Policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México encargados de brindar seguridad en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde se llevó a cabo el festival de música electrónica EDC México, realizaron un operativo especial contra la venta ilegal de entradas, que derivó en la detención de 15 personas.
El dispositivo implementado tuvo como resultado la detención de 5 mujeres y 10 hombres, entre ellos tres menores de edad, que fueron identificados cuando ofrecían boletos a un precio diferente al de taquillas o posiblemente apócrifos, al exterior del recinto localizado en la alcaldía Iztacalco y que propiciaban la reventa, además les aseguraron alrededor de nueve boletos.
Después de su detención, a los posibles responsables de entre 18 y 61 años de edad, así como tres adolescentes de 17 años de edad, se les informaron sus derechos de ley y fueron puestos a disposición del Juez Cívico, quien determinará su situación jurídica.
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Cabe mencionar que, tras realizar un cruce de información, se tuvo conocimiento que tres de los detenidos, cuentan con diversas presentaciones ante el Juez Cívico por reventa de entradas en diferentes eventos.
Los uniformados de la SSC mantuvieron el despliegue operativo hasta el término de las actividades y el desfogue total de los asistentes, en tanto, los policías de Tránsito agilizaron la vialidad en las principales avenidas aledañas.
EL FESTIVAL
El DJ neerlandés Tiësto cerró el segundo día del Electric Daisy Carnival (EDC México) con un poderoso set, en el que incluyó mezclas con la "BZRP Music Sessions #52" ("Quédate”), de Bizarrap y Quevedo, “Provenza”, de Karol G y hasta una demostración de sus inicios con un “trance puro”.
Tiësto se paró sobre las tornamesas del escenario principal, kineticFIELD, pasada la medianoche para ofrecer a los presentes una presentación memorable que los pusiera a bailar, brincar y gritar con toda la energía.
Tiësto no escatimó y quiso dar a sus fans lo mejor de sus mezclas, por ejemplo, una versión especial de “A Sky Full Of Stars”, de Coldplay, mientras el escenario se llenaba de un sorprendente juego de luces. La rola sonó al principio tranquila y fue poderosamente elevada hasta hacerla reventar.