KENYA CUEVAS

Kenya Cuevas y siete años de activismo trans

En estos siete años, Kenya ha sido víctima de dos atentados en su contra: uno con arma de fuego y otro más a manos de ex compañeras el sexoservicio

Kenya comenzó el camino en el activismo social, sin experiencia y sin conocimientos en el tema.
Kenya comenzó el camino en el activismo social, sin experiencia y sin conocimientos en el tema.Créditos: Fabián Evaristo
Escrito en METRÓPOLI el

Exigir justicia para su amiga Paola, asesinada a manos de un presunto cliente, cuando ambas ofrecían servicios sexuales sobre la avenida San Cosme, en la colonia Guerrero, fue el comienzo de Kenya como activista trans. A siete años de la tragedia ha creado una fundación, sobrevivido a dos atentados, ayudado a crear un mausoleo y sigue exigiendo justicia por el transfeminicidio de su compañera.

La noche del 30 de septiembre de 2016, Arturo Delgadillo subió a su auto a Paola y un instante más tarde la habría matado a tiros, Kenya Cuevas fue testigo de todo, incluso de como, dos días después se liberada al agresor.

Ante la liberación del presunto asesino, dos días después del asesinato, Kenya y otras compañeras decidieron llevar el féretro de Paola al cruce de las avenidas Insurgentes y San Cosme para denunciar el crimen y la liberación del asesino.

La manifestación en la cual se colocó el féretro de Paola en el importante cruce fue icónica fue producto del “enojo, la rabia y el descontento que había”, recuerda la activista trans. A raíz de esa protesta Kenya comenzó el camino en el activismo social, sin experiencia y sin conocimientos en el tema. Pero con los años llegó a crear su fundación ‘La Casa de las Muñecas Tiresias’.

“Yo empecé a buscar justicia los dos primeros años como una persona que buscaba justicia por una amiga, se manifestaba, buscaba respuestas, hasta que decidí abrir una organización en el 2018 que es Casa de las Muñecas en donde ya empecé a dar más enfoque a un activismo, una claridad en la defensoría de los derechos humanos y crear espacios para la población más vulnerable que yo atiendo”, dice Kenya.

“No sabía cómo, pero en el camino se vino dando como una bolita de nieve, empezó con pocas acciones, poca visibilidad, sin embargo, se fue dando un camino distinto, de conocimientos, de denuncias”.

En estos siete años, Kenya ha sido víctima de dos atentados en su contra: uno con arma de fuego y otro más a manos de ex compañeras el sexoservicio, por lo que ahora realiza todas sus actividades con un guardaespaldas.

“Eran mismas compañeras trabajadoras sexuales que se es pagó se les ofreció dinero y después las detuvieron y en el juicio les otorgué el perdón ¿por qué? Porque hoy comprendo que también eran mujeres con desigualdades, con necesidades y que en ese momento se les hizo fácil”, asegura.

Actualmente, Kenya viaja a todos lados con su asistente y un guardaespaldas, quienes la acompañan a los compromisos que tiene con su fundación que ayuda a poblaciones vulnerables como personas en situación de calle, migrantes, mujeres en el comercio sexual y de la comunidad LGBT.

Fue así que la mujer que a los nueve años fue expulsada de su casa por sus preferencias sexuales fue adaptándose a su nuevo estilo de vida, del cual asegura, no se va alejar nunca.

“Nunca he pensado tirar la toalla, sí he llegado cansada a casa, que llegas fastidiada del día, pero no he pensado en rendirme. Yo tomé una decisión cuando mataron a Paola y yo le prometí que nunca iba a descansar y si me tengo que morir en la raya me voy a tener que morir”.

Luego de consumo de sustancias y una estancia en prisión, Kenya se sabe consiente de las limitantes que marcaron la primera etapa de su vida y las cosas que la han llevado presidir la Casa de las Muñecas Tiresias.

“Yo me había acostumbrado con mis limitantes sociales como lo había permitido la sociedad y sin embargo yo ya me había conformado con esa vida, y esto vino de la noche a la mañana, me cambió, me transformó, pero también me educó, ahora estoy dándole la brecha a la comunidad trans”, explica.

Entre los logros de Kenya está el haber conseguido la creación del primer mausoleo para personas trans en el mundo, el cual se encuentra en el panteón San Lorenzo Tezonco, en Iztapalapa. Y hace unas semanas fue pieza clave en la lucha que varios patinadores hicieron porque el cuerpo de su compañero Oslin Tejeda ‘el Mara’ fuera entregado a ellos y así evitar que terminara en la fosa común.

Lamentablemente, a siete años, el caso de Paola sigue impune y su asesino prófugo. Hay una recompensa por parte de autoridades, pero Kenya asegura que su venganza “será que todos seamos felices”.