La discriminación aún tiene dientes legales que dañan, en especial, a la comunidad LGBTTTIQ del Estado de México, pues debido a que en la mayoría de los bandos municipales aún existen las faltas a la moral, la indecencia, las buenas costumbres y el escándalo, parejas del mismo sexo y personas trans son detenidas constantemente por dar expresiones de cariño o, incluso, por gritar.
Así lo alertó la asociación Civil Fuera del clóset, misma que se encargó de un análisis de los 125 Bandos municipales y enviar recomendaciones para adecuarlos a los ayuntamientos correspondientes; sin embargo ha sido por la respuesta.
Ernesto Montes de Oca, secretario Fuera del Clóset, lamentó incluso que en Calimaya les contestaron que no podían hacer modificaciones “tan progresistas”.
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“Todos estos se prestan o que son muy vahos y se prestan a que las autoridades, especialmente policías municipales, detengan a personas LGBTTTI por ir tomadas de la mano en la calle, por la vestimenta, por darse un beso en la vía pública y que, en muchas ocasiones, se utiliza eso ‘Te detenemos por una falta a la moral que está en nuestro bando municipal.
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Destacó que este análisis que hicimos nos permitió señalar que hay 116 Bandos Municipales que representa 90.2 por ciento de la totalidad que hay en el Estado de México.
“Prevén fracciones de esta índole y que además se presta a la criminalización de las personas por su orientación sexual o su identidad de género”.
El análisis permitió detectar que en 36 municipios, es decir, 28.8 por ciento, se registran normativas jurídicas en los que se expresan acciones concretas para proteger los derechos LGBTTTI; solamente nueve municipios en todo el estado no consideran las “faltas a la moral o las buenas costumbres”, aunque únicamente en tres (2.4 por ciento) se alcanzan los mínimos deseables para garantizar condiciones de igualdad y no discriminación, al menos, a nivel jurídico, para la diversidad sexual.
En Fuera del Clóset han detectado al menos 20 casos de personas que fueron detenidas y obligadas a pagar multas o pasar hasta 36 horas de arresto por su orientación o expresión de género; sin embargo, la mayoría no denuncia la discriminación de la que fue víctima.
“Todas van en lo mismo, desde parejas que se estaban recargando en el hombre, así de ridículo como se escucha, en un parque público y que de repente un policía llegaba y decía ‘Es que hay niños y niñas presentes y por eso te vamos a detener’; mujeres que se estaban besando y otra vez lo mismo”.
“Además es algo totalmente anacrónico, las faltas a la moral y las buenas costumbres están establecidas desde el Código Napoleónico”.
Finalmente el activista lamentó que no hay ningún bando municipal que explique qué son las faltas a la moral o las buenas costumbres, por lo que el tema se torna subjetivo y abre la puerta para la violación de los derechos humanos.
Cabe destacar que la homosexualidad o la transexualidad nunca han sido consideradas como un delito en el Código Penal de México.
VGB