Tras haber sido hallado el cuerpo del bebé Tadeo en un basurero del penal de San Miguel en el estado de Puebla, Héctor de Mauleón a través de una columna en El Universal asegura que este es sólo una pequeña muestra de la “podredumbre” que existe dentro de los penales del estado.
El periodista detalla que en marzo del 2020 dicho penal fue intervenido sin previo aviso por 3 mil policías de seguridad estatal apoyados por elementos de la Guardia Nacional como parte de una revisión a las instalaciones.
Dentro de dicho cateo se encontraron 118 gramos de cristal, 82 envoltorios de heroína, varios gramos de cocaína, una centena de envoltorios con marihuana, 108 armas punzocortantes, 228 navajas y más de 100 mil pesos que se encontraban en posesión de 20 reclusos.
Lo anterior, señala el periodista, es una situación constante dentro de dicho cereso el cual es considerado uno de los más conflictivos de Puebla y que cuenta con una capacidad para 2 mil 100 internos, sin embargo en la actualidad su población es de 3 mil 693 reclusos.
Dentro de las atrocidades narradas por Mauleón se encuentra la de Jorge Pellegrini quien se desempeñaba como capitán de la Policía Federal de Caminos en 1983 y quien en enero de ese mismo año asesinó a cuatro militares en un retén.
Dos de las víctimas fueron estrangulados mientras que los otros dos cuerpos presentaban impactos de bala, según el periodista quien también señala que el auto donde viajaban los militares fue quemado por Pellegrini y sus hombres quienes lo depositaron en un barranco para eliminar evidencias en su contra.
El excapitán fue sentenciado a 32 años de prisión, y durante sus años dentro del penal de San Miguel, este se encargó de realizar motines en contra de varias personas, una de ellas fue Alejandro Morales Enríqeuz mejor conocido como “El Mongol” con quien se disputó el autogobierno de la prisión.
(Foto de Penal San Miguel en Puebla: Cuartoscuro)
Según lo establecido por el periodista, Pellegrini con ayuda de un multihomicida asesinó y descuartizado en el año de 1988 a “El Mongol” de quien nunca se obtuvo la cabeza.
Debido a lo anterior, dentro de las instalaciones del penal existe la leyenda de que los restos de la víctima fueron puestos en un cazo de carnitas y que los demás reclusos se lo comieron sin saber la procedencia de la carne.
Asimismo dentro de la columna se señala que dicho centro de reinserción ha sido evaluado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos en donde el penal de San Miguel ha reprobado en diversos rubros debido a que fue detectada la presencia de actividades ilícitas y cobros.
Mauleón señala que desde hace tiempo dicho cereso ya contaba con focos rojos respecto a la gobernabilidad del lugar, la seguridad de los internos además de múltiples fallas en la supervisión de los reclusos por parte de las autoridades del penal, sin embargo se hizo caso omiso de ello.
CAO
Por último apunta que el hecho de que hoy se dé a conocer una posible red criminal que logró exhumar un bebé de tres meses para introducirlo con presunta droga es sólo una mínima muestra de las fallas en el sistema de reinserción social.