La apertura del Centro de Transferencia Modal (Centram) Martín Carrera el pasado primero de noviembre trajo el ordenamiento del transporte público que llega a ese punto de la Ciudad de México, pero también significó una baja en las ventas de las personas que ejercen el comercio informal allí.
"La verdad sí nos bajó la venta, porque ya no pasa la gente como pasaba antes, los camiones ya entran directo al Cetram, ya no viene la gente así como pasaba antes", dice Adelina Pérez, una de las vendedoras que aprovechan el flujo de personas en la terminal del Metro Martín Carrera para vender cubrebocas, audífonos, gorras y otros productos.
La madre de tres mujeres es parte de los comerciantes que ofrecen algún producto afuera del recién inaugurado Cetram Martín Carrera. Al hablar con vendedores informales, todos reportan una baja en las ventas desde que fue abierto el Centro de Transferencia.
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La señora Adelina paso de vender tacos de guisado afuera de metro Portales, a los cubrebocas en Martín Carrera, lo anterior por la pandemia por Covid-19, lo cual, ya había significado una baja en sus ingresos.
"El día que nos movieron de Portales tenía 60 pesos en la bolsa ¿Que iba hacer? Me vine para acá y ahí íbamos, vendiendo poco a poco con mi hija, pero otra vez pasó algo", dice la mujer, en referencia a la apertura del Cetram.
El Centro de Transferencia aún no cuenta con comercios operando, pero ahora que las unidades del transporte público deben cargar y descender a los pasajeros dentro, ha provocado que los vendedores informales de afuera, vean mermados sus ingresos.
"Yo tenía 23 años vendiendo adentro en el paradero ¡Imagínate! Empecé a los 8. Primero nos salimos para la construcción, ni modo, somos ambulantes. Ahorita pues sí, se ha vendido menos", asegura Alfredo, un vendedor de tortas y café.
"Pues yo creo que ahorita he vendido poco más de la mitad que antes, más o menos ¿Pero qué vamos a hacer?", reporta una mujer que vende periódico y dulces donde antes hacían base algunos camiones sobre avenida Ferrocarril Hidalgo.
La plaza comercial que se construyó en la aparte superior del Cetram alojará cines, supermercado, departamentos y hasta 80 tiendas, entre otros negocios. Sin embargo, para los pequeños comerciantes que encontraron un ingreso en la informalidad, la posibilidad de rentar o adquirir un local es impensable.
"Nunca nos ofrecieron un local pero supuestamente son 300 mil pesos para un local pequeñito, yo no saco ni mil pesos la día ¡cuándo vamos a rentar un local!", dice la señora Adelina.
El caso de Alfredo es similar, pero ve las cosas con un poco de optimismo.
"No podemos competir contra Goliath. Mejor vamos. A esperar que las cosas se acomoden. El día que lo inauguraron hubo buena venta, ya ahorita bajó pero hay que esperar a que esto se acomode".
DJC