ENTREVISTA EXCLUSIVA

"Soy ama de casa, en el Metro quieren lavarse las manos y me acusan de sabotaje"

En entrevista con La Silla Rota, Viviana Salgado relata cómo fue que las aspas de su lavadora cayeron a las vías del Metro, hecho por el que fue detenida y sigue bajo proceso

Créditos: Manuel López
Escrito en METRÓPOLI el

Ixtapaluca.- “Me sentí muy mal porque es una injusticia lo que me están haciendo, porque como ama de casa solo fui a buscar una pieza para mi lavadora”, así es como resume Viviana Salgado, los últimos días de sufrimiento que ha padecido por ser acusada como una de las saboteadoras del Metro de la Ciudad de México

La mujer de 41 años, jefa de familia en el municipio de Ixtapaluca, en el Estado de México, pasó dos días en el penal de Santa Martha Acatitla y se encuentra bajo proceso por afectar el servicio en la estación Centro Médico, de la Línea 3, el pasado 12 de enero con un aspa de lavadora.

“La verdad ahorita estos días me la he pasado pensando todo lo que me pasó, que ya me trataron como vil delincuente y pues sin deber, estoy como traumada porque es como un trauma lo que me hicieron la verdad”, dice.

Acompañada por familiares y vecinos, asegura que en realidad su intención solo era encontrar una pieza de plástico para poder lavar su ropa y cobijas y no afectar a los millones de usuarios del “gusano naranja” de la ciudad como lo insinuó hace unos días la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

“El vecino me hizo favor de checar mi lavadora y me dijo que ya no servía la aspa y me dijo: 'pues ve a comprarla' y me fui al Metro Juárez, pero ya de regreso, por desgracia, en el Metro Centro Médico se me cayeron las aspas viejas sin querer, pero los policías están diciendo que fui yo quien las aventó y eso no es verdad, fue un accidente”, explica afuera de su vivienda.

Libertad condicionada

Actualmente, Viviana se encuentra bajo proceso por el delito de ataques a las vías comunicación, aunque en libertad condicional, debido a las declaraciones presuntamente falsas que realizaron elementos de la policía y de la propia Guardia Nacional ante el Ministerio Público tras su detención.

“Desde que entré a la estación había muchos de la Guardia Nacional y policías pegados a la pared… Estábamos esperando el metro para llegar para transbordar para Pantitlán, estamos parados mi hijo y yo atrás de la línea, y yo por querer acomodarme bien las aspas, bueno las bolsas, se abrió la bolsa y cayó el aspa, la viejita, y botó hacia las vías.

“Entonces me dicen (los policías) vamos a ver qué pasa y yo dije pues sí me espero y ahí estuve esperando y la verdad me querían esposar y le dije yo no me voy a esposar porque fue un accidente y hasta a ti te hubiera pasado, pero me dijeron: '¿No te vas a esposar?' y le dije que no yo te acompañó a donde tú quieras. Me llevaron al MP de Pino Suárez y es ahí donde me tuvieron detenida dos días. De ahí me mandaron a Santa Marta. Ya para el sábado salí para ir al juzgado”, recuerda.

Pese a que vecinos, su hijo que la acompañaba y el propio técnico que le iba a dar servicio a su lavadora están dispuestos a declarar a su favor, ahora se enfrenta a un nuevo obstáculo: la negativa del Metro para entregar los videos que demuestren su inocencia ante el juez.

“Yo lo que quiero es que entreguen los videos del Metro para que ahí vean que en realidad fue un accidente, no fue que yo los aventé”, afirma.

“Me siento muy triste y enojada porque es muy injusto que a mí me hayan hecho esto. Yo sufro de la presión y la verdad esos días que estuve encerrada yo sentía que me iba a pesar algo, mi cuerpo todo me hormigueaba y yo le decía al joven: 'déjeme salir de aquí, por favor, me siento muy mal, se me va la respiración'… la verdad es una cosa muy fea que hasta la fecha no lo puedo superar”, señala.

Chivo expiatorio

Para Viviana, su detención ha sido utilizada por las autoridades de la Ciudad de México como “chivo expiatorio” para justificar la presencia de la Guardia Nacional por los recientes incidentes que se han registrado en el Metro.

“Ellos dicen que son sabotajes, que algún partido me pago para yo hacer eso, pero cómo van creer, que vengan a mi casa, tengo mucha gente que me conoce, desde niña yo he estado aquí y ellos saben que yo no estoy con ningún partido ni nada, yo soy un ama de casa, con mis hijos y está ahí yo no me meto ni con la gente aquí me quiere mucho los vecinos. 

“Sí, yo creo eso que yo fui una víctima de ellos para limpiarse las manos por lo que está pasando en el Metro”, sentencia.

Secuelas en la familia

Además, el trato como delincuente que ha padecido Viviana ha traído consigo secuelas en varios miembros de la familia, así como en el trabajo de su esposo, chofer de transporte de carga, quien tuvo que suspender sus viajes para apoyarla. 

“A mi hija la chica, la de 15 años, me abraza y me dice mamita te extrañé mucho yo pensé que iba a pasar otra cosa y le dije no mamita no te preocupes.  No podía dormir, hasta unas de mis primas le tuvo que dar un té para que se calmara porque decían que no paraba de llorar… todo por unas aspas. 

“Y si nos perjudica porque dice mi esposo: 'ya no eres la misma' y le digo pues compréndeme porque no es una cosa fácil lo que me pasó”, comenta.

Por ahora, Viviana está obligada a firmar su asistencia todos los fines de semana como medida cautelar, en espera de ser notificada sobre la fecha de la próxima audiencia donde un juez decidirá si abre o no una investigación en su contra.

“Tengo que ir a firmas y audiencias y ahorita sigue el proceso. Tengo que recolectar pruebas y ese día de la audiencia yo quería meter las aspas y que fuera declarar mi hijo, pero el juez me dijo que no, que después porque todavía no había acababa. 

“La verdad a mí me da mucho miedo eso ahorita los dos días que estuve ahí fue muy feo para mí, fue muy duro, fue una vida horrible, a nadie se lo deseo a nadie todo eso que me hicieron”, enfatiza.

MRV