En donde algunos ven basura, otros encuentran una fortuna. Ese es el punto central de la serie de reportajes Los zares de la basura, que publicó La Silla Rota, en los que se relata el entramado de negocios que hacen algunos empresarios con los desechos, obteniendo principalmente un beneficio para sí mismos.
La serie está conformada por tres reportajes en los que se relata la forma en que los municipios delegan el servicio de basura a un pequeño grupo de empresas, quienes concentran las concesiones en gran parte de la República.
La situación no termina ahí, ya que los contratos tienen una serie de candados financieros que impiden revocar las concesiones, lo que hace que las empresas sigan haciendo fortuna sin importar cambios de gobierno.
Desde Chiapas hasta Tijuana, desde Quintana Roo hasta Monterrey, pasando por geografías tan diversas como Guanajuato, Hidalgo y Veracruz, en todos los estados existe un punto en común: manos privadas moviendo la basura y generando principalmente un beneficio para sí mismos.
En la primera entrega se relata cómo han crecido estos emporios de la basura a lo largo y ancho del territorio nacional, como el caso de Promotora Ambiental de la Laguna en Monterrey, Baja California, Coahuila, Veracruz y Sinaloa.
Aunque no es la única, pues también está el caso de Proactiva en Chiapas y Veracruz; así como el de Tecmed en Sonora, y el de Inteligencia México en Quintana Roo, por mencionar algunos.
En la segunda entrega, La Silla Rota narra que en 13 capitales de los estados, la basura constituye un negocio de mil 070 millones de pesos anuales, los cuales se quedan en manos de unos pocos.
Mientras que en la tercera parte del reportaje se relata cómo es vivir de la pepena, pues las personas que se dedican a recoger la basura no tienen grandes ingresos, por el contrario, tienen ingresos por debajo de la línea de bienestar del país.
Asimismo, se incluyen una serie de historias como la de “El Profe”, un zar de los pepenadores en Tijuana, y la de Nino Baxzi, el zar de la basura en Veracruz.
MRV