Desde hace 20 días una mina en desuso comenzó a emplearse como relleno sanitario en la zona sur del municipio de Calimaya, por lo que el olor a basura en descomposición ha inundado las comunidades de San Marcos de la Cruz, San Lorenzo Cuauhtenco y Santa María Nativitas, puesto que se encuentra a menos de un kilómetro de zonas habitacionales.
Sin embargo, los vecinos acusan que no se les informó del proyecto y no se cuenta con la autorización de la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente del Estado de México para disponer ahí residuos.
“Ya hay montones de basura, empiezan a llegar animales como ratas y posteriormente hasta perros, y todo eso se va a hacer una plaga muy grande. Es muy importante que no se convierta en basurero porque va a perjudicar a mucha gente”, comentó Óscar, vecino afectado.
A decir de los habitantes de estas comunidades, camiones de basura provenientes de Metepec, Toluca y Lerma, acarrean tanto desechos domésticos como biológicos, es decir, de los hospitales.
El lugar, ubicado en la carretera a Calimaya de Díaz González, a 45 minutos de la capital mexiquense, recibe desde hace 20 días camiones de basura y con una retro excavadora los desechos son apilados; sin embargo, el olor a descomposición su detecta a más de un kilómetro de distancia.
“Pues sí pasan los niños y también hay escuelas; nos preocupa la contaminación para todo y para el ambiente, la gente, todo eso que despide, nos alarman las enfermedades que esto nos va a generar”.
Aunque se buscó la versión de los delegados, señalaron que se tendrá un posicionamiento una vez que se conozca el proyecto y el ayuntamiento les comunique si hay autorización para el mismo.
El problema de la basura no es nuevo en Calimaya pues, a decir de los afectados, hace diez años también se intentó instalar un relleno sanitario que diera atención a la Zona Metropolitana Del Valle de Toluca, lo que logró frenarse gracias a las manifestaciones de los afectados por lo que no descartan movilizaciones para que se clausure este nuevo basurero.
MRV