El deseo de superación y mejores oportunidades para una niña de 13 años, de origen oaxaqueña, se convirtió en una pesadilla al llegar al municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, tras ser víctima de abuso sexual.
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La menor, de iniciales MDMG, viajó por más de 500 kilómetros al centro del país en 2022 junto a su padre, quien la convenció a viajar a la capital para mejorar su formación escolar y así encontrar una mejor vida.
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De acuerdo con familiares de la menor, de origen mixteco, la pequeña cursaba su cuarto año de primaria, conocida por ser muy aplicada e inteligente, cuando decidió mudarse junto a su padre.
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Ambos se asentaron en el municipio de Nezahualcóyotl, a más de ocho horas de su comunidad de origen, para llegar a una de las zonas con mayor población oaxaqueña, por su cercanía con la Ciudad de México y los bajos costos de vivienda.
“Quería terminar aquí sus estudiados y tener una mejor vida”, dice su tía Hilda Ivett, quien este jueves se manifestó junto a colectivos feministas para exigir castigo al presunto responsable, detenido en el penal Neza-Bordo.
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Reunión familiar, el inicio del viacrucis
Sin embargo, todo cambió al llegar la pandemia.
Para la pequeña, de ahora 14 años, las tareas y clases en las aulas se convirtieron en sesiones en línea a través de un teléfono celular donde seguía con su formación.
En los ratos libres acompañaba a los familiares de su padre a reuniones que sostenían en su vivienda, donde finalmente fue abusada sexualmente.
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“Desafortunadamente cuando fue la pandemia las reuniones familiares empezaron a ser más cotidianas porque no había lugares para salir, es cuando un tío político de la familia la agrede”, reconoció Hilda.
“Cuando ella por fin rompe el silencio, nos avisa y nosotros hicimos lo correcto que es denunciar, pero desafortunadamente a raíz de eso empezó su calvario”, agregó.
De acuerdo con la familia de la menor, desde el inicio de la denuncia los familiares del imputado han tratado de justificar la agresión sexual al revictimizar a la pequeña.
“Aparte de ellos aquí en la fiscalía se han vuelto muy indolentes porque no es la primera audiencia que nos difieren”, agregó su tía.
“Hoy esperábamos que se cerraran los alegatos y probablemente se diera ya el fallo, cosa que no ocurrió”, dice acompañada de feministas, quienes exigieron un castigo ejemplar al presunto violador, detenido desde marzo de 2022.
A pesar de que ha transcurrido más de un año y tres meses, la familia de la víctima se ha enfrentado a la lentitud de las autoridades por llevar el proceso judicial. Tanto, que han padecido en al menos seis ocasiones el aplazamiento de las audiencias en los juzgados de juicio oral.
“Ha sido muy desgastante para ella, porque nosotros como familiares como sea porque estamos fuertes por ella, pero no se nos hace justo que la sigan revictimizando”, agregó.
“Queremos confiar que a pesar de que la defensa ha sido muy agresiva con nosotros e incluso se ha difamado e inventado muchas cosas, confiamos que la verdad va a salir adelante”
“Y lo que queremos es justicia porque si sale lo va a volver a hacer y es muy feo que una niña pase por esto”.
Por el momento, el juicio en su etapa de alegatos continuará en los próximos días, en tanto, la familia de la víctima, pidió al Poder Judicial del Estado de México mayor atención en los casos de agresión en contra de mujeres indígenas en la entidad.
Esto tras el caso reciente de Roxana Ruiz Santiago, quien fue acusada de asesinar a su agresor sexual al defenderse de una violación también en el municipio de Nezahualcóyotl y por el cual fue de sentenciada, en un inicio, a más de 6 años de prisión, aunque luego fue absuelta de los cargos.
VGB