Areli Fabiola conoció a Óscar cuando llevaban a sus hijas a la misma escuela. Cada uno tenía su matrimonio, pero surgió una atracción que devino en relación extramarital y crimen.
La mujer y su amante decidieron pasar la mañana del 1 de agosto de 2022 en el Hotel Novo Coapa, en Tlalpan, sólo unas horas antes de asesinar de un tiro en la cabeza al esposo de ella, directivo y catedrático de la Universidad La Salle.
Según se desprende de la minuciosa investigación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), para evitar que la sospecha recayera sobre ambos, Areli Fabiola fingió que su marido, Enrique Ramírez Torres, había desaparecido ese mismo día, luego de salir del campus universitario de la colonia Condesa después de las 19:30 horas.
Como coartada, se presentó una denuncia por “ausencia” del lasallista en el área de persecución de delitos de desaparición forzada y/o cometida por particulares de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Ciudad de México.
Autoridades abrieron el expediente AYO/2530/2022 y emitieron la alerta con fotografía de la víctima, datos generales, como su 1.90 metros de estatura, ropa que vestía, lugar donde “se extravió” y la pregunta ¿Le has visto?
EL HOMICIDIO DEL LASALLISTA
El 2 de agosto, un día después de la supuesta “desaparición”, se registró intensa movilización policial en la calle Lago Saima y avenida México-Tacuba, colonia Huichapan, alcaldía Miguel Hidalgo. En la cajuela de la camioneta Chevrolet Captiva matrícula PBS7629 fue hallado el cadáver de un hombre; tenía un disparo en la sien.
Poco tiempo después, se supo que era Enrique Ramírez Torres, subdirector de Capital Humano de la Universidad La Salle. La “desaparición” se convirtió en un caso de homicidio, que personal de inteligencia de la SSC se propuso resolver; en las primeras 48 horas después del crimen, los agentes ya tenían pistas.
Desde el primer minuto de la investigación, un grupo élite de oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se dio a la tarea de atar cabos. Los agentes realizaron las diligencias correspondientes, tomaron entrevistas de testigos, de la esposa del directivo lasallista, y de Óscar, su pareja extramarital, de sus círculos cercanos; analizaron horas de video de cámaras del C5 y particulares, trazaron rutas, establecieron redes de vínculos.
También fue investigada la denuncia por desaparición presentada en la FGJ; mientras seguían líneas de investigación como un posible secuestro, venganza personal, “ajuste de cuentas”, en paralelo, Areli Fabiola y Óscar no estaban descartados como sospechosos por la relación que mantenían.
FALLÓ EL “CRIMEN PERFECTO”
Las cámaras de seguridad permitieron conocer la forma en que la pareja decidió deshacerse del cuerpo de Enrique. A las 21.55 horas, la camioneta de Enrique Ramírez Torres era manejada presuntamente por Óscar sobre Calle Cañaverales y avenida Cafetales, dirigiéndose hacia Eje 3 Oriente; minutos después se observa en Calzada México-Tacuba, ingresando a Lago Argentina.
Alrededor de las 22:44 horas, estacionó el vehículo en Lago Saima y avenida México-Tacuba, donde horas después fue hallado el cadáver del catedrático de La Salle.
El conductor aparece en otras imágenes caminando y hablando por su teléfono móvil en Lago Guija, colonia Torre Blanca, alcaldía Miguel Hidalgo, hasta que llega a Lago Tana y calzada México-Tacuba.
Pasaban de las 23:00 horas cuando el sujeto abordó el Chevrolet Sonic para dirigirse con dirección a Naucalpan, Estado de México, regresar a la ciudad y perderse de vista en avenida Las Flores, en Tlalpan.
Óscar fue entrevistado en la casa donde vivía con su esposa, en la colonia Centro, en Tlalpan, donde posteriormente fue detenido tras reunirse pruebas en su contra, suficientes para que un juez ordenara su arresto.
En el lugar, la policía halló una sudadera negra con estampado dorado y una palabra, la misma que llevaba cuando abandonó el cadáver de Enrique y de la que ni siquiera intentó deshacerse. Mientras que en la casa del directivo de La Salle hallaron sangre y evidencia del asesinato.
Areli Fabiola y Óscar enfrentan proceso por homicidio calificado, ella en Santa Martha Acatitla y él en el Reclusorio Oriente.
Un testigo dijo que el día del asesinato, ella supuestamente “tendría una conversación (con su esposo) para llegar a un mutuo acuerdo de separación e informarles a sus hijos la decisión”.
MRV