Una grieta monumental divide al Zoológico y al Bosque de Aragón, en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México. Si bien la falla en suelo ya se había registrado hace más de un año, hace un mes se agravó a tal punto que la avenida Loreto Fabela fue cerrada en uno de sus sentidos, ante el riesgo de un accidente vehicular o uno donde algún peatón se vea afectado.
“Ya habido accidentes, más en la mañana de 6 a 8, que es la hora pico, que viene las familias, ha habido choques aquí porque es la puerta principal. Quieren pasar peatones, los coches y se presta a algún accidente”, cuenta la señora Ivonne Venegas, que cuida los coches de los deportistas que van al Bosque de Aragón.
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La avenida Loreto Fabela corre entre los dos espacios públicos y una instalación del Banco del Bienestar, lugar donde se aprecian los montones de tierra y cascajo por lo trabajos, que hasta el martes 24 de octubre, estaba totalmente detenidos.
“Si estuvieron trabajando pero ya tiene como dos semanas que no viene nadie a trabajar”, asegura la cuidadora de los coches.
Los autos que por allí pasan son desviados ante el cierre y deben circular en otro de los sentidos de la vialidad, dejando dos carriles que corren de sur a norte y uno en dirección contraria.
La falla corre paralela a la vialidad pero también por dentro del estacionamiento del Zoológico de Aragón, por lo que por lo menos dos de los accesos al lugar están inhabilitados desde hace semanas.
Las fallas en el suelo fueron rellenadas con grava por trabajadores de la alcaldía, hace algunos días, y sólo algunos ciclistas o motociclistas que pueden rodear los bloques que cierran la calle se atreven a pasar; el resto de los vehículos debe desviarse.
Los peatones y usuarios del bosque y el zoológico no ven mayor afectación al pasar por la zona, excepto cuando quieren cruzar, debido al congestionamiento de los únicos carriles habilitados.
“Sí me gustaría que fueran atendido a la brevedad porque es un riesgo y nos afecta a todos, yo que vengo unas cuatro veces a la semana a correr al bosque entro por la puerta donde los coches se cambian de carril por el cierre y pues nadie te sede el paso, unos pasan y si te ven ni la velocidad disminuyen, entonces es un cuello de botella”, dice Armando, usuario del Bosque.
Las afectaciones en el suelo se suman a las que se presentan a unas colonias cercanas, en la Unidad Habitacional San Juan de Aragón Sección I, donde desde hace años hay una grieta en el subsuelo, derivada de una fuga de agua que no había sido detectada, y que ha afectado varias viviendas, las cuales están deshabitadas.