METEPEC, HIDALGO. - El lazo con el que jalaban la lancha se reventó, chicoteó, la barca se desestabilizó, quisieron nivelarla con el peso, pero en ese momento sin más, el agua se la tragó sin dar oportunidad de nada, aún así lograron salir a flote, pero el peso de la ropa, el miedo y la desesperación los volvió a hundir y no salieron más, es parte de lo que Bernabé le contó a su hija Jenifer sobre lo ocurrido la tarde del 1 de enero de 2025 en la Presa de Metepec, suceso en el que cuatro personas perdieron la vida ahogadas.
Bernabé es el único sobreviviente de esa embarcación, le debe la vida a un niño que escuchó sus gritos de auxilio y desesperación que dio cuando salió a flote y mientras se sostuvo del lazo que divide la presa. “El niño lo escuchó y le habló a su papá, entonces su papá fue en lancha y lo sacaron”.
Jenifer cree que su padre sobrevivió porque al salir a flote en lugar de nadar hacia afuera, nadó hacia adentro de la Presa de Metepec, aunque sentía que algo lo jalaba, y es que en la presa, como cualquier cuerpo de agua, tiene lirio que ha crecido e inundado el lugar.
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Esa tarde, Bernabé, Miguel, Mario, Luis y Florencio, todos de Metepec, en el estado de Hidalgo, se dispusieron a pescar en la presa, un hobby que realizaban desde hace varios años. Eran cerca de las cinco de la tarde, abordaron la lancha, la cual siempre ha estado ahí, la puede usar cualquier persona. La lancha se sostenía de un lazo que suplía la función de los remos.
“Esa lancha ha estado por años”, recuerda Jenifer, al momento que explica que el lazo era halado para avanzar en la presa con la lancha, de la misma forma se adentraban y se salían, pero ese día el lazo no aguantó y se reventó, ocasionando el hundimiento de la navegación.
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Un día después de la tragedia, en la casa de Bernabé están a la espera de dos de los cuatro cadáveres que fueron rescatados, el de Miguel que era como hermano de Jenifer porque desde hace más de 15 años vive con ellos, pues se refugió en su familia, y el de Mario, que era su primo-hermano; ambos perdieron la vida en la presa.
Los cuerpos de Mario de 23 años y Florencio de 48 años fueron recuperados con maniobras de Protección Civil de Metepec, a cargo de Demetrio Antonio Gómez, el mismo día del accidente, pero para recuperar el cadáver de Miguel de 32 años y de Luis de 33 años, se necesitó de la experiencia de los buzos de los bomberos de Pachuca y fue hasta un día después que se logró el rescate.
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Eran albañiles
Bernabé, Miguel y Mario se dedicaban a la albañilería, a decir de Jenifer, Miguel y Mario eran muy alegres, principalmente a Miguel le gustaba hacer lo que Bernabé hacía y desde que se refugió en su casa ayudaba a Bernabé.
Hoy, Jenifer los recuerda con cariño y lamenta lo ocurrido, pero confía en que los volverá a ver, porque ella cree en las promesas de Dios, “nos tiene preparado en un futuro la resurrección”, por eso ahora considera que lo que deben hacer es “echarle ganas y apoyarnos como familia”.
La familia ha recibido el apoyo de su hermandad de los Testigos de Jehová y los han visitado desde Tlachichilco, Veracruz, Morelos, Estado de México, Metepec, Tulancingo, y otras regiones.
Así fue el rescate de Bernabé
Aunque pudo gritar en algún momento, Bernabé fue rescatado a bordo de una lancha que lo jaló hasta el extremo, pero él ya había tragado agua sucia, estaba inconsciente.
Al arribar Protección Civil lo valoró y se le clasifica como estable, con signos vitales y sin necesidad de hospitalizar. Bernabé presentaba una crisis emocional, no obstante, fue él quien dio información de la embarcación y de que faltaban por salir cuatro personas más.
“Mi papá estaba triste, lo que más me duele es verlo sufrir porque está destrozado emocionalmente, es algo que no se puede comparar con nada”, expresa Jenifer al tiempo que comenta que fue “la de malas” pues nunca se había presentado algo similar.
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Pescar, su hobby
Jenifer asegura que en ese cuerpo de agua si hay peces y que pescar era uno de los pasatiempos de su papá, que lo hacía cada 15 o 20 días, y esa tarde salieron realizar la actividad con la familia y con amigos. El objetivo: sacar unas mojarras.
Inexplicable
Demetrio Antonio, director de Protección Civil de Metepec, que participó en el proceso de rescate de los cuatro cadáveres, no encuentra una explicación a lo ocurrido, sabe que por lo menos dos de ellos sabían nadar y no sabe cómo es que la lancha se hundió totalmente, en los tres años que lleva trabajando en la corporación en la primera vez que atiende un suceso de esta naturaleza: con cuatro muertos.
Le tocó lidiar con las familias que a pesar que había caído la noche, que el clima se enfriaba cada vez más y que la neblina estaba densa, insistían en que había que buscar a los desaparecidos, ellos aún con la esperanza de sacarlos vivos. “Los familiares solicitaban que se hicieran más maniobras, pero el protocolo indica que pasando 10 minutos el cuerpo ya no aguanta”.
En la localización participó la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Hidalgo, Protección Civil de Metepec, bomberos de Tulancingo, de Santiago Tulantepec y de Pachuca con equipo de buceo.
Demetrio Antonio explica que el día del suceso se rescataron dos cuerpos -de manera rudimentaria- con el apoyo de anzuelos, y fue hasta el siguiente día, con el apoyo de buzos que se logró encontrar los otros dos cuerpos. Comenta que el agua fría evita que los cuerpos floten, como sí ocurre en agua caliente y salada, de ahí que se tuvo que colocar una línea de vida que no es otra cosa que cinta amarilla en el perímetro donde se hundieron los cuerpos.
"Fue la de malas"
Jenifer sabe que ahí nunca había sucedido nada igual, que “fue la de malas” el motivo por el que hoy vela a su casi hermano Miguel y a su primo Mario.
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