Decenas de mujeres diagnosticadas con cáncer, en su mayoría de mama, se manifestaron por primera vez en el marco del Día Internacional de la Mujer. Las “mujeres oncológicas” fue como se autodenominaron en la protesta, para denunciar que son víctimas de diagnósticos tardíos cuando se trata de cáncer de mama y se enfrentan a la falta de acceso a los servicios de salud.
“La falta de la garantía de un derecho básico, como el acceso a la salud, tiene un nombre, es un feminicidio institucional. Al Estado no le importamos. También, se suma violencia médica y la estética, con los cánceres del machismo, misoginias y paternalismo que merman nuestras oportunidades de mantenernos vivas. Habitamos un cuerpo que ha sobrevivido o que lucha contra esa enfermedad de mierda llamada cáncer. Hemos modificado nuestros cuerpos en busca de una garantía de salud y vida”, leyeron las pacientes en su pronunciamiento.
Sobre avenida Paseo de la Reforma, esquina con avenida Morelos, en la glorieta que el movimiento feminista renombró como “la glorieta de las mujeres que luchan”. Las pacientes leyeron el pronunciamiento de la manifestación que se dedicó a Mar Vázquez, quién falleció el pasado 3 de marzo a la edad de 33 años por cáncer de mama triple negativo, uno de los más agresivos.
Sandra Monroy, fundadora de “Jódete Cáncer” y activista contra el cáncer de mama, asegura que Mar fue víctima de un tardío y equívoco diagnóstico, debido a que un médico aseguraba que por ser joven no podría padecer esta enfermedad.
La iniciativa de “Jódete Cáncer” fue quien convocó esta protesta, la agrupación brinda acompañamiento y difusión de información sobre el cáncer de mama. Las manifestantes no realizaron el recorrido de la marcha debido a que varias continúan su tratamiento oncológico, por lo que el sol y la caminata podrían deteriorar su salud.
“Este acto marca una diferencia para las que vengan, es vital el acompañamiento entre mujeres que han pasado por el cáncer de mama. Las mujeres jóvenes no están recibiendo los tratamientos en tiempo y forma, es algo muy peligroso, pues se podría tener una cura, pero al no recibirlo a tiempo se llega al diagnóstico una vez que hay metástasis, eso es feminicidio institucional”, explica en entrevista Sandra Monroy.
En México cada día mueren 21 mujeres por cáncer de mama, esto de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Salud (OMS) de mantenerse esta tendencia, para el año 2040 podría aumentar a 36 defunciones al día, aseguró la investigadora Leticia Rocha Zavaleta, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) en la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, los tumores cancerígenos malignos representan la principal causa de muerte de las mexicanas mayores de 30 años, agrega la especialista.
"Las mujeres de mi edad llegan a morir"
El 8 de marzo del 2022, Mar y Sandra estaban en la plancha del Zócalo capitalino mostrando la cicatriz que dejó en su pecho la mastectomía, con un megáfono expresaron cómo se sentían. Ambas coincidían en que seguramente había más mujeres oncológicas, pero que al visibilizar otro tipo de violencias cómo los feminicidios y desapariciones, no se protestaba por la violencia institucional que ocurre al no tener acceso a los servicios de salud.
Sandra Monroy fue diagnosticada con cáncer de mama a los 36 años, a los 24 años se había palpado una bolita en el seno derecho, era de grasa, pero le indicaron que cada año se realizará un ultrasonido mamario. En el 2020, por la pandemia de la Covid-19, no se hizo ultrasonido; sin embargo, en el 2021 lo retomó, los especialistas le mandaron a realizarse una biopsia que resultó positiva.
“Cuando me dieron el diagnóstico, el oncólogo me dijo que era muy afortunada, pues las mujeres de mi edad llegan a morir o llegan muy tarde, porque no hay una cultura de detección temprana en mujeres menores de 40 años”, señala Sandra.
En México el principal estudio para detectar el padecimiento es la mastografía, que está indicada, en el servicio público para mujeres de 40 años en adelante, para las más jóvenes la opción es un ultrasonido mamario que debe ser indicado por un especialista, situación que a decir de Sandra pocas veces ocurre, esto debido a la falta de capacitación de los médicos.
El 5 de julio de 2021, Sandra Monroy se sometió a una mastectomía bilateral radical, es decir, quitarle ambas mamas. Los médicos le dijeron que al ser tan joven había muchas posibilidades de tener una recaída y que esta fuera más agresiva.
La fundadora de “Jódete Cáncer” decidió combatir de raíz la enfermedad, la modificación corporal de sus mamas lo recuerda cómo un momento fuerte, pero con el apoyo de sus seres queridos y el acceso a las información tanto de la enfermedad como del feminismo, entendió que ella nunca había sido un par de senos y que una cicatriz no iba a definir el rumbo de su vida.
“Soy más que un par de chichis”, sostiene Sandra
Ahora cómo activista, Sandra cuestiona que se oculte el cuerpo de una mujer mastectomizada en las campañas contra el cáncer de mama y que siempre se quiera ofrecer la reconstrucción, procedimiento que ella no se realizó.
La lucha por un diagnóstico oportuno
En la esta primera manifestación de mujeres oncológicas, en el contexto de las protesta por el Día Internacional de la Mujer, las pacientes a quienes le fueron extirpadas sus mamas mostraron sus cicatrices con fuerza y orgullo. Pasado el mediodía, empezaron a compartir sus testimonios y fueron muy enfáticas en que el acto tenía la intención de acompañarse, además de decirles a otras organizaciones feministas que ellas viven una lucha todo el año y que son víctimas de falta de atención médica en el sector público.
"Estamos aquí para acompañarnos, no para causar lástima y decimos a una sola voz que no estamos solas", dijo una paciente oncológica que forma parte de la agrupación Pink Sister.
Uno de los testimonios más conmovedores fue el de una joven que desde los 23 años manifestó síntomas de cáncer de mama, ella denunció que tardó casi un año en recibir su diagnóstico. Ahora tiene 27 años y el cáncer ha regresado a su cuerpo, se le práctico una mastografía en la mama derecha y combate un tumor en el cerebro.
"Estoy aquí por mi hija para que ningún médico negligente le diga que por ser joven no tiene cáncer de mama", comparte la paciente y de inmediato es acogida por un "no estás sola".
Tras la primera manifestación de pacientes oncológicas en el marco del 8M, Sandra sostiene que es necesario enseñarles a las niñas que su cuerpo le pertenece y que deben de conocerse ya que eso puede salvar su salud.
"El cáncer se jodió"
Angeles tiene 67 años, es licenciada en administración de empresas. En el 2018 fue diagnosticada con cáncer de mama, desde los 40 años se realizaba la mastografía, en las fechas indicadas por su médico, pero descuidó su salud durante un año y llegó la enfermedad que le dejó una mastectomía del seno derecho.
Al acudir a sus primeras quimioterapias, Ángeles vió con sorpresa el hecho de que la mayoría de las pacientes con las que compartía la sala eran menores de 40 años, esperaba que fueran de su edad. Al conocer a tanta paciente joven decidió integrarse a “Jódete Cáncer”.
Al referirse a la frase de “Jódete Cáncer”, Ángeles lo reflexiona cómo una batalla ganada, “no importa que me haya quedó sin chichi, el cáncer se jodió, se fue de mi cuerpo” y agrega: “las mujeres que tuvimos cáncer no debemos escondernos, la cicatriz en mi pecho me da fuerza para acompañar a más pacientes”.
Un día después de la protesta, el 9 de marzo, Ángeles va recibir su última quimioterapia, la emoción y alegría la desbordan, sostiene que es muy significativo que un día antes sea parte de la muestra de sororidad y fortaleza de las mujeres oncológicas.
Cáncer de mama afecta cada vez a más jóvenes
Un estudio realizado en conjunto con investigadores de la UNAM y el Instituto Nacional de Medicina Genómica, publicado en el 2021, reveló que "una mutación genética propicia la proliferación celular y con ello el crecimiento de tumores de cáncer de mama. En pacientes evaluadas, el ocho por ciento de mujeres de Hispanoamérica presentó el gen denominado AKT1-E17K".
La investigación también encontró que las mujeres hispanas presentan más jóvenes cáncer de mama que las caucásicas. En México la media de diagnóstico de la enfermedad es de 52 años, pero el estudio encontró varias pacientes diagnosticadas antes de los 40 años, por ello una nueva línea de investigación es determinar si el tejido mamario de las mexicanas envejece de forma acelerada con respecto al de otras poblaciones.
Al referirse al estudio Sandra destaca que ya se ha demostrado que la edad en el acta de nacimiento no corresponde a la edad de las mamas, ya que estas envejecen antes y por ello es necesario que el Estado garantice la prevención del cáncer de mama en mujeres menores de 40 años.
Según datos de la Sociedad Mexicana de Oncología, el país sólo cuenta con aproximadamente mil 400 oncólogos, es decir uno por cada 90 mil habitantes. En 2020, el cáncer de mama fue la enfermedad más frecuente (15.3 %) y la primera causa de muerte en mujeres, con un estimado de 29 mil 929 nuevos casos y siete mil 931 muertes, con una tasa de incidencia de 40.5 y de mortalidad de 10.6 por 100 mil, esto según datos de epidemiología del Hospital de Oncología Siglo XXI.
"Que se joda el sistema médico patriarcal, necesitamos acceso a tratamiento, a medicinas y que se joda el cáncer", gritó Sandra Monroy para terminar con la manifestación.
MRV