40 ANIVERSARIO DE LA CEDA

Central de Abastos: 4 décadas de resistir a las crisis y alimentar a los chilangos

El documental La capital del Abasto, 40 años de labor vital muestra la importancia de la CEDA en la vida de la Ciudad de México

Créditos: Cortesía La Capital del Abasto: 40 años de labor vital
Escrito en METRÓPOLI el

La Central de Abastos cumplió este año cuatro décadas, durante las cuales ha vivido, como el país y la ciudad, diversas crisis. Así lo recuerdan diversos testimonios reunidos en el documental La capital del Abasto, 40 años de labor vital, dirigida por Rodrigo Flores y producida por Cristián Calónico, productor ejecutivo y director de ProCine CDMX.

En 57 minutos del material audiovisual estrenado el 28 de noviembre, las voces consultadas rememoran que apenas inaugurada, la CEDA resintió la devaluación legada por el entonces presidente José López Portillo, y luego la inflación en la administración de Miguel de la Madrid, en la que el control de precios generó un mercado negro, inspecciones estrictas y clausuras.

Después, coincidente con la misma administración, ocurrió el sismo de 1985. Diez años después, llegó una nueva crisis económica, el Efecto Tequila, durante la administración de Ernesto Zedillo, en la que las frutas que se importaban dejaron de llegar y algunos negocios no resistieron los embates de la crisis económica del sexenio en turno.

En 2017 la tierra volvió a temblar. Aunque en general no afectó la estructura de la CEDA, la emergencia que vivió la Ciudad de México benefició, desafortunadamente, a los dueños de locales, pues sus negocios surtieron al golpeado abasto capitalino.

Pero la prueba más dura fue la irrupción de la pandemia de la covid19, que acabó con la vida de muchos trabajadores y dueños de negocios. Pese a ello, la central no cerró sus puertas ni un día y con ello surtió a la ciudad de frutas, verduras y abarrotes a la capital mexicana, una de las urbes que más sintió los efectos del coronavirus.

EL ESTÓMAGO DE LA CIUDAD

La CEDA mide 327 hectáreas, equivalente a 51 veces el tamaño del Zócalo. Se divide en ocho sectores: abarrotes y víveres, frutas y legumbres, flores y hortalizas, subasta y productores, envases vacíos, aves y cárnicos, zona de pernocta y bodegas de transferencia.

Fue diseñada por el arquitecto Abraham Zabludovsky e inaugurada el 22 de noviembre de 1982 por el entonces presidente José López Portillo. De acuerdo con la página oficial de la CEDA, es capaz de abastecer a 22 millones de personas en un sólo día, lo que la convierte en el más grande mercado de consumo para miles de personas en México. Ahí se surten los capitalinos y otros paisanos para sus celebraciones de fin de año, de Semana Santa, de Día de Muertos o para surtir sus negocios.

Calónico, productor ejecutivo del documental, fue entrevistado por La Silla Rota. Explicó lo que la CEDA significa para la Ciudad de México.

“La Central de Abasto es como el estómago de la capital, de la zona metropolitana. Es impresionante, se maneja una cantidad de recursos como en ningún lado, es el mercado más grande del mundo con estas características, convive todo tipo de personas, es la fuente de la alimentación de la Ciudad de México”.

Sobre cuáles fueron los desafíos que tuvo la producción para filmar, reconoció que fueron pocos y fueron más de carácter técnico.

“Es difícil poner un tripié, unas lámparas donde todo el tiempo está pasando un montón de gente y carretillas. El sonido se vuelve de pronto muy complicado, hay mucha bulla. En términos de seguridad tuvimos siempre excelente acompañamiento de la gente que nos recibió”, afirmó.

LA COVID EN LA CEDA

El documental incluye entre otros testimonios, el de José Manuel Rocha Vega, carretillero del sector IV, Zona V Arrastres y Sistemas. Se trata de un trabajador que comenzó en La Merced, cuando tenía 15 años. Después se convirtió en pionero en la CEDA y detuvo su actividad dos años, cuando apareció la covid19. Tomó la decisión debido a su salud endeble, con diabetes e hipertensión. Ante la magnitud de la enfermedad, consideró que no tenía todas las posibilidades de enfrentarla y sobrevivir.

Marcela Villegas Silva, administradora de la CEDA, es también entrevistada en el documental. Recordó que hubo muchos fallecidos, pero con la estrategia sanitaria del gobierno capitalino y la colaboración de los comerciantes abatieron contagios y no dejaron de abrir las 24 horas de todos los días.

“La central nunca cerró y abasteció a la ciudad, que debía de comer, ellos fueron los héroes anónimos”, afirmó.

María Teresa Bojorge, de abarrotes Don PP, otra entrevistada en el documental, planteó que el reto era enorme, porque cómo se controlaba una pandemia en un lugar donde son medio millón de personas diarias entre quienes trabajaban o compraban ahí.

“Hacían exámenes gratuitos y los resultados se entregaban en cuatro días”.

Otra comerciante, Reyna Jacobo Granados, quien atiende un local de frutas y legumbres, recordó que la CEDA siguió de pie y no cerró. En su caso, sí debió hacerlo durante dos semanas, pero porque no había nadie a quién venderle.

“La gente no salía, no veías pasar a nadie, había vecinos que se fueron y veías pasillos solos, los que nos quedamos seguíamos vendiendo, teníamos miedo pero debíamos enfrentar lo que nos tocó vivir”, expresó en su testimonio.

Gerardo Miranda Martínez, de la cremería El Zarco, recordó que en el local solo uno o dos trabajadores se enfermaron, pero sí tuvo muchos conocidos de la CEDA que murieron.

Juan Abelardo Villanueva, que tiene un restaurante, describió que muchos de los locales que sí abrieron se retiraron ante el temor de que se enfermaran, no había cubrebocas, se acabó el gel, el spray pasó de 10 pesos a 30, un cubrebocas de 1 a 10 pesos.

“No estábamos preparados para algo así”.

Pero la esperanza llegó cuando llegaron unas 100 personas con caretas uniformes blancos, ofrecieron ayuda para ponerse bajo sus órdenes. Eran enviados del gobierno capitalino para hacerle frente a la pandemia.

MISTICISMO EN LA CEDA

Calónico explicó que para el proceso creativo de La capital del abasto, vio el documental Del tianguis al abasto, de Demetrio Bilbatúa, y aunque había ido pocas veces antes a la central, eso le sirvió para no contar con un prejuicio.

Algo que le sorprendió durante la filmación fue la fuerte presencia de altares del catolicismo. Aunque inicialmente nunca se plantearon llevar el tema al documental, terminó siendo incluido.

“Hay un momento breve donde se hace alusión, salen muchos altares y la gente habla sobre eso. Es algo muy notorio que está presente por muchas partes y forma parte del misticismo. El tiempo que nos llevó hacerlo no fue tanto si lo pongo en el proceso general de documental. Comenzamos en preproducción por junio a encontrar materiales de archivo, lo que se había dicho y de ahí nos aproximamos con la gente de la central para julio y entre ese mes y septiembre pudimos concluir los rodajes y luego editar y hacer el trabajo de color”.

- ¿Qué le gusta y que no a la gente que vende?

- Les encanta que vayas a grabar, de pronto dicen para qué canal, cuánto me vas a pagar, pero la mayoría de la gente está muy receptiva, quiere mostrar sus productos, lo que vende, para una entrevista de profundidad tiene su complejidad. Ya tiene idea de ‘ya vino la cámara y voy a obtener con ella lo que yo quiero, promocionar mi producto y lugar’ y entonces para sacar temas periféricos había que entablar más esta relación muy personal para hablar de otras cosas, al final lo logramos, pero había predisposición.

“Lo importante es que sea una ventana, un antecedente de reconocer como es la vida social ahí, es una ciudad dentro de la ciudad, también atraviesan los mismos problemas que a todos nos atraviesan. Han sobrevivido a crisis económicas que todos hemos sobrevivido, a la pandemia, a cuestiones de desastres naturales como los sismos. En el documental se cuenta cómo han sobrevivido y subsistido a pesar de esas cosas que hayan sido grandes y terribles para la central”.

Calónico adelantó que debido al material que hallaron, podrían grabar una serie y que podrían organizar un concurso de cortometrajes.  

El material se encuentra disponible en las redes sociales Youtube y en Facebook, y el documental se retransmitirá en los canales 11 y 14.

MRV