En los últimos días, las faldas del volcán Iztaccíhuatl, en el municipio de Amecameca, Estado de México, se han pintado de blanco por las bajas temperaturas que se han registrado en el centro del país.
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Sin embargo, la nieve que se ha concentrado en la zona ha provocado un aumento de turistas que buscan un momento de diversión pese a las restricciones de ascenso al coloso emitidas por personal de protección civil.
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“Vengo desde Ixtapaluca, traje a mi niño él nunca había venido nunca lo habíamos traído y eso nos animó a venir hoy, desde ayer se veía muy blanquito y por eso nos venimos”, contó Idaí Toriz.
Junto a su familia salió desde la ocho de la mañana para pasar la tarde en el parque nacional Iztapopo. Tardó más de una hora en llegar al primer refugio y único abierto a turistas en esta temporada navideña por el riesgo que implica escalar la montaña bajo condiciones extremas de frío.
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“Venimos desde allá abajo pues desayunando y ya que llegamos aquí y a llevamos un buen ratito aquí respirando aire puro. Está muy sabroso el frío, muy abrigador”, dijo.
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Pese a que la idea era realizar senderismo por varios caminos cercanos, el cierre de las instalaciones por elementos de protección civil obligó a familias a concentrarse en el acceso Parque Iztapopo. Ahí aprovecharon la tarde para tomar fotografías y convivir con la naturaleza.
“Está bien cerrar el acceso debido al alto riesgo que implica, para el alpinismo lamentablemente es lo contrario porque nos prepara para ponernos en condiciones más extremas, siempre y cuando tengamos el equipo idóneo o adecuado para responder a cualquier adversidad”, reconoce Gustavo "Ángel de la noche”, experto en montañismo.
A sus poco más de treinta años, se ha convertido en uno de los rescatistas más experimentados en apoyo a turistas desaparecidos o accidentados en esta zona del Estado de México.
“Si, la población ve las montañas y sonará muy muy bien, pero no es de vámonos a las montañas, en cambio la población más cercana a estas zonas se la sabe, sabe las rutas, pero existe esa parte de la población que entra más por aprender, vienen a jugar y entre el relajo vienen los accidentes”, dice.
Cuenta que la falta de experiencia y de equipo adecuado para conquistar la cima de la llamada “mujer dormida” son los principales factores de riesgo que influyen en los accidentes en la zona alta de la montaña.
“Me ha tocado muchas veces auxiliar, en la mayoría de los casos es por hipotermia, no llevan ni las prendas adecuadas, no llevan las cuatro capas para evitar hipotermia, fuera de ahí yo pondría número uno el calzado el calzado casi suben con converse, esos no tienen ni soporte ni nada, perdón por el comercial pero son del calzado reprobado”, dijo.
“De hecho hay acceso hasta La joyita, únicamente a pie, no pueden entrar vehículos, lo ideal es que no estén haciendo fogatas para evitar incendios forestales”, recomienda.
Para los servicios de emergencia, lo recomendable es realizar la exploración con personal experimentado, además de “estar preparado físicamente, posteriormente la ropa, la ropa te salva de muchas cosas y tener paciencia, paciencia es la número uno para mí, mientras no acabes con la fuerza mental tu cuerpo puede resistir, pero lo ideal es no exponerse”, dice.
Desde ayer, la Secretaria de Medio Ambiente y la Comisión de Áreas Naturales Protegidas determinaron cerrar el acceso al Parque Nacional Iztapopo debido a las bajas temperaturas registradas en la zona de hasta menos cinco grados y las ráfagas de viento que ponen en peligro a los turistas en la zona alta.
“Para perderse, no tienen que ir a zonas donde no conocen, para la población es no salirse de las veredas que ya están formadas, para evitar la hipotermia siempre cargar sábana térmica, hay desde 50 hasta 500, hay ropa térmica básico una chamarra, pero chamarra impermeable de preferencia, en contra te digo, digamos por el sol por la luz, por los volcanes es un poquito más difícil para la población pero lo ideal es que si no conocen la ruta no lo hagan”, dice.
El parque nacional Iztapopo fue declarado Parque Nacional el 8 de noviembre de 1935 y en 2010 la UNESCO lo clasificó como Reserva de la Biósfera con una superficie más extensa, de 172 mil hectáreas.
VGB