METRO CDMX

Metro CDMX: ¿Por qué la Guardia Nacional estará sólo en las noches?

La Guardia Nacional se retirará poco a poco de las instalaciones del Metro de la Ciudad de México, las guardias serán en horarios específicos, informó Sheinbaum

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La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó que a partir de este lunes la Guardia Nacional concluirá con sus labores diurnas de vigilancia en el Metro de la Ciudad de México, manteniendo sólo brigadas nocturnas para la revisión de descenso de personal a vías.

Sheinbaum aclaró que este retiro parcial de la Guardia Nacional se debe a que ha transcurrido un mes sin robo de cables del Metro, que era uno de los temas más graves, y que gracias a la ayuda de la Guardia se han llevado a cabo una serie de acciones dentro del Metro CDMX para disminuir los "episodios atípicos".

La mandataria capitalina no especificó cuántos elementos permanecerán para la vigilancia nocturna, pero aseguró que seguirán supervisando al personal que baja a vías durante la noche, así como los reportes que elaboran. El Metro definirá al azar los puntos en los que se realizará la revisión en vías.

Cabe recordar que el pasado 28 de marzo, Sheinbaum informó que la Guardia Nacional se retiraría progresivamente de la vigilancia de accesos y andenes del Metro que había establecido desde el 12 de enero. Con estas medidas, se espera que la seguridad en el Metro de la Ciudad de México continúe mejorando para brindar un mejor servicio a los usuarios.

La presencia de la Guardia Nacional en CDMX

El pasado 12 de enero de 2023, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dio a conocer en conferencia de prensa que habría presencia de la Guardia Nacional en las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro CDMX a partir de ese día ante los episodios “fuera de lo normal” en este transporte.

Fue hace casi tres meses que la GN desplegó cerca de 6 mil oficiales en el STC Metro, luego que se registrarán eventos que “están afuera de lo que cotidianamente ocurre", sostuvo en aquel momento la autoridad citadina.

Tras esta medida, organizaciones civiles y especialistas en seguridad advirtieron que con la GN había riesgos de "militarización" en el medio de transporte. La militarización ha incrementado la violencia estructural que viven las mujeres, ya que  sus cuerpos se convierte en territorio de guerra, negociación y control, de acuerdo con Instituto Mexicano de las Mujeres (Inmujeres).

Esto alimenta la violación de derechos humanos, pues la formación militar no conlleva una perspectiva humanitaria, ni tampoco perspectiva de género, explica Alicia Moncada, investigadora del área de Estado de Derecho de la Fundación para la Justicia, en entrevista con La Cadera de Eva.

“El militar desarrolló una lógica de pensamiento y razonamiento basada precisamente en una formación militar. Donde la columna vertebral de esta formación es la cadena de mando, la visión de que hay enemigos que atentan contra la seguridad nacional”, dijo la investigadora Alicia Moncada.

La lógica militar también está alimentada por “la extensión del rol masculino” en una sociedad patriarcal, donde los varones aprenden desde que nacen que puede ejercer poder sobre las niñas y mujeres. 

Para los militares, la virilidad toma un papel fundamental en la forma de relacionarse, desde la postura corporal, la forma de hablar –agresiva, con un volumen siempre alto, demostrando su capacidad de mando-, hasta la formación de creencias y pensamientos, según la investigadora Erika Márquez del Instituto Colombiano de Estudios Superiores de Incolda. 

A estas demostraciones de virilidad se suma una connotación mucho más negativa porque la virilidad es “también una aptitud para el combate y para el ejercicio de la violencia (enfocada a la defensa pero también a la venganza)”, explica.  Así mismo, se replican y reafirman los roles de género, donde  el hombre “realmente hombre” es el que se siente obligado a estar a la altura de la defensa ante quienes quieran “ensuciar” el país.

En ese sentido, “se debe evitar de manera absoluta exigir, alentar, acordar o apoyar la participación de fuerzas militares en tareas de control”, según el informe Bajo la bota.