando, pues nuestro cuerpo es muy sabio y se va adaptando, yo por ejemplo ya no me siento tan mal por el calor, hace unas semanas no me había adaptado a estás altas temperaturas, pero ahora ya no me siento cansada, ya no me duele la cabeza".
Salimos a las calles del centro histórico de la Ciudad de México para sondear a los habitantes y al preguntarles si ya se adaptaron al calor en si mayoría su respuesta fue no.
"Estoy sobreviviendo, hace días estuve en Durango y Monterrey, ahí sí que hay calor y muy seco, pero igual aquí (CDMX) se siente, hace unos días se me bajó la presión, me dolía la cabeza, me dijeron que tuve golpe de calor, ahora trato de estar fresca y evitar salir cuando estamos fuerte el sol" señaló Karen bajo el rayo del sol que pegaba pasadas las 13 horas a un costado de la ruinas del Templo Mayor.
"El calor está insoportable, claro que no me he adaptado, me baño con agua fría, como helados, raspados y alimentos fríos y se me quita un ratito y vuelve el calor, en la noche las cosas que ponen peor, no puedo dormir", comparte Grettel, una mujer transgénero que suda mientras comparte su testimonio.
"No me he adaptado,tomar agua se ha vuelto una constante, el transporte público es sofocante. Hace unos días estuve en Tapachula, ahí el calor es húmedo y sofocante, aquí en la Ciudad se siente menos pero igual es insoportable" explicó Ricardo en el corazón de la Merced y detrás de él está la puesta de sol y estamos a 30 grados, algo atípico para las temperaturas de la CDMX a esas hora.
El cielo sigue despejado, ni una nube, el anticiclón es el culpable que no ha permitido la formación de nubes y como consecuencia las lluvias no llegan.
MRV