Desde donde convalece por las fracturas y daño renal que sufrió tras el choque de trenes en el tramo Potrero-La Raza de la Línea 3 del Metro de la Ciudad de México, Carlos Alfredo “H”, el conductor del convoy acusado de manejo negligente, fue notificado que será procesado por los delitos de homicidio culposo y lesiones.
En una larga audiencia que se realizó en las salas de oralidad del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Ciudad de México, en la colonia Doctores, que el inculpado siguió vía remota, un juez de control le impuso, además, la medida cautelar de resguardo domiciliario.
Se dio un plazo de seis meses para el cierre de la investigación complementaria, periodo en el que tanto la Fiscalía General de Justicia, como la defensa, aportarán sus respectivos datos de prueba. Carlos Alfredo “H” sufrió fracturas en cadera y pie, además de daños en riñones a consecuencia del impacto del tren que conducía con otro que estaba parado en el tramo subterráneo de las estaciones Potrero-La Raza
Juez niega reponer proceso
La defensa jurídica de la familia de Yaretzi Adriana Hernández Fragosa, la joven estudiante de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM que murió en el siniestro ocurrido la mañana del 7 de enero de 2023, solicitó al juez de control la nulidad del proceso, debido a que las víctimas no fueron notificadas de la detención e imputación que hizo la fiscalía capitalina contra Carlos Alfredo “H”, operador del tren número 24.
En la audiencia se desestimó la petición que hizo el penalista Cristopher Estupiñán, quien se quejó de que las víctimas que representa nunca fueron citadas al TSJ para saber de los cargos contra el conductor del tren siniestrado.
El juez de control negó dicha solicitud y avaló el argumento del Ministerio Público que señaló que no contaba en ese momento con los domicilios de las familias de las víctimas directas e indirectas, aunque sí realizó una notificación mediante estrados.
La audiencia contra el conductor del metro
Un juez de control del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Ciudad de México define este miércoles si vincula a proceso a Carlos Alfredo "N", conductor del tren número 24 que se estrelló con otro en el tramo Potrero-La Raza de la Línea 3 del Metro, que sufrió varias fracturas tras el accidente ocurrido la mañana del 7 de enero de 2023.
La Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina lo acusa por los delitos de homicidio culposo y lesiones, tras el siniestro en el Metro que causó la muerte de la joven estudiante de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la UNAM, Yaretzi Adriana Hernández Fragoso, y lesiones a 106 personas, incluido el operador Carlos Alfredo"N", quien resultó con fracturas en cadera y pie, así como una lesión grave en el riñón.
A las 13:30 horas se reanuda la audiencia para que un juez determine la situación jurídica del conductor del tren número 24 en una de las salas de oralidad del TSJ, en la calle Doctor Lavista, colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc, la cual será a puerta cerrada, sin acceso a medios de comunicación, pese a que este tipo de casos no está contemplado entre los que no se permite el acceso a periodistas, camarógrafos y fotógrafos.
La semana pasada, la defensa del operador del tren del Metro siniestrado solicitó la duplicidad de término constitucional para tener oportunidad de ofrecer este miércoles más pruebas a favor de Carlos Alfredo, quien está convaleciente por las serias lesiones que presenta al estrellarse directamente con otro tren que estaba parado en el oscuro túnel de la interestación Potrero-La Raza.
"PARA AUTORIDADES, MEJOR QUE CONDUCTOR HUBIERA MUERTO”: ESTUPIÑÁN
Cristopher Estupiñán, representante jurídico de cinco víctimas del siniestro de la Línea 3, entre ellas los padres de la joven universitaria Yaretzi Adriana Hernández Fragoso, rechazó tajantemente el dictamen oficial del siniestro, y acusó que al igual que como sucedió con el colapso de la Línea 12 del Metro -3 de mayo de 2021- en este caso “existe un claro contubernio entre el gobierno de Claudia Sheinbaum, autoridades del Metro y la fiscalía”.
Dijo que culpar al conductor y atribuir el accidente a un supuesto sabotaje es un intento de ocultar la decadencia y trampa mortal en la que se ha convertido el STC Metro, con tal de no afectar los intereses políticos y posible candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum.
“Todo es aceptable, menos que un conductor no frene, eso es totalmente absurdo, ofensivo y es una burla para los afectados, para ellos, para la fiscalía, lo mejor que pudo haber pasado es que el conductor hubiese muerto, y lo digo con todo respeto, porque si el conductor hubiese muerto el problema de la fiscalía se hubiera terminado, si nos dicen que él es el responsable, si hubiese fallecido nos quedamos todos con los brazos cruzados y sin ninguna garantía de reparación del daño”, señaló Estupiñán.
César Ricardo Hernández Velazquez, padre de Yaretzi Adriana, negó que la FGJ haya encontrado al verdadero culpable de la tragedia.
“La muerte de mi hija es cruel y terrible, no se puede menospreciar eso, no se puede subordinar a los intereses políticos ni del poder la desgracia humana, el dolor que sufrimos…en las noches mi segunda hija, que es la que nos queda, llora todas las noches, ¿cómo reparo ese daño?, ¿qué le digo a mi hija, le digo no te preocupes hija ya encontraron al responsable, como si eso fuera cierto?, es un insulto a su memoria y a las otras víctimas”, aseveró.
LINEA 3 SIGUIÓ OPERANDO PESE A “QUEMA DOLOSA” DE CABLES
De acuerdo con el dictamen de la propia FGJ, las operaciones en este tramo de la Línea 3 no fueron suspendidas por la dirección del Sistema de Transporte Colectivo (STC), a cargo de Guillermo Calderón, pese a que horas antes se detectó la supuesta “quema dolosa” de cables que controlan sistemas vitales para una conducción segura.
Los abogados del operador expondrán ante el juez que nunca hubo una conducción negligente de su defendido como acusa la fiscalía, además de que consideran absurdo que haya ignorado las normas de seguridad poniendo en riesgo no solo a los usuarios, sino su propia vida, pues el recibió el impacto frontal.
De acuerdo con los peritajes de la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México, Carlos Alfredo no respetó las medidas preventivas de conducción manual restringida y marcha de seguridad para la circulación de trenes que se impusieron horas antes del accidente.
La noche del pasado 6 de enero se detectaron en la estación Potrero daños ocasionados por la “quema deliberada de cables”, lo que afectó los sistemas de señalización al interior del túnel que conecta con la estación La Raza, así como de pilotaje automático y comunicación.
DICTÁMEN LÍNEA 3
La FGJ determinó que el siniestro en la inter estación Potrero-La Raza fue producto de dos causas:
“La quema y corte doloso de los cables ubicados en dos registros de conexión que contienen cableado eléctrico, de comunicaciones, señalización y pilotaje automático en la estación Potrero, en sus costados oriente y poniente.
“La conducción negligente del tren número 24 que no respetó las medidas de conducción en modo de seguridad, que significa no rebasar los 35 kilómetros por hora, lo que asegura que ante cualquier eventualidad el conductor pueda responder y evitar accidentes, garantizando reacciones adecuadas con la distancia y tiempo suficientes en forma segura”.
Según la investigación, el viernes 6 de enero de 2023, a las 20:00 horas, se reportó al Puesto de Control Central una falla en la señalización al interior del túnel, lo que afectó un conjunto de indicaciones que regulan el avance de los trenes.
“A las cero horas del sábado 7 de enero, el equipo de la gerencia de mantenimiento técnico se presentó al cierre del servicio para hacer el diagnóstico y detectaron un enorme daño material, causado por la quema deliberada de cables en uno de los registros ubicados en la zona oriente de la estación Potrero, por lo que determinaron que la normalización del servicio llevaría el tiempo equivalente a varios turnos de trabajo.
“Derivado de las averías en el sistema de señalización y con el fin de no interferir en la prestación del servicio, el Puesto Central de Control (PCC) estableció, tomando como base los manuales técnicos de operación, la marcha de seguridad para la circulación de los trenes”, puntualiza el informe de la fiscalía.
La marcha de seguridad establece que los operadores deben adoptar conducción manual restringida de los trenes, lo que significa, entre otras cosas, que deben circular a una velocidad máxima de 15 kilómetros por hora en curva y 35 kilómetros por hora en línea recta, además de que no podrán cambiar a otro modo de conducción, sin previa autorización del Puesto Central de Control. Ante ello, queda prohibido cambiar a pilotaje automático durante este período de seguridad.
“Específicamente, a las 9:06 horas del sábado 7 de enero se dio el alcance del convoy 24 contra el convoy 23 ubicado en la inter estación Potrero – La Raza, provocando el lamentable deceso de una persona y más de cien lesionados a quienes se les trasladó a hospitales para su atención”, refiere la investigación.
MRV