Nicolás Romero, Méx.- Para el señor Porfirio Chirino, vecino del poblado de Casa Blanca en el pueblo de La Colmena en este municipio el horario de verano solo le sirvió para que en su domicilio se consumiera más energía eléctrica y para que se ampliaran los horarios de actividades ordinarias de él y de sus familiares.
Mientras descansaba en un parque disfrutando la tarde, don Porfirio Chirinos, quien radica en la parte alta del pueblo de La Colmena, destacó que para él, el cambio de horario por esos 26 años no le beneficio en nada.
“Yo y mis hijos sólo ampliamos las jornadas de actividades, era un desgaste físico para todos porque, era más tiempo el que pasábamos despiertos que el que pasábamos descansando, pero también se gastaba más luz, contrario a lo que se decía, yo no vi ahorro en ello”, dijo.
Para don Porfirio el regresar a ese horario “original” es retornar a esos amaneceres frescos rojizos, a los atardeceres tranquilos escuchando el canto de los pájaros, “aprovechar para salir a caminar, como antaño ocurría”.
Manuel Hinojosa, una persona de 56 años de edad, dice que los cambios de horario para él eran tortuosos, eran incómodos “qué bueno que ya no ocurrirá así, según dicen, será el último cambio que se haga y que no habrá más”.
Dijo que a él, el cambio de horario de verano que se dio por primera vez cuando tenía 30 años de edad, “ya casado y con tres hijos, al principio se me hizo difícil porque, la verdad, no entendíamos eso de que adelanta o atrasa tu reloj una hora, era descontrol, como que se sentía más cansancio así. Que bueno que no habrá más cambios”.
Creo que podremos dormir una hora más al cambiar por última vez el horario, dijo Zaid Mendoza un joven de 23 años de edad, quien añadió que también se obscurecerá más tarde, “me cuentan mis papás que el horario que nos quedaremos definitivamente es el original con el que vivieron ellos hasta antes de que se realizara el primer horario de verano”.
El horario de verano que por 26 años se aplicó en nuestro país, inició en 1996 en el periodo de gobierno de Ernesto Zedillo, pero se formalizó con base en la Ley del Sistema Horario en los Estados Unidos Mexicanos, tras su publicación en el Diario Oficial de la Federación el 29 de diciembre de 2001, estableciendo la hora en el territorio nacional en función de la posición geográfica.
Una de las causas del Gobierno de México para pedir a la Cámara de Diputados Federal eliminar la ley que crea el cambio de horario y que aprobó el Senado, fue por el poco ahorro que se tuvo. Sólo el año pasado, según el estudio de Evaluación Anual de Resultados por la Aplicación del Horario de Verano en 2021, señala que en el año anterior el ahorro económico fue de tres mil 261 millones de pesos.
MRV