El complejo Mitikah, un enorme proyecto constructivo de usos mixtos localizado en la alcaldía Benito Juárez, ha presentado numerosos conflictos con los vecinos del pueblo de Xoco, quienes intentaron detener la construcción desde el día en que esta comenzó, principalmente, por los daños ecológicos que trajo consigo la construcción de este enorme complejo, el cual se llevó a cabo a costa de la vida de cientos de árboles.
El enorme complejo de usos mixtos Mitikah consta del rascacielos más alto de la CDMX, con 267.3 metros de altura y 68 pisos, y un enorme centro comercial de 5 niveles y 280 locales comerciales; cubriendo un área total de 98 mil 288 metros cuadrados.
La construcción de este enorme complejo de departamentos, oficinas y área comercial, se realizó en diferentes etapas, la primera de ellas incluyó los rascacielos, la plaza, el hospital, pero se contempla que se construyan otros edificios en lo que alguna vez fuese la sede corporativa de Bancomer.
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El proyecto de Mitikah inició bajo la inversión de la empresa Prudential Real Estate Investors e Indeurban con inversión de HSBC; pero posteriormente pasó a manos de Hines: Intelligent Real Estate Investments, terminando por caer en manos de Fibra 1 (FUNO), quienes continuaron la construcción pese a la oposición de los vecinos del pueblo de Xoco y las controversias por la tala ilegal de árboles.
Así, después de más de 10 años de continuos enfrentamientos y negociaciones con los vecinos de Xoco, el mega centro comercial por fin abrió sus puertas el 24 de septiembre de 2022, aunque sus futuras fases constructivas seguirán estando en disputa con los vecinos, quienes ven sortear a los desarrolladores las multas y sanciones sufridas por la tala ilegal de árboles, como si no fuera nada.
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De pronto, conviene recordar la gran cantidad de árboles que sufrieron a manos de los constructores de este gran complejo constructivo en la calle Real de Mayorazgo 130 en el pueblo de Xoco de la alcaldía Benito Juárez, y que colinda con la colonia Del Valle y la zona cultural de Coyoacán.
En 2019 se reportó el primer ecocidio perpetrado por los trabajadores de la construcción de Mitikah, en esa ocasión, 9 trabajadores fueron detenidos por la tala ilegal de 54 árboles en la calle Mayorazgo entre las avenidas Universidad y México Coyoacán en la alcaldía Benito Juárez, pues pese a contar con una autorización parcial, el permiso nunca terminó por ser aprobado.
Los trabajadores presentaron el Permiso Administrativo Temporal Revocable (PATR) por parte de Sedema, el cual había sido concedido a final de la administración de Miguel Ángel Mancera como jefe de Gobierno de la CDMX, sin embargo, no se contaba con la autorización de Semovi, ni de la Secretaría de Seguridad Pública, por lo que no se consideró concluido el proceso de autorización.
En ese entonces, los vecinos de Xoco reportaron que los trabajadores de la construcción estaban subiendo los árboles talados sin permiso a unas camionetas que circulaban con placas del Estado de México y con logos de la CDMX en color negro y rosa, lo cual constituyó otro ilícito por parte de los trabajadores, quienes supuestamente serían sancionados por la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales y Protección Urbana (FEDAPUR).
Sin embargo, la cosa no pasó a mayores, pues tiempo después la empresa encargada de la construcción de Mitikah anunció que los trabajadores fueron liberados debido a que no se había cometido ningún ilícito, y que la empresa repondría 3 árboles por cada árbol talado, esto a pesar de que la tala de árboles sin permiso causa una sanción de 7 a 50 millones 383 mil 245 pesos.
El 7 de abril de 2021, los vecinos del pueblo de Xoco, volvieron a reportar la tala ilegal de árboles por parte de los constructores de Mitikah en la avenida Universidad 1200, por lo que volvieron a hacer el llamado a la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno de la Ciudad de México para que realizase una verificación.
“Las autoridades deben estar atentas a los trabajos que realice Mitikah para que no ocurra lo mismo qué pasó con el camellón en Real de Mayorazgo, que tiraron todos los árboles”, expresaron los vecinos.
Y reaccionaron ante la sanción previa de 40 millones de la empresa constructora, la cual había talado más de 80 árboles en la zona, todos ellos sin autorización, y ante la inacción del gobierno para detener el ecocido.
En su momento, Claudia Sheinbaun dijo en una conferencia de prensa en 2019 que “no puede ser que un desarrollador inmobiliario, sin permisos derribe árboles de la manera en que lo hicieron. Hay una carpeta de investigación y se va a actuar con mucha fuerza”.
Sin embargo, los vecinos comentan que “No te puedo decir si el nuevo gobierno no será igual porque van empezando. Según van aplicar todo el peso de la ley pero sabemos que eso significan multas. Tienen tanto dinero que las van a pagar y ya”.
VGB