¿Recuerdas cómo era época decembrina, las posadas y la fiestas de Noche Buena en los años 80? Pues un video donde se muestra cómo era la vida citadina en esta temporada, revivió lo que sucedía en una Navidad de 1980.
Los reporteros Beatriz Arias y Jaime Alejo Castillo recorrieron la Alameda Central en la Navidad de 1980 para la televisora más importante de ese momento. En su camino entrevistaron a los mexicanos que paseaban por la Ciudad de México durante los días previos a la Noche Buena.
“Por estas épocas, aquí se llena de pueblo, se llena de globos, se llena de gente que viene a disfrutar, a comer, a sentirse en este ambiente navideño”, dice el reportero.
Desde niñas y ñinos hasta las personas adultas se observan integradas en las dinámicas de una tarde cualquiera en la que se incluyen paseos, juegos, comida y diversión, pero con lo extraordinario del ambiente repleto de la alegría navideña.
En imagen se muestra una tradición característica de la época, donde las y los más pequeños convivieron con Santa Claus, aunque aún se mostraba bastante serio, según los asistentes.
Aquel pintoresco personaje se encontraba para que las familias que se acercaran pudieran tomarse una fotografía, que en ese entonces, no podías verla en tu teléfono celular y ya, sino que era un fotógrafo el que se encargaba de capturar ese mágico momento.
Por otro lado, no falta quienes aprovechan su visita al centro de la Ciudad de México para degustar un delicioso elote con chile (del que pica o del que no pica), que en ese año costaban 20 pesos, lo que sorprendió a los reporteros pues recordaron cuando “les tocó los de a 2.50 o 5 pesos”.
En ese sentido, los reporteros también se sorprendieron al encontrarse con un puesto de hotcakes, los cuales eran una novedad en ese momento, pues en años anteriores de la década de los 80 aún no había ese tipo de productos en las calles de la CDMX. El joven dueño del puesto confiesa al ser entrevistado que a penas lleva poniendo su puesto desde hace 3 meses en la Alameda Central, justo frente a lo que ahora conocemos como avenida Juárez.
Tampoco puede faltar en un paseo por la Alameda Central las niñas y niños que disfrutan de jugar con sus globos. “El pequeñín a lo primero que viene a la Alameda es a: mamá, papá, dame un globo”, dijo el reportero. Una pequeña enseñó a las cámaras la forma de un osito que le gustó para con él hacer llegar su carta a Santa Claus; en dicha carta mencionó que pediría una bicicleta y una pelota.
A tan sólo unos metros ya se podía observar más variedad de puestos, vendedores de globos y pelotas e incluso otro Santa Claus que tenía hasta trineo, chimenea y su campana para llamar la atención de las niñas y niños que pedían con ilusión sus deseos para Navidad.
Al caminar los reporteros se encuentran con más productos inesperados, como el puesto de una mujer originaria de Oaxaca que vende diversos alimentos de origen animal, como chorizo, cecina y queso que trae desde su entidad para que los capitalinos puedan disfrutar.
Mientras avanzan curiosos de lo que se les pueda atravesar, el reportero le advierte a su compañera que “cuide su bolsa”, pues para entonces, la delincuencia ya era todo un tema entre las noticias de la metrópoli:
“Ciudado con la cartera, Bety. Cuidado con la bolsa. Ya ves en esta temporada que todo mundo recibe su aguinaldo y aquí los rateros andan pero muy alertas”, dijo.
Al paso de los minutos, el atardecer se va escondiendo para darle paso a la noche, pues el horario de invierno se hace presente poco después de las 6 de la tarde. En el recorrido de los reporteros se encontraron de todo un poco, desde lo más común como los Santa Claus, los elotes, juguetes y globos hasta lo que ahora (y entonces) es algo extraordinario, como productos de otros estados, ponche, buñuelos e incluso, pescaditos rebozados.
“Se encuentran, se perciben muchas cosas que no se notan pero que en realidad existen y son muy importantes. Y después de este recorrido entre globos, entre Santa Claus y buñuelos, hay que desearles a todos una feliz Navidad desde la Alameda Central”, finalizó la reportera.
Sin duda, la nostalgia de recordar lo que se vivía en esa época fue contagiada a los usuarios de Youtube, quienes señalaron que la plataforma “es lo más cercano a una maquina del tiempo”, pues así pueden revivir estos momentos.