HIDALGO.- La actual temporada de calor sigue y no hay señales de que próximamente pueda dar tregua, por lo que, si buscas un destino turístico para darte un refrescante chapuzón, en la parte sureste del estado de Hidalgo existe una cascada en la que se puede tener un matinal privado para nadar.
El agua es completamente cristalina y presume una caída de más de 10 metros de alto y al final el líquido llega hasta una pequeña poza en la que es posible nadar de manera individual si se quiere o en grupos reducidos como familias, parejas o amigos y no se tendrán interrupciones de ningún tipo.
Pero hay más, ya que los amantes del ciclismo de montaña estarán contentos en saber que la mejor opción para poder llegar hasta el afluente dicho es en un circuito de veredas y parajes que hacen un entretenido recorrido y apacible; luego, la recompensa será propiamente descansar cómodamente entre agua.
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Aunque si se quiere, los que prefieran de largas caminatas que dan la oportunidad de observar el entorno de manera más cómoda igual hay un sendero perfectamente delineado y en lugar de ver el manubrio se puede contemplar el alrededor y hacer un pasatiempo como catalogar aves y animales endémicos.
En esta cascada de Hidalgo tendrás un matinal privado para nadar; así es
La cascada que seguro se convertirá en tu próximo destino favorito para visitar cada vez que puedas se llama San Vidal y toma su nombre de la localidad donde se encuentra, específicamente en el municipio de Tulancingo, y quienes ya la contemplara aseveraron que es bastante sorprendente.
Pues desde que se quiera llegar en bicicleta de montaña o senderismo se tendrán paisajes a cerros que, si bien no están tupidos de árboles, quedan para fotografiar e idear un circuito entre las laderas que se forman; los obstáculos a vencer son pasos estrechos o levemente accidentados.
Lo mejor es comenzar el recorrido, pues si bien este durará menos de media hora, así se tendrá la oportunidad de disfrutar al máximo del agua cristalina que corre por un río y en la localidad San Vidal en el Abra se forma la cascada parece lleva líquido color turqués, aunque es un efecto de la luz.
Ya en el afluente, lo obligado a hacer es darse un chapuzón en el manantial que se forma y que queda entre tres paredes rocosas, por lo que se podrá tener privacidad si es que se quiere para nadar y permanecer un buen rato; si se va abajo del agua, se hace un masaje relajante, aunque es descrito como frío.
Luego, el aventurero puede aprovechar justamente las laderas que resguardan a la cascada San Vidal para practicar escalada o rapel, ya que las paredes de la izquierda y derecha se alzan por al menos 15 metros y representan un desafío intermedio que llevará al menos una hora superar completamente.
Para finalizar, es posible montar un día de campo o base improvisada para comer y solo para los más aventureros pueden instalar casas de campaña y dormir con el sonido del agua caer y la luz de la Luna, pues la zona es poco habitada y la contaminación de la luz hace que se tengan cielos despejados.
Turistea en Tulancingo en estos atractivos
Para después de visitar la cascada San Vidal, Tulancingo ofrece increíbles atractivos para turistear y solo en la cabecera municipal queda la catedral que se suponía debía estar en Pachuca, o bien, el Cerro del Tezontle que esconde un secreto en su cima; cerca esta el zoológico con muchas especies.
Otra parada a hacer es el museo del Santo, el famoso luchador que conquistó el cine y de paso visitar la estación del ferrocarril con su propia exposición; en la localidad Huapalcalco hay una zona arqueológica con fósiles y si se quiere más agua, en Santa Ana opera un balneario para nadar todavía más.
cem
