Durante 512 días, la familia de Édgar Villalva lo buscó por cerros, drenajes y cuerpos de agua; a dos años de haber cerrado la búsqueda, decidieron entregar 512 rosas blancas a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México en agradecimiento a que se les devolvió la tranquilidad.
Alma Bibiana Villalva, hermana de Édgar, reconoció que si bien al inicio del caso no encontraban manos amigas que los ayudaran en la búsqueda, después fueron “tocando las puertas correctas” y recibieron el acompañamiento que les permitió regresar a la víctima a su hogar.
“A veces fueron omisos, pero afortunadamente hubo personas buenas en instituciones pilares que nos ayudaron a encontrar a mi hermano, hoy vinimos con afán de agradecerles a todos ellos”.
Señaló que las rosas son también una respuesta a la disculpa pública que el fiscal General, José Luis Cervantes, emitió a los familiares de víctimas de feminicidio, desaparición forzada y desaparición por particulares.
“En el caso de Chapis (Édgar), no lo hubiéramos podido lograr son la fiscal de Género, Dylcia García Espinoza de los Monteros, quien tuvo a bien otorgarnos un equipo multidisciplinario con el que pudimos localizar a mi hermano; de la mano de la Comisión de Búsqueda de Personas, con la maestra Sol Salgado”.
Agradeció también a Carolina Alanís, de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, y a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
“Son 17 instituciones que integran el Mecanismo Estatal de Búsqueda de Personas, todos ellos tuvieron intervención para apoyarnos. Sé que tuvimos que tocar muchas puertas y que fue un camino doloroso para todos nosotros, pero es válido decir gracias, es un acto de humildad porque sin ellos, nosotros estaríamos todavía buscando en drenajes”.
La desaparición de Édgar Villalva
En abril de 2019, Édgar salió de su domicilio ubicado en el Barrio de San Luis Obispo, con dirección a un taller de motocicletas ubicado en el Barrio de San Miguel Apinahuizco, en el trayecto la víctima se habría comunicado vía telefónica a un número telefónico de uno de sus homicidas.
"Chapis", como lo llamaba su familia, fue hallado sin vida el 17 de septiembre de 2020 durante una diligencia implementada por la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, la Comisión Nacional de Búsqueda y la Guardia Nacional, en la que también participaron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
La búsqueda de “Chapis”, duró 512 días, un camino que su familia considera oscuro en el que encontraron a personas que quisieron trabajar y ayudarlo a regresar a casa, sin importar su estado.
El móvil de la desaparición
A la fecha hay cinco personas detenidas por la desaparición y homicidio de Édgar Villalva, tres de ellas sentenciadas por los delitos vinculados a ocultamiento de cadáver. Las investigaciones en torno al homicidio continúan por lo que Hueman Valente, el principal sospechoso, aún no ha sido sentenciado por el asesinato.
“Es irrisorio que a una persona que hace sufrir a una familia por 512 días apenas tenga una sentencia de 16 años cuando él robó a casa habitación llega hasta 25 años”.
Bibiana Villalva lamentó que el homicidio de su hermano obedeció a que, por un amigo, se animó a prestar dinero para que habilitaran una clínica.
“Le hablan para pagarle y fue lo ultimo que se supo, después le dieron tres balazos, metieron su cuerpo en un tambo con cemento y lo aventaron a las ciénagas del Lerma”.
La exigencia
A raíz de la condena de 16 años de prisión para quienes intentaron desaparecer el cuerpo de Chapis, Bibiana lanzó un exhorto a la Legislatura mexiquense para que se haga una evaluación de las penas que establece el Código Penal y se endurezcan aquellas relacionadas con la desaparición forzada, la desaparición por particulares y el ocultamiento de cadáveres.
MRV