Para Braulio el ser invidente no es una discapacidad, él sabe abordar el camión que lo deja en su domicilio y acude a sus actividades ordinarias como maestro de personas débiles visuales, enseña a grupos de personas, que como él buscan llevar una vida normal, donde superen las limitaciones y obstáculos.
Braulio es una persona que ha logrado sacar adelante a su familia, como a su hija, quien ha logrado estudios superiores.
“Yo soy terapeuta, aprendí esa actividad y la he estado desarrollando en instalaciones que se encuentran en El Tenayo y en Lomas de San Juan Ixhuatepec”.
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El hombre no tiene problemas para trasladarse de un lugar a otro, más cuando va a buscar materiales que necesite como reglas, textos y otros objetos, los cuales compra en la Ciudad de México, específicamente en la alcaldía de Azcapotzalco, “tomo el camión que va al Metro Normal, luego otro transporte que me deja en una oficina donde venden todos los artículos para personas ciegas, puedes pedir allí que te traduzcan libros a braille”.
Explica que los temas que imparte a un grupo de unas 15 personas que al igual que él perdieron el sentido de la vista, o nacieron sin él.
“Primero se les enseña a identificar olores, hay lugares específicos que son fácil de identificar, al salir a la calle a veces huele a carnitas, a flores, o hasta a aguas sucias de caño. Todo eso sirve, es desarrollar el sentido del olfato y aprovecharlo al máximo”.
Los invidentes, quienes se reúnen los miércoles en un portal de Santa Mónica en Tlalnepantla, aprenden de Braulio también a desarrollar el sentido del oído, identificamos sonidos, “por ejemplo cuando llega un camión de transporte, además del ruido del motor a veces el ambiente, la música que se escucha y cuando llevan a sus ayudantes, todo eso conocemos y nos ayuda”.
Dijo que buscan con ello ayudar a que las personas con discapacidad visual puedan tener una mejor calidad de vida, por eso los invidentes son capacitados con cursos de braille, movilidad e identificación auditiva.
Destaca que una de las actividades es sacarlos a caminar en los entornos, suben a banquetas, pasan calles, caminan en tramos de piso irregular y conocen escuchando y oliendo aromas, apoyados por un bastón.
El profesor Braulio, detalló que recientemente apoya en su capacitación a unas 20 personas entre mujeres y varones, quienes acuden con sus familiares a las clases, pero también hay personas que llegan solas en transporte público.
Explicó que los lunes imparte clases a invidentes de la Zona Oriente en El Tenayo y miércoles en un portal de Santa Mónica, donde da cuatro horas, de las cuales dos son de práctica, “los llevo a caminar unas ocho o diez cuadras alrededor y retornamos. Las otras dos horas las dedicamos a la teoría”.
En el grupo se apoyan unos a otros, cuando alguien tiene un problema se le escucha y entre todos le proponemos soluciones, “es algo así como lo que hacen los grupos de autoayuda, cuando alguien está afectando su estado emocional, aquí mismo lo platicamos y si lo podemos ayudar canalizándolo a alguna institución, pues lo ayudamos de esa forma”, dijo Braulio.
Explicó finalmente que para las personas con discapacidad visual es importante que conozcan las formas y figuras del mobiliario público, el tamaño de las banquetas y guarniciones, así como las formas, peso y características de monedas, billetes, objetos de uso diario. Pero también que aprendan a identificar los sonidos del entorno donde radican o realizan sus actividades.