PACHUCA.- Este 20 de noviembre de 2022, se celebrarán 112 años del movimiento de Revolución para liberar a México de la dictadura de José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, quien duró 30 años con 105 días en el poder y cuando al fin fuera derrocado lanzó una lapidaria frase: “Madero ha soltado el tigre, ahora veremos si puede controlarlo”.
Por ello, LSR Hidalgo te presenta datos históricos sobre la detonación de los sentimientos de una democracia constitucional en municipios de Hidalgo, así como la asistencia de principales personajes de la Revolución e impactos que tuvo su desarrollo como la renuncia de gobernadores a causa de la toma de regiones.
La corporación patriótica, la chispa que detonó todo
De acuerdo con un historiador, un primer paso para detonar los sentimientos de revolución ocurrió el 27 de mayo de 1900 con la fundación de la Corporación Patriótica Privada en Pachuca integrada por intelectuales que se definieron por su alto espíritu liberal, antigobiernista e impulsores de la política antirreeleccionista.
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Fue ese grupo el encargado de recibir el domingo 29 de mayo de 1910 al aspirante presidencial Francisco I Madero en su gira por Pachuca y lo acompañaron desde su llegada en la estación del ferrocarril El Mexicano hasta un mitin en la explanada del templo de San Francisco donde expresó diversas ideas.
Sin embargo, pronto se propició la desaparición del organismo, aunque sus integrantes mantuvieron sus ideales antiporfiristas mediante la colaboración en periódicos independientes de la Ciudad de México, así como desarrollar una amplia participación en diversos círculos antigobiernistas.
Liberales pachuqueños se sumaron al Plan de San Luis y fueron perseguidos
Tras el fraude electoral de 1910, Francisco I Madero lanzó el Plan de San Luis con el que convocó a una revolución mexicana armada a partir del domingo 20 de noviembre, por lo que liberales pachuqueños se agruparon en torno al notario público Jesús Silva con el fin de secundar el movimiento.
Pero como resultado y para evitar el levantamiento en Pachuca., días después llegó a la capital de Hidalgo el director de la Inspección General de Policía de la Ciudad de México Celso Acosta para realizar cateos y arrestos de ciudadanos coludidos en el movimiento, quienes al ser avisados sobre su posible aprehensión lograron ponerse a salvo.
El 20 de noviembre trascurría como un día cualquiera, pero en sigilo no era así
Cuando llegó el domingo 20 de noviembre de 1910, fecha marcada en la convocatoria de Francisco I Madero, en Hidalgo parecía ser un día como cualquier otro, pero como sucedió en el resto del país las ideas maderistas habían calado en lo más profundo de la conciencia de cada mexicano y detonó el movimiento revolucionario.
Las batallas en Hidalgo y el triunfo maderista
El movimiento revolucionario logró con apenas unos cuantos actos violentos triunfar y echar del poder, y de México, al dictador Porfirio Díaz, quien al salir expatriado pronunció la lapidaria frase “Madero ha soltado el tigre, ahora veremos si puede controlarlo”.
En ese sentido, el general maderista Gabriel Hernández avanzó desde la Sierra norte de Puebla y el 15 de mayo de 1911 entró triunfante a Tulancingo y al día siguiente a Pachuca; acontecimiento que tuvo como consecuencia la renuncia del gobernador Pedro L Rodríguez, quien fue sustituido por Joaquín González, que más tarde igual dirimió.
Madero regresa a Hidalgo, ya como presidente electo
El 23 de julio de 1912, Francisco I Madero viajó al estado de Hidalgo, ya como presidente electo, para realizar el acto protocolario de colocación de la primera piedra de la represa Libertad; el 28 de ese mes llegó a Pachuca, donde en su honor fue servido un banquete en el teatro Bartolomé de Medina.
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