Nicolás Romero, México.- En la colonia Independencia, casi en pleno centro del municipio de Nicolás Romero, en el Estado de México, se encuentra la tienda de doña Lidia, una de las 6 mujeres por cada 10 que atienden una tienda de abarrotes en México. Pero doña Lidia es, también, una de cada 3 mujeres que puede decirse dueña de su propio negocio, según datos de la Alianza Nacional del Pequeño Comerciante (ANPEC).
En la calle de Agua Caliente 34, doña Lidia ha permanecido desde hace 25 años, cuando compró su tienda con dinero que le envió su esposo desde los Estados Unidos. A partir de entonces, su tienda ha sido su medio de subsistencia y manutención para sacar adelante a sus dos hijos, hoy profesionistas.
Doña Lidia, podría decirse, es una mujer que sobresale del promedio en México, de acuerdo con Cuauhtémoc Rivera, presidente nacional de la ANPEC, pues 7 de cada 10 personas que tienen una tienda de abarrotes en México son hombres. Aunque dichos establecimientos sean atendidos mayormente por mujeres: 6 de cada 10.
Datos de la Alianza señalan que la mayoría de las mujeres se enfrentan –principalmente– a 3 retos que les impiden ser dueñas de su propio negocio: el primero es la falta de financiamiento; el segundo, que son quienes mayormente se hacen cargo de los hogares y eso les resta tiempo para trabajar; y el tercero, el acoso sexual y laboral al que constantemente están sometidas.
“En México, la participación de la mujer en la economía es todavía baja, está por debajo del 40% y en otras de las economías más desarrolladas de América Latina, como Brasil o Colombia, es del 50%. Se podría decir que estamos un 10% debajo de la media de los países de la OCDE, por región”.
A este dato se suma el hecho de la inseguridad que impera en el país, de la que nadie está exento, pero que las mujeres sufren con mayor impacto si son tenderas en zonas “rojas”.
Historias de vida y comunidad
Con añoranza, doña Lidia recuerda que, hace 25 años, cuando su esposo se fue a Estados Unidos, comenzó a enviarle recursos para la alimentación y sustento de ella y sus hijos: “con el poco dinero que me enviaba y con otros ahorros logré comprar esta tiendita, que he logrado mantener hasta ahora”.
De su tienda, doña Lidia logró obtener recursos no sólo para mantener a sus dos hijos y a ella misma, también para darles universidad a ellos. El trabajo de su hijo varón, por ejemplo, lo llevó a Canadá y se nacionalizó como ciudadano de ese país.
“Además, el estar atendiendo a las personas, a mis vecinos, no sólo es venderles, sino que me ha permitido socializar con ellos- Es algo así como una retroalimentación que me ha permitido una vida más llevadera”.
Para Alejandra Escalante, directora de Expo Tendero –evento que se lleva a cabo este jueves y viernes en el Palacio de los Deportes–, el trabajo que realizan las mujeres que atienden una tienda de abarrotes es parecido al de un influencer, pero dentro de sus colonias.
“Tienen una cercanía muy fuerte y directa con los clientes, son como los influencer de su colonia, eso lo saben bien las marcas y proveedores, por eso están interesados en tener un contacto cercano con ellos. Ellos son quienes recomiendan o no sus productos”.
En entrevista con La Silla Rota, Escalante también lamentó las cifras de la ANPEC sobre la participación de las mujeres en la economía local se vea detenida por falta de apoyos financieros y capacitación.
En ese sentido, destacó que en eventos como Expo Tendero se organizan talleres específicos para mujeres que buscan hacerse de su propio negocio de abarrotes. “El plan es que más allá de atender una tienda, las mujeres busquen y procuren hacerse dueñas de esos negocios”, dijo.
La competencia con Oxxo y la inseguridad
Doña Lidia lamentó que hay herramientas y tecnología que ella desconoce, que la ponen en franca desventaja frente a cadenas de tiendas de distribución y –también– frente a los ataques de los criminales que constantemente acosan a estos negocios.
En Expo Tendero, según lo comentó Alejandra Escalante, se organizan talleres sobre digitalización para que, hombres y mujeres, dueños de tiendas puedan competir de mejor manera con otros negocios, como Oxxo y otras cadenas de distribución de abarrotes.
Incluso, se ofrecen convenios con empresas de seguridad, se hacen recomendaciones sobre el tipo de cámaras de seguridad y software que pueden utilizar en sus pequeños negocios para protegerlos e impulsarlos, promoviendo el pago de servicios públicos.
Doña Lidia es un caso de apoyo desde Expo Tendero, pues una persona la asesora ya la orientó para que sus clientes puedan pagar mediante transferencia electrónica o mediante un código QR, el incorporar el pago de servicios bancarios o venta de saldos y recargas en telefonía celular.
El uso de nuevas tecnologías y el apoyo de su familia ha sido fundamental para que doña Lidia pueda triunfar con su negocio: una tienda de abarrotes. La finalidad de esfuerzos que vienen desde la ANPEC y Expo Tendero es que más mujeres puedan tener su historia.
“He sido feliz con mi tienda, no quisiera dejarla jamás, me ha hecho muy feliz, me gusta atender a la gente, platicar con ella. Siempre me levanto contenta para abrir mi negocio, porque he logrado algo, me permite socializar con mis clientes y nos llevamos muy bien”.
*Con información de Alejandra Canchola