Los perros son el mejor amigo del ser humano, así se ha dicho durante siglos y Payaso lo demuestra. Con un ojo color de nube, el pelaje moteado y una pasividad que sorprende, el peludo de raza mestiza deambula por la colonia Zopilocalco Sur, en el centro de Toluca, lo hace por unas horas para luego hacer guardia en el lugar donde vio con vida por última vez a su dueño, “El Siris”.
José Alfredo Martínez Tenorio, cuya fecha de nacimiento se desconoce y a quien le apodaban “El Siris”, murió atropellado por un camión el 27 de agosto del 2021 pero antes de su trágico trágico final, siempre estaba acompañado por Payaso, con quien caminaba el corazón de la capital mexiquense y por las noches se echaba unos tacos con Don Abel. Al canino le gustan las carnitas y si se le ofrecen, no las rechaza. Se deja querer, afirman quienes lo conocen.
En la esquina de Sor Juana y Santos Degollado está la cruz que los amigos de "El Siris" mantienen con flores, a un costado también llegan los del “Escuadrón de la Muerte”, un grupo de hombres que gustan de ingerir bebidas alcohólicas en las calles del centro, una garrafa de licor de caña y unos vasos son todo lo que necesitan, la hora y el día les son indistintos.
Entonces en la escena aparece Payaso, quien fue adoptado por David, un veterinario y amigo del verdadero dueño, cuyo local se encuentra apenas a cuadra y media de distancia del lugar donde el perro monta guardia todos los días.
{"quote":"“Sí lo espera, el día que lo atropellaron (a José Alfredo), el perro intentó seguirlo cuando se llevaron el cuerpo, le pasó un camión de los que vienen de Almoloya por encima. A los días Payaso regresó y ahora ya no se mueve de aquí de la colonia”, comentó Abel, quien a medio día alimenta a Payaso con algunas sobras de la venta de tacos de carnitas de la noche anterior."}
Tranquilo, el peludo camina por calles que conoce -y marca para no perderse- con singular tranquilidad, pues no se inmuta ante la presencia de humanos, perros ni vehículos. Pasa los días en las calles de Sor Juana, Santos Degollado, Gómez Pedraza y Pino Suárez.
{"quote":"“Al Payaso lo conocemos desde hace, por lo menos, 15 años, ya es viejo y ya ve que dicen que ‘perro viejo no aprende nuevos trucos’, yo creo que por eso anda por aquí, es lo único que conoce, eso sí, nos da mucha ternura cómo se echa ahí en la cruz a cuidarla porque más que esperar, parece que la protege y ahí siente que eE Siris lo cuida”, comentó un comerciante de la zona."}
Si la noche cae o la lluvia, Payaso se encamina a la veterinaria donde le dan asilo, aunque muy temprano regresa a las calles, a la cruz donde la esencia de su compañero lo protege de las jaurías, de los automovilistas y los camiones que pasan por Santos Degollado sin reobrara en el semáforo que parpadea en rojo para indicar un cruce, así como de quien quiera llevárselo.
En situación de calle
En Toluca se calcula que existen 170 mil canes que se encuentran en situación de calle, es el 70% del total que habitan la ciudad, algunos de ellos (el 30% de esta cifra) tienen un cuidador, es decir, les dan de comer, pero duermen y viven en la vía pública, esto de acuerdo con datos del Centro de Control y Bienestar Animal hasta el corte de 2021.
Si bien es complejo definir si durante el año del confinamiento por la pandemia por covid-19 hubo un incremento en el abandono de estos animales, sí se reportó un aumento en la presencia de estos en las calles.
Los sitios donde más conflicto por perros callejeros existen son las delegaciones de la zona norte, El Seminario, la Colonia Sánchez o Electricistas Locales, y alrededor de la Terminal de Autobuses, en las inmediaciones del Mercado Juárez.
Aunque muchos de estos están semidomiciliados como Payaso, el problema es la conformación de jaurías y que la mayoría de éstos no están esterilizados por lo que aumenta la vulnerabilidad de los peludos.
Todos responden por Payaso
Debido a su carácter afable y a que está en la última etapa de su vida, los comerciantes y vecinos de la colonia Zopilocalco Sur cuidan al peludo, lo mantienen saludable y “le echan un ojito”.
{"quote":"“Si no viene, sabemos que está con David, el veterinario, aquí vemos que no lo agredan, que no lo atropellen, que no la pase mal, al final es uno de nosotros”, comentaron."}
Sus bigotes blancos, la mirada triste y su andar pausado son testigos de lealtad de Payaso para "El Siris", por ello lo espera, especulan quienes lo cuidan, para poder descansar una vez que vuelva su amigo por él.
MRV