La historia se revivió. Los sismos han marcado de manera muy profunda la memoria de los habitantes de este territorio. Y es que la fecha es una coincidencia –19 de septiembre–pero también un recordatorio de la fragilidad humana ante los fenómenos naturales.
El miedo y el terror de ese, todavía, cercano 2017, y lejano 1985, ha permanecido casi intacto entre quienes padecieron los estragos de aquellos movimientos telúricos, que aunque de distinta magnitud –el de 1985 tuvo una magnitud de 8.1, con epicentro en las costas de Michoacán. El de 2017, fue de 8.2 y de acuerdo al Servicio Sismológico Nacional (SSN) su epicentro se localizó a 12 km al sureste de Axochiapan, Morelos. El Servicio Geológico de Estados Unidos ubicó el epicentro a un kilómetro de San Felipe Ayutla, Puebla– volvieron a cimbrar a la población.
El de hoy, docentes y estudiantes del Colegio Enrique Rébsamen, ubicado en Coapa, en la alcaldía Tlalpan, realizaban un homenaje y una misa en conmemoración de la víctimas de ese19S –de acuerdo a los datos oficiales 19 niños y niñas, y 7 personas adultas, fueron las que murieron en 2017– cuando fueron sorprendidos por el sismo de 7.4 º en la Escala de Richter lo que reavivó el miedo dado que este caso se volvió un símbolo de la tragedia.
Y es que las imágenes que circularon de este lugar fueron de dolor por el número de víctimas mortales, por su edad. Indignó porque aunque han habido avances en la búsqueda de justicia, aún prevalecen falta de sanciones a las autoridades responsables, tal como han argumentado padres y madres de las víctimas que murieron ese día.
Patricio Mujica Salas, en 2017, era estudiante de primaria del Colegio Enrique Rébsamen. En la actualidad tiene 13 años, pero guarda de forma intacta el recuerdo de ese día que fue revivido mientras se encontraba en la cancha de básquetbol del Colegio. Su mamá, quien pidió el anonimato, señaló que en ese entonces, cuando se enteró de lo ocurrido en el Colegio llegó corriendo para recoger a su hijo. Aún tiembla cuando intenta hablar del 19S, por lo que prefirió sólo señalar que fue un evento que marcó a muchas personas y a muchos padres y madres de familia.
En entrevista con La Silla Rota, Patricio contó cómo fue que vivió el sismo y el simulacro. Dijo que los y las docentes informaron con antelación que se haría un simulacro, por lo que cuando ocurrió todo pareció salir según lo establecieron las autoridades, incluso lograron salir más rápido para concentrarse en los puntos de reunión ante emergencias.
“Tenemos una chicharra y suena muy fuerte y opaca casi por completo a la alerta sísmica, la usan cuando hay emergencias. Todo fue bien, todo tranquilo con el simulacro. En el Colegio hay desde kinder hasta secundaria y nosotros estábamos en la cancha de basquetbol, ubicada al centro, en medio de dos edificios. Ahí estuvimos y cuando acabo el simulacro todo fue bien. Bajamos muy rápido, Estuvimos mejor organizados, la cosa es que vi a los maestros estresados y preocupados”, expresó el estudiante.
(Foto:Archivo Cuartoscuro)
En las puertas del Colegio, mientras tanto, se llevaba a cabo el homenaje a las víctimas del 19S, organizado por padres y familiares quienes instalaron una carpa y llevaron cinco enormes coronas de flores, que fueron puestas en las bardas de madera en este Colegio, y en el que todavía se observan paredes dañadas.
Cuando el reloj marcó las 13:05 comenzó el sismo y las familias reavivaron ese 2017.
Patricio relató que al principio, dentro de la escuela, no sabían bien qué sucedía. Después del simulacro quedaron un poco tensos debido al sonido y a todo el movimiento que implicó; sin embargo, cuando fueron sorprendidos por el sismo no podían creerlo y conforme el movimiento telúrico aumentó también el estrés se hizo presente.
“¡¿Qué está pasando?! Le pregunté a mi profesor de inglés si era simulacro o era real, pero como la chicharra sonaba muy fuerte, no alcancé a distinguir su respuesta. Mi profe dijo que era real, pero yo entendí que era simulacro. Todos estábamos tranquilos y normales, incluso platicábamos, hasta que empezó a temblar fuerte. Todos nos callamos y quedamos sorprendidos. Fue coincidencia, es claro, pero también surreal lo que estaba pasando”.
No obstante, fue inevitable el miedo. Con el movimiento cada vez más fuerte los adolescentes comenzaron a temblar, algunos tuvieron crisis y fueron invadidos por el llanto, así lo cuenta Patricio:
“Cuando comenzó a sentirse muy fuerte, una amiga se asustó y la abracé para calmarla. Algunos de mis amigos estaban temblando. No hubo afectados, afortunadamente, pero los profesores y nosotros nos quedamos afuera [en las canchas] un rato. Luego nos llamaron y nos dijeron que no podíamos subir a los salones y que nuestros padres nos iban a recoger, para verificar si había daños o algún tipo de inconveniente. Llegó mi mamá por mi y estaba llorando, la abracé y después me fui a la casa. Mis padres fueron por una de mis hermanas. No hubo accidentes, ni nada, fue una experiencia muy desagradable”, dijo al medio.
Su papá, Aníbal Mujica relató que el homenaje que se estaba rindiendo en las puertas del Rébsamen fue organizado por padres de niñas y niños que fueron víctimas de ese 19S y que ellos, como otras familias, se unen a este homenaje para acompañarles.
Imagen del Colegio Rébsamen tras el sismo de 2017. (Foto: Archivo Cuartoscuro)
Por este caso, hasta ahora, Mónica García Villegas, dueña del Colegio, y un director Responsable de obra (DRO) fueron sido sentenciados; otra persona DRO está bajo proceso y Francisco Arturo Pérez Rodríguez, otro de los directores DRO, se encuentra prófugo, por lo que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ- CDMX) ofreció una recompensa de hasta un millón de pesos a quien brinde información para localizarlo. El motivo del colapso de este colegio, de acuerdo a los peritajes, fue por la ampliación y la construcción ilegal de un tercer piso con un peso de 230 toneladas y que no estaba contemplado en la construcción original (el piso albergaba el departamento de García Villegas), por lo que cuando ocurrió el sismo los cimientos no soportaron el peso.
MRV