La mañana de este lunes 27 de marzo se registró un impactante enfrentamiento entre moradores de un predio ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc, contra uniformados de la policía de la Ciudad de México.
Los hechos se dieron poco antes de las 6:00 de la mañana cuando las autoridades capitalinas y los funcionarios presentaron la orden de desalojo, de acuerdo con información de El Heraldo. Sin embargo, la situación escaló a la violencia, por lo que, ante el peligro y la lluvia de proyectiles, las fuerzas del orden público tuvieron que retirarse, esto en la avenida Río Rhin al cruce con Río Pánuco en la alcaldía Cuauhtémoc.
Es importante señalar que el pasado 14 de marzo los policías y el actuario que se presentaron también fueron recibidos con piedras y palos tras hacer el primer intento de desalojo del predio.
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Alrededor de 30 uniformados iban a ingresar al inmueble para realizar este desalojo; sin embargo, el aseguramiento del edificio no pudo realizarse debido a que los moradores lanzaron piedras, botellas y cuetones.
Pese a a que una actuaria llevaba una orden de desalojo, se registró la riña entre un pequeño grupo de personas que tiene invadido el predio y el grupo de personas que querían desalojarlos junto a los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Al momento la avenida se encuentra cerrada con el apoyo de una patrulla capitalina de la avenida Río Rhin con dirección hacia Paseo de la Reforma. Se espera que en una horas se reestlabezca el flujo de la vialidad.
Los desalojos y la gentrificación
En los últimos años, se han incrementado los desalojos de viviendas en la Ciudad de México. En un contexto de amplia precariedad en la tenencia inmobiliaria e informalidad en los contratos de arrendamiento, administradores, caseros y supuestos propietarios expulsan a inquilinos de apartamentos y edificios para incrementar el coste del alquiler, destinar esos espacios al alojamiento temporal a través de plataformas digitales como la aplicación digital de alojamiento Airbnb, u otros lucrativos negocios inmobiliarios (comercios, oficinas y otros servicios).
En algunos barrios centrales los inmuebles desalojados se rehabilitan y destinan a la residencia de extranjeros, para quienes resulta más barato habitar selectos barrios de la capital mexicana, que vivir en sus ciudades. Esto alimenta el fenómeno de la gentrificación, es decir, se aumentan los costos y dinámicas en el estilo de vida de las personas locales ante la llegada de extranjeros, haciendo que la zona sea cada vez menos accesibles para las y los propios mexicanos.
Aunque hay desalojos que están dentro del marco de la ley, se han denunciado prácticas que violentan el derecho a la vivienda y a la ciudad, de acuerdo con Carla Escoffié, abogada especialista.
¿Cómo evitar un desalojo forzoso o ilegal?
Un desalojo forzoso se realiza a través de procesos judiciales corrompidos, intimidación y violencia, donde la intención es sacar a las familias de sus casas para despues utilizar las propiedades para otras construcciones. Muchas veces, los desalojos forzosos se realizan con violencia sin intervención, registro o regulación de autoridad alguna, ni vigilancia de derechos humanos, de acuerdo con la abogada.
“Son desalojos que se realizan a base de corrupción, sin una orden judicial o sin una notificación previa a las partes; sin darles tiempo suficiente para sacar sus cosas y buscar otro lugar. Cuando se realizan durante la noche o con uso excesivo de la fuerza, por ejemplo, es violatorio al derecho de la vivienda”, explica Carla Escoffié.
Para evitar un desalojo ilegal, en el caso de las personas que rentan una vivienda, es contar con un contrato por escrito, ya que servirá como protección. Sin embargo, en México el 59% de los arrendamientos no cuentan con un contrato por escrito.
“Ya que se está ejecutando un desalojo forzoso, los mecanismos en México para poder hacerle frente son muy escasos, incluso los juicios de amparo, que son como el instrumento de protección a derechos humanos. Todavía es muy deficiente para proteger el derecho a la vivienda y es muy difícil evitar un desalojo forzoso”, expone la abogada Escoffié.
En Ciudad de México, son múltiples los casos donde usan este “modus operandi” para construir plazas comerciales o edificios nuevos, donde incluso se menciona que se utiliza a crimen organizado para realizar los desalojos forzados, indica la inciativa Gatitos contra la desigualdad.
Aunque en 2018 el congreso de la CDMX aprobó algunas regulaciones a los desalojos, para que respetaran derechos humanos y se prohibieran los “desalojos forzosos”, con presiones de las mafias inmobiliarias se volvió a reformar la ley en 2019 para que se permitiera el uso de “cargadores” privados. En la práctica, terminan siendo personas particulares que van y realizan desalojos forzosos, actuando con violencia sobre las familias afectadas.