PACHUCA.- Luego que fuera descubierta una fábrica clandestina de refresco de la marca Coca-Cola a inicios del mes de mayo en la Ciudad de México, en el estado de Hidalgo comenzaron a surgir virales denuncias en redes sociales sobre clientes que aseguraron haber detectado ese producto apócrifo y en todas las narrativas se explicó que un elemento en las botellas era el que los hacía pensar que eran timados, por lo que te contamos todos los detalles que envuelven este misterio.
Como te narramos en textos pasados, primero fue en Pachuca y Tula de Allende donde fueron compartidos breves videos que describían envases de vidrio; luego, a la redacción de La Silla Rota Hidalgo llegó una denuncia anónima sobre un puesto de tacos en la Bella Airosa que daba presuntas cocas piratas y esta semana surgió otro caso en Tezontepec de Aldama.
Sin embargo, en las exposiciones que daban los molestos consumidores aseveraban que se trataba de producto falso porque lucían etiquetas sobrepuestas sobre la clásica serigrafía en el vidrio, que consiste en un enorme rectángulo rojo donde descansa la leyenda "Coca-Cola", así como “Retornable” y la cantidad de “500 ml”.
Te podría interesar
Así funcionan las etiquetas de octágono
Pero ese diseño no puede ser actualizado con un mandato de la Secretaría de Salud federal (Ssa) que en 2020 introdujo la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051-SCFI/SSA1-2010 que consiste en un etiquetado de cinco sellos de advertencia en forma de octágono que indican exceso de nutrimentos e ingredientes críticos.
También, se incluyen dos leyendas precautorias sobre contenido de cafeína y edulcorantes no recomendables para consumo en niñas y niños, así como la polémica de prohibir personajes infantiles, dibujos animados, celebridades y elementos interactivos dirigidos a infancias que buscaban incitar el consumo.
Para cumplir con sellos, es necesario reetiquetar botellas
Ante lo anterior, aunque no existe una postura oficial de la empresa, es más viable reetiquetar envases retornables en lugar de fabricar nuevos para colocar los sellos de octágono que amerite un refresco y por ello es común que en todas las tiendas y sitios donde se comercialice Coca-Cola de medio litro luzcan con cintas de papel o plástico.
Incluso, en todas las denuncias publicadas en redes sociales destaca que las sospechas pesaron sobre los envases de referencia y no sobre otros como los de lata o botella de PET, por lo que se trata de una confusión acompañada de la sugestión, producto de la mega incautación hecha en CDMX.
Así era el modus operandi de la fábrica pirata en CDMX
De acuerdo con medios nacionales, describieron que el modus operandi en la fábrica clandestina en CDMX consistía en comprar botellas de vidrio en cinco pesos, conseguir las corcholatas en establecimientos de comida, luego rellenar las botellas con poca higiene y finalmente venderlas en varios locales.
“Se dedican a comprar envases usados, tienen en su negocio de abarrotes un letrero de que compran envases de vidrio y consiguen las corcholatas en taquerías o en la calle”, resaltó un testigo, quien añadió que para la fabricación artesanal trabajaban alrededor de cinco personas en la intemperie.
En ese sentido, asentó que una caja original de 24 refrescos de vidrio de medio litro ronda los 285 pesos, mientras que en ese lugar la vendían en 200 pesos, lo que les permitía tener una ganancia de más del 50 por ciento a los vendedores finales, lo que significó un boom durante el tiempo en que no fue detectada.
cem