Esta semana, los habitantes de la Ciudad de México fueron sorprendidos por la ocurrencia de varios microsismo, perceptibles en ciertas zonas de la capital, los cuales ocurrieron con un tiempo de separación relativamente corto, el martes fueron 4 y este jueves uno más, aunque este último alcanzó la mayor intensidad de los microsismos con epicentro en la Ciudad de México ocurridos durante los últimos 8 meses.
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La ocurrencia de microsismos dos días de la semana han encendido las alertas entre los habitantes de la ciudad, quienes empiezan a cuestionarse las posibles implicaciones de que ocurran microsismos con tan poco tiempo de separación entre ellos. Al respecto, el sismólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Víctor Manuel Cruz Atienza, declaró que estamos ante un posible “enjambre de microsismos”.
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En entrevista para la agencia de noticia EFE, el sismólogo señaló que “es posible” que durante los próximos días y semanas, sigamos sintiendo más fenómenos telúricos de la naturaleza de los de esta semana, por lo que habrá que tomar precauciones y estar preparados para seguir las medidas de seguridad pertinentes, en especial, teniendo en cuenta que, ante los microsismos con epicentro en la CDMX, las alertas sísmicas no funcionan para avisarnos con antelación.
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De acuerdo con el sismólogo de la UNAM, esta no es la primera vez que la CDMX se enfrenta a un “enjambre de terremotos”, pues en 1981, ya se vivió un evento similar, y de igual forma que esta vez, al sur de la ciudad. También refiere trabajos de 1971, donde se documentan fenómenos de este tipo entre 1909 y 1969.
Víctor Manuel Cruz Atienza, sostiene la hipótesis, con base en “evidencias satelitales”, de que los microsismos en la Ciudad de México se han incrementado a raíz del deslizando “lento y paulatino” que en estos momentos está sufriendo el subsuelo de la capital.
Según el sismólogo, las velocidades de los microsismos que han estado ocurriendo en la capital, son comparables a la del devastador terremoto de 1985, señalando que la diferencia es el epicentro y la profundidad a la que ocurren, aunque agrega que las altas velocidades de los movimientos telúricos no suponen un “alto riesgo en principio”, esto porque son “muy breves”.
Entre las causas de los microsismos, Cruz Atienza declara que no se ha podido demostrar una correlación con las obras urbanísticas y los terremotos, aunque señala que “los desarrollos urbanísticos sin control legal de las laderas de la gran urbe mexicana podrían estar en peligro”, en caso de darse un microsismo cercano.
(Con información de EFE)
VGB