EL ARENAL.- ¿Te has topado con los frailes en tu camino al municipio El Arenal en el estado Hidalgo? Estas gigantescas rocas que son visibles desde lo lejos y que dicen vigilan el Valle del Mezquital, antes eran jóvenes dedicados al servicio religioso que por desacato recibieron el castigo divino y fueron convertidos en piedra para cuidar por la eternidad al municipio El Arenal y sus alrededores. ¿Conoces está misteriosa leyenda? En La Silla Rota Hidalgo te la compartimos.
Como toda popular historia inicia: Cuenta la leyenda que, fue en los primeros años del virreinato en el convento ubicado en el municipio Actopan en el estado Hidalgo, el hogar de los frailes agustinos. Los frailes se dividían las tareas del servicio religioso y algunos de ellos eran asignados para salir del convento para visitar las capillas y ermitas de las comunidades aledañas con la misión de compartir la palabra del Señor, lo mismo que ayudar y reconfortar a los necesitados.
Fieles a su vocación, los frailes eran vistos como personas recatadas, con votos de castidad, obediencia y lejos de la vida material. Vestían sus túnicas, se alimentaban y calzaban de lo que los pobladores les regalaban.
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Pero no todos los frailes fueron fieles a este servicio. Existió un par de jóvenes frailes conocidos con los nombres Francisco y Toribio, quienes vieron en la Orden Agustina la oportunidad de sacar ventaja, gozar de la fama y aprovecharse de la buena fe de la población para cometer todo tipo de excesos, principalmente con las jovencitas.
Francisco y Toribio disfrutaban de las misiones fuera del Convento, pero tan pronto dejaban atrás las puertas se olvidaban del sagrado juramento y se dedicaban a seducir e intentar violar a las doncellas. Tal fue el escándalo que se creó cuando la población se enteró de estos hechos, que madres y padres de las víctimas encabezaron una revuelta en el Convento de Actopan para exigir justicia.
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Los frailes temerosos de lo que les pudiera pasar, huyeron del Convento y se adentraron a las montañas en espera de que la población enfurecida se calmara. Uno de los habitantes los alcanzó a ver, alertó al resto del grupo y comenzaron la persecución hacia la cima de la montaña en una tarde lluviosa y fría.
Al caer la noche comenzó una tormenta eléctrica con tremendos estruendos y rayos que iluminaban toda la montaña. Este fenómeno hizo retroceder a los pobladores que temerosos corrieron a refugiarse en sus hogares.
A la mañana siguiente, cuando la tormenta cesó, los habitantes del Valle observaron en lo alto de la cima de la montaña cómo se erguían dos enormes monolitos que formaban la figura de los dos frailes Francisco y Toribio hincados en arrepentimiento por sus pecados. Fue entonces, que comprendieron lo que había sucedido la noche anterior. Los frailes habían recibido el castigo divino convirtiéndolos en inmensas moles de piedra y los vigilantes eternos de toda la población del Valle del Mezquital.
Curiosidades
- Existe otra leyenda que narra la historia del amor prohibido entre una monja y un fraile que fueron convertidos en piedra tras fugarse y jurar amarse por la eternidad.
- Pobladores han contado también que debajo de estas dos grandes rocas hay un tesoro inexplorable dentro de una misteriosa iglesia. Incluso relatan hubo quienes encontraron la puerta y al entrar quedaron maravillados con el oro ahí guardado. Las personas recogieron todo lo que pudieron, pero a la hora de querer salir, jamás encontraron la puerta hasta que dejaron los objetos de valor.
- Los Frailes se ubican en la comunidad San Jerónimo y en 1803, el alemán Alejandro de Humbold calculó que miden 2,896 metros de alto sobre el nivel del mar.
- El cronista Gustavo Medina menciona en su relato la aparición de un conejo que atestiguó los hechos, figura que al igual que los frailes, quedó encantado y también puedes observar la formación rocosa en la montaña. Se encuentra en la parte trasera de la comunidad San Jerónimo.
¿Cómo llegar?
Ubicados en el municipio El Arenal, Hidalgo, se encuentran a 30 minutos partiendo desde la capital hidalguense, Pachuca y 1 hora 44 minutos desde la Ciudad de México. Para llegar a Los Frailes puede ser por San José Tepenene. En el recorrido puedes disfrutar la naturaleza, montañas y árboles. Una vez en la comunidad puedes tomarte un break para bajar a la presa y disfrutar de una buena trucha y cerveza.
jgp