La inseguridad en las tiendas de autoservicio y conveniencia en el Estado de México sigue siendo un problema recurrente, y esta vez se ha captado a una mujer en silla de ruedas intentando robar en una sucursal de la cadena Walmart en Nezahualcóyotl.
Según se denuncia en un video de la red social Tiktok, la mujer habría escondido varias prendas entre la silla de ruedas y debajo del asiento. Tras el intento de robo, una policía se acercó a revisar a la mujer para descubrir que había guardado seis pantalones en el mecanismo de la silla de ruedas. Y es que a simple vista no se veía que las prendas que había hurtado estaban en su poder; fue a través de las cámaras de seguridad que se llegó a la conclusión de que así fue eso.
Es lamentable y criticable que personas con discapacidad utilicen su condición para cometer actos ilícitos, y más aún cuando se trata de delitos menores como el hurto de prendas de vestir. Este tipo de acciones afectan tanto a las tiendas que pierden mercancía, como a los consumidores que finalmente terminan pagando por estos robos a través de los precios de los productos.
Las tiendas de autoservicio y conveniencia han implementado diversas medidas para combatir el robo, desde la instalación de cámaras de seguridad hasta la contratación de personal de seguridad privada, pero el problema sigue siendo un reto importante.
En este caso, la rápida actuación de la policía permitió descubrir el intento de robo y evitar que la mujer se saliera con la suya. Sin embargo, también es importante destacar la necesidad de una atención especial a las personas con discapacidad para evitar que sean utilizadas para cometer delitos, y para brindarles una atención justa y digna en todo momento. Esperamos que las autoridades correspondientes sigan trabajando para combatir el problema del robo en las tiendas de autoservicio y conveniencia, y que los consumidores puedan realizar sus compras en un ambiente seguro y tranquilo.
Muchos de los comentarios en dicha red social respecto al video apuntan a que seguramente la persona involucrada sí caminaba y sólo se trataba de una pantomima para evadir a las autoridades del municipio y a los vigilantes de la tienda de conveniencia. Incluso hay quien dijo que era su vecina y, efectivamente, sí caminaba; esto, sin embargo, no se ha podido comprobar. Otros apuntan a que, de ser verdad su discapacidad, la obligaban a ello para obtener ingresos.