Daniela Medina fue una de las cientos de migrantes que cerraron este martes la calle de Versalles, en la colonia Juárez, frente a las instalaciones de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), perteneciente a la Secretaría de Gobernación, como una medida para exigir a las autoridades que les ayuden con su situación migratoria.
En el sitio se congregaron venezolanos como ella, hondureños, ecuatorianos, haitianos y guatemaltecos, que acudieron a las céntricas oficinas en protesta porque la Comar no les ha dado un carnet para transitar hacia Estados Unidos y cumplir su sueño americano de instalarse en el país de las barras y las estrellas.
En la Comar se veía a los migrantes sentados en la orilla de la acera, algunos comiendo, otros platicando, volteando a las esquinas para ver si llegaban unos camiones que los llevaran a otros puntos para iniciar su tránsito.
Incluso alrededor de las 2pm llegaron un par de unidades de la Red de Transporte de Pasajeros, lo que causó que se apilaran los cientos de migrantes con la esperanza de subirse, pero a los cinco minutos se fueron sin llevarse a ninguno.
Migrantes, conviviendo con el miedo
Entre esa multitud que rápidamente se acercó a los camiones quedó Daniela, quien tuvo miedo de ser aplastada. Ella ha convivido con el miedo desde que salió de Zulia, debido a la inseguridad y a la mala situación económica de Venezuela, otrora potencia petrolera.
Daniela atravesó la selva del Darién, plagada de peligros, luego pasó por Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala. Pero en México es donde más miedo ha tenido, afirmó en entrevista con La Silla Rota.
“Se me ha hecho más difícil México que la mismísima selva. México me da miedo, por mi seguridad como mujer, todo mundo nos dice que es un peligro. Yo vengo con una compañera, llegamos solas, no vengo con hombres. Nos dan miedo los cárteles, nos hablan de estos grupos, se habla también de que el Instituto Nacional de Migración nos puede hacer cosas como mujeres solas.
“Quiero transitar de la mejor manera. Los hombres generalmente tienen menos riesgo. Yo venía con una cubana que se acercó a la caravana, bueno, la violaron. Nosotras corremos mucho peligro, los niños corren mucho peligro y Migración de México no nos está dando ningún tipo de solución”, dijo la joven.
Comar no soluciona
Respecto a la presencia de ella y de otros cientos de migrantes frente a la Comar, explicó que sólo buscan tener el carnet para transitar de una manera segura en México y no tener que hacerlo de manera clandestina, recurriendo a las bandas de coyotes.
“Nos dijeron que en la Comar nos daban una especie de carnet para transitar a la frontera y es mentira. Si los dan pero el trámite puede tardar hasta seis meses. A mí me dieron una cita para el 11 de mayo de este año, es demasiado lejos para nosotros como migrantes que venimos con pocos recursos y de muy lejos como para esperar a la cita”, continuó, con voz molesta.
Reiteró que en su caso ella llegó con una compañera pero hay personas que han llegado a México con sus hijos.
“¿No les da sentimiento ver a los niños?”, cuestionó. “Los refugios de migrantes están hasta el full”, añadió.
“No queremos quedarnos en México, sólo transitar y el INM sólo pone trabas para hacer un favor a los Estados Unidos, que no lleguemos hasta allá y el problema se les está quedando a México. Esta multitud es un problema para México”, diagnosticó.
Mientras Daniela daba la entrevista, otro venezolano la interrumpió para comentar que en su caso su esposa está embarazada.
Vuelven a cerrar
Después de la falsa alarma que representó la presencia de las dos unidades de la RTP, algunos migrantes se dispersaron, desesperanzados. Otros fueron a comer.
Eso fue aprovechado por las autoridades de la Comar para reabrir la circulación. Pero en cosa de 10 minutos un grupo de migrantes se colocó en la esquina de General Prim y comenzaron a impedir el paso para otro bloqueo.
Un funcionario de la Comar fue cuestionado sobre si habría camiones para los migrantes. Su respuesta fue que los camiones sí había. “Están a cinco cuadras”, se refería a los RTP de Avenida Chapultepec.
MRV