Ejidatarios del municipio de Valle de Bravo abrieron desde el mes pasado los accesos para ingresar al Santuario de la Mariposa Monarca, sin embargo, por la pandemia, los lugareños perciben que no será una gran temporada como en años pasados, cuando han recibido desde el día 20 de diciembre hasta inicios de marzo, alrededor de mil 500 personas diario, lo que les deja sustento para sus familias hasta por tres meses.
Pepe, uno de los guías que trabaja en el ejido Los Saucos, refiere que es muy importante para ellos la llegada del turismo extranjero que arriba cada año a observar las miles de mariposas posadas sobre los árboles de oyamel.
A partir de la última quincena de diciembre, dijo, a diario se ve el arribo de caravanas de estadunidenses, canadienses, japoneses y chinos, “todos ellos traen traductor”.
Agregó el joven que hay veces que “los carros ya ni caben ahí, de lo mismo, ellos (los turistas) dejan de llegar hasta el 15, 20 de marzo, hasta que las mariposas se van, pero si viene mucha gente, sí se queda mucha basura, luego hay veces que vienen camionetas y descargan su basura, se dan la vuelta y aquí en la orilla la tiran”.
El vallesano indicó que es muy importante para ellos la llegada diaria de visitantes, pues de ello dependen económicamente hasta 110 guías y sus familias, solo de la comunidad Los Saucos.
#Metrópoli | En el Estado de México, parece que no será una gran temporada para el Santuario de la Mariposa Monarca como en años pasados que recibieron al menos mil 500 personas diariamente. #ep https://t.co/U5jTgvI8bG pic.twitter.com/FAAJwQaKD6
— La Silla Rota (@lasillarota) December 5, 2020
La entrada por familia de cuatro a cinco integrantes cuesta en Los Saucos entre 200 y 250 pesos, pero si uno quiere adentrarse al monte a caballo para ver cómo están perchadas las mariposas Monarca, el acceso es de 70 pesos y el traslado de 150 pesos, abundó el guía del lugar turístico de Valle de Bravo.
El único municipio que decidió no abrir sus accesos al turismo para observar el fenómeno de la mariposa Monarca es Donato Guerra, con el objetivo de resguardar la salud de sus habitantes ante la actual pandemia de covid-19, pues temen que los visitantes lleven la infección, mientras que los ejidatarios de Valle de Bravo y San José del Rincón, donde también existe cada año un asentamiento importante de la Monarca, ya recibieron la autorización de la Secretaría de Salud y de Protección Civil federal.
Gloria Tavera Alonso, directora regional del Centro Eje Neovolcánico de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, aplaudió la decisión de las autoridades locales de Donato Guerra, en contraste, indicó que, si bien la dependencia a la que pertenece no es autoridad para decidir se abra o no al público el Santuario de la Mariposa Monarca en Valle de Bravo y San José del Rincón, el no seguir las reglas correspondientes pudiera tener implicaciones.
“Las personas no están de forma responsable visitando los sitios y eso pudiera ser un foco de posibles contagios, entonces, eso lo valora la Secretaría de Salud, sería muy complejo poder controlar el aforo, aunque tuviéramos el semáforo naranja o amarillo, cómo controlar uno el aforo, porque nunca sabemos cuanta gente va a llegar ese día.
Porque no tenemos desarrollados aún los mecanismos de reservación y las personas no están acostumbrada a reservar, simplemente llegan y lo único que hacen es poner en riesgo a la gente que hace la prestación de servicios, porque son gente de las comunidades, sino se siguen los protocolos correspondientes la vulnerabilidad a la que ponemos a la gente que presta sus servicios es altísima”, puntualizó la científica.
Marcela González Salas y Petricioli, Secretaria de Cultura y Turismo del Estado de México, aseguró que la Secretaría de Salud federal ya autorizó abrir los macizos forestales de Valle de Bravo y San José del Rincón, “con todas las medidas de seguridad, en unos días más se abrirán ya oficialmente”.
Argumentó la funcionaria que el gobierno estatal capacita en estos días a todos los ejidatarios que prestan sus servicios para que cumplan las medidas de seguridad, de lo contrario, advirtió, el Santuario de la Mariposa Monarca será cerrado al público y no se podrá ver el fenómeno natural de hibernación.
Un tema importante es también la seguridad de las mariposas, pues al menos por el tramo carretero de Los Saucos, no se observa ninguna patrulla de la Secretaría de Seguridad del Estado de México que exhorte a los automovilista a disminuir su velocidad y evitar al máximo sean atropelladas, ya que la principal causa de muerte de las Monarcas es el atropellamiento de los vehículos que circulan a velocidades altas.
GRAN AFLUENCIA DE VISITANTES
Informes oficiales señalan que durante la temporada de hibernación llegan a los santuarios mexiquenses hasta 250 mil personas, entre locales, nacionales y extranjeros para admirar el fenómeno natural del que científicamente no se tiene precisión en qué año del siglo pasado comenzó.
GANANCIAS Y PÉRDIDAS
La derrama económica derivada de los santuarios de la Mariposa Monarca asciende a 20 millones de pesos.
También se señala que el sector turístico del Estado de México ha perdido en lo que va del año mil 100 millones de pesos y de este universo, 20 millones de pesos corresponden a las actividades derivadas de la Monarca.
Lo real, es que con o sin el permiso de las autoridades federal, estatal y municipal, los ejidatarios prestadores de servicios de Valle de Bravo, ya guían desde hace semanas a los visitantes por los macizos forestales donde están perchadas las mariposas que han viajado hasta por cuatro mil 200 kilómetros desde Canadá hasta el centro de la república mexicana.
fmma