VALLE DE CHALCO, EDOMEX.- Con un gran dolor en el corazón, Guadalupe García Dávila vio fotos del cadáver de su hijo que le presentaron en el ministerio público de Nezahualcóyotl, después que lo buscó durante siete meses. "Si es él" afirmó al identificar los tatuajes que tenía en su cuerpo.
No había duda: era el cuerpo de Diego Eduardo Moreno García, de 24 años de edad, a quién la Fiscalía General de Justicia de la ciudad de México difundió cómo extraviado desde el 15 de febrero del 2022.
Guadalupe lloró hasta no poder por el dolor que sentía al ver a su hijo ya sin vida y en una fosa común en el panteón de Xico.
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Después de cumplir con trámites y certificar ante la Fiscalía General de Justicia del estado de México que efectivamente era su hijo que reportó como desaparecido, obtuvo una orden de exhumación el pasado 22 de septiembre.
Antes, preparó el funeral en su casa en la alcaldía de Iztapalapa de la CDMX y gastó para mover los restos de Diego Eduardo al panteón de Jardines de Oriente en el municipio de Texcoco.
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"SE EXTRAVIÓ EL CADÁVER"
Pero el 22 de septiembre y aún con la orden de exhumación y todo listo para el funeral de este muchacho de 24 años, los encargados del panteón de Xico por más que buscaron los restos humanos de Diego Ricardo, no lo encontraron.
El cadáver había sido sepultado en la fosa común con un número que registró la fiscalía de homicidios de la zona oriente del estado de México, pero tampoco en esa tumba estaba el cuerpo.
En total había 26 cuerpos de personas en la fosa común del panteón de Xico, entré ellas las de Diego Eduardo Moreno García, pero no lo encontraron.
Guadalupe se dio cuenta de que había muchas irregularidades con los cuerpos que habían sido sepultados en la fosa común.
Incluso, al abrir una de las tumbas se encontró el cuerpo de una mujer, cuando en el registro se decía que era masculino.
"Tanta gente desaparece por diferentes circunstancias, fallecen y cómo las van a encontrar. Eso no se vale", expresó la afligida madre que aún esperan que localicen los restos de su hijo en el panteón de Xico.
No se sabe si el cuerpo de Diego Eduardo se lo dieron a otra familia u ocurrió otra situación, pero no lo encuentra ni la fiscalía de homicidios ni los panteoneros de Xico.
"La funeraria dio un registro, no tienen un nombre pero si un número lo buscaron así y no lo encontraron", narró Guadalupe.
DESAPARECIÓ EN EJERCITO DE ORIENTE, IZTAPALAPA
Antes del 22 de septiembre, día en que lo iban a exhumar del panteon de Xico, la madre acudió a la Fiscalía General de Justicia de la ciudad de México para levantar la denuncia de la desaparición de su hijo que quedó bajo el expediente AYO/1180/2022 con fecha 15 de febrero.
Ella tardó en levantar la denuncia porque su hijo acostumbraba ausentarse varios días y no se le hizo extraño.
¿ALGO PARANORMAL?
Además, aseguró que ella aún habló con Diego Eduardo el 14 de febrero y aún recuerda que él le dijo: "Te quiero mucho mamá" y ella solo le respondió: "Sí vete a dormir".
Otros familiares también vieron a Diego Eduardo el 14 de febrero en Iztapalapa, por eso se le hizo extraño que le dijeran que el muchacho había sido asesinado el 13 de febrero.
"No sé, me dicen que se vino a despedir, pero estoy segura que lo vi el 14 de febrero", insistió Guadalupe que agregó que está raro que lo hayan asesinado el 13 de febrero, cuando "aún lo vimos el 14".
LO ASESINAN JUNTO AL CANAL ACAPOL DE VALLE DE CHALCO
El cuerpo de Diego Eduardo fue encontrado por la mañana del 14 de febrero a la orilla del canal de aguas negras Acapol ubicado en el municipio de Valle de Chalco.
Lo habían torturado y le dieron un balazo en el cráneo. La fiscalía de homicidios estableció que lo habían asesinado la noche del 13 de febrero.
A la policía municipal de Valle de Chalco les llamó la atención los tatuajes que tenía el muchacho en diferentes partes del cuerpo.
De acuerdo al reporte de la desaparición en la Fiscalía General de Justicia de la ciudad de México, Diego Eduardo tenía tatuajes de la Santa Muerte en brazo de derecho;
- figura de Tribal en antebrazo derecho, en el pectoral derecho un nombre y la figura de una corona, así como en el
- pectoral izquierdo figura de hojas de marihuana y en el antebrazo izquierdo el nombre de Mélany y una rosa.
Pero el 13 y el 14 de febrero aún no existía una denuncia formal por la desaparición de Diego Eduardo, ni descripción de los tatuajes.
Así que el 14 de febrero, el cuerpo de este muchacho de 24 años de edad ya estaba en el forense de Valle de Chalco, aún sin ser identificado.
Y ahí estuvo durante varios días sin ser reclamado hasta que la funeraria Araiza lo trasladó el 20 de febrero a la fosa común en el panteón de Xico con un número de registro que quedó asentado en la fiscalía de homicidios.
LA BÚSQUEDA DE LA MADRE
La señora Guadalupe García Dávila perdió el trabajo por dedicarse a buscar a Diego Eduardo y acudió al centro de justicia de Nezahualcóyotl dónde le negaron información.
Ella insistió y la canalizaron con una licenciada en el centro de justicia de Neza que le ayudó y orientó sobre el paradero del cuerpo del muchacho, aunque pasaron los meses de abril, mayo, junio, julio, agosto y septiembre para encontrar el paradero de Diego Eduardo.
A la madre le enseñaron fotografías de los tatuajes de su hijo y de cómo lo encontraron muerto en Valle de Chalco; ella no tuvo la menor duda de que se trataba de Diego Eduardo.
Entonces, la madre acudió al centro de justicia de Ayotla en el municipio de Ixtapaluca dónde le afirmaron que efectivamente el cuerpo del joven de 24 años había sido sepultado en la fosa común en Xico.
Ella se trasladó al lugar con una orden de exhumación con fecha del 22 de septiembre con toda la intención de llevárselo a su casa, velarlo y darle sepultura en el panteón de Jardines de Oriente, municipio de Texcoco, pero desafortunadamente no han encontrado los restos de Diego Eduardo.
La madre ha regresado varias veces al ministerio público de Ayotla en Ixtapaluca para insistir en la recuperación del cuerpo; sin embargo no ha tenido éxito.
El martes 11 de octubre, la señora Guadalupe García pudo obtener del licenciado Néstor Raúl González, de Homicidios de Ayotla, la promesa de que ya había girado un oficio a la administración del panteón de Xico para buscar los restos de Diego Eduardo.
A la FGJEM se le consultó para saber en dónde quedó el cuerpo de Diego Eduardo cuyo homicidio quedó asentado en el acta Cha/FHO/UHI/041/042401/2201, aunque aún no hay respuesta.
Asimismo se buscó una versión de la administración del panteón de Xico, pero tampoco aceptaron dar una versión sobre la desaparición del cadáver de Diego Eduardo.
La madre estableció que seguirá insistiendo en localizar los restos de su hijo hasta que se los entreguen.
VGB