PACHUCA.- A Ursus le arrebataron la libertad más no la dignidad. Este oso negro, que encontraron arrastrándose en calles de Nuevo León, luego que lo balearan cuando buscaba comida en un fraccionamiento, tiene una esperanza de vida en Pachuca, Hidalgo.
En la Fundación Invictus, está próximo a ser intervenido quirúrgicamente para que a través de una prótesis pueda recuperar los movimientos de sus patas y así volver a caminar. Esta operación, erá la primera que se hace en el mundo a un animal de estas características.
“Es un animalito al que le arrebataron la libertad, pero no la dignidad. La dignidad la tiene y se la estamos ofreciendo, él la está aceptando y al final no se acaba aquí. Ursus, después de la operación, y si todo sale bien, tiene asegurado su sitio en el santuario de grandes carnívoros más grande del planeta”.
Así lo expresó Erick Acoltzin, biólogo encargado del área de bienestar animal y etología, de la Fundación Invictus, un Centro de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Grandes Carnívoros, ubicado en la comunidad de El Huixmí, en Pachuca.
Sin embargo, para esta intervención quirúrgica se requiere de apoyo, pues no se cuenta con el recurso suficiente. Si bien, las heridas en sus patas, producidas por el arrastre de las mismas, han sanado casi en su totalidad, hoy se necesita de apoyo para sacar adelante a este oso que, en principio llegó pesando 16 kilos. Hoy, su peso es de 60 kilos.
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Buscaba comida
En entrevista con La Silla Rota Hidalgo, Erick Acoltzin, informó que, en octubre del año pasado, a través de redes sociales, se viralizaron imágenes de este ejemplar de oso negro (Ursus americanus), de siete meses de edad, quien se desplazaba arrastrándose en la localidad de Santiago, Nuevo León.
Ursus, en busca de comida, se metió a un fraccionamiento de Nuevo León. Ahí, presuntamente, un residente le disparó, hiriéndolo en su columna vertebral, el oso quedó con un cuadro de paraplejia en las patas traseras.
Afectado, el oso negro estuvo varios días arrastrándose en la montaña. Sin embargo, fue capturado por la Profepa luego que se rezagó de su familia; pero, debido a que en Nuevo León no hay un hospital especializado para atender este tipo de casos, fue trasladado a Pachuca, Hidalgo, a la fundación Invictus.
“Fuimos por él hasta Nuevo León en un viaje que duró 24 horas y sin descanso. Llegó con un pronóstico malo en donde pues, teníamos prioridades de atención, primero eran curar las heridas… toda la parte de atrás del cuerpo colgaba ‘como hilitos’, se hizo heridas bastante graves, ya había exposición de tejido óseo”, indicó el biólogo.
De la familia de Ursus, no se sabe qué paso. “Quizá los osos regresaron a la montaña, nosotros esperamos que así haya sido, que estén en su habitad, que se estén desarrollando de la mejor manera”, agregó.
Una intervención larga
Al llegar a Pachuca, el personal de Invictus curó las heridas de Ursus y ha cuidado su alimentación. No se le intervino quirúrgicamente ya que, debido a las heridas, corría el riesgo que estas se infectaran comprometiéndole la vida.
“Nos hemos ido despacito, porque así es como lo requiere el paciente. Ya hemos curado las heridas casi en su totalidad, pero, ahora viene la segunda etapa hacia la cirugía, son preparativos, donde los médicos están debatiendo qué es lo mejor para él y cómo se tiene que hacer”, expresó.
Sin embargo, no hay una fecha exacta para poder intervenir a Ursus, pues esta decisión la hará el equipo de ortopedia, pero “podemos decir que estamos más cerca que lejos de la cirugía”.
“Los tiempos de recuperación y rehabilitación son variantes. Es como cuando se tiene un esguince tercer grado en el fútbol, quizá te tardas tres meses en sanar, aunque hay esguinces que ‘no sanan y no sanan’; también, hay lesiones de rodilla que normalmente tardarían un año en curarse, por eso es incierto”, indicó Erick Anotzin.
Volverá a caminar
Todo este tiempo, esfuerzo y dedicación hacia Ursus es con la intención de que pueda volver a caminar. Sin embargo, el equipo de Invictus no puede aventurarse a dar un pronóstico de esperanzas.
“Vamos paso a paso y no podemos echar campanas al vuelo, porque, así como hemos visto una recuperación impresionante, podemos ver una recaída muy fuerte. Entonces, conforme vamos avanzando y teniendo logros, nos vamos convenciendo más de que puede volver a caminar”, indicó.
No será reintegrado a su hábitat
Por las situaciones en las que está Ursus, es imposible que sea liberado en su hábitat natural. Eso es prácticamente un hecho, ya que no va tener las mismas condiciones físicas que los osos en libertad.
“Es un animalito al que le arrebataron la libertad, pero la dignidad no. La dignidad la tiene y se la estamos ofreciendo, él la está aceptando y al final no se acaba aquí. Ursus tiene asegurado su sitio en el santuario de grandes carnívoros más grande del planeta, en donde, si bien, va a vivir bajo cuidado humano, vivirá lo más cercano que puede existir a la libertad, en un encierro de hasta 19 hectáreas bajo condiciones naturales”.
Evidentemente, Ursus estará monitoreado por los médicos y llevará una dieta especial. Este santuario es el Santuario The dahual animal center, ubicado en Denver, Colorado, en Estados Unidos, el cual lleva funcionando con más de 40 años.
Fundación sin fines de lucro
Al ser una fundación que no persigue el lucro, se las han visto difíciles, ya que ha habido complicaciones, por lo que están abiertos a donativos de la sociedad, pues los animales son su causa. Por ello, si alguna persona desea apoyar, es bien recibido donativo en especie como en efectivo.
Si buscan ayudar a este hospital veterinario de grandes felinos, pueden contactarlos a través de sus redes sociales de la Fundación Invictus o llevar los donativos en especie a la calle 1 de Mayo, número 15 esquina con calle 5 de Mayo, en la colonia El Huixmí, en Pachuca, Hidalgo.
Urgen recursos para operación de Ursus
Erick Acoltzin reconoció que, para esta cirugía, se requiere de una importante inversión económica para los insumos, materiales y equipo especializado, pues se le colocará una prótesis que le permitirá caminar.
“En el mundo nunca se ha hecho este tipo de cirugías, apenas se empezaron a hacer en animales domésticos, las cuales han salido muy bien; pero, la cirugía de Ursus sería la primera en su tipo a nivel mundial, por lo menos, que nosotros sepamos”, dijo.
Por ello, se están gestionando las donaciones para poder operarlo. De igual forma, cualquier donativo de la ciudadanía es bien recibido.
¿Qué es y qué hace Invictus?
Esta fundación es un Centro de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Grandes Carnívoros. La fundación Invictus nació en julio de 2017 y su fundadora es Erika Ortigoza Vázquez.
Su creación es por la necesidad imperante de atender de manera especializada a la fauna silvestre, sobre todo en grandes carnívoros, pues “atendemos situaciones límite, animales que nadie quiere o puede atender en el país”.
De base, la fundación Invictus tiene a siete personas. Sin embargo, el grupo médico es de 27 veterinarios especialistas ‘ad honorem’ (sin cobrar honorario); por el contrario, en ocasiones llegan a poner de su bolsa dinero y material.
“Todo el equipo médico de Invictus es impresionante, pues cada quien pone un granito de arena que al final es del tamaño de un cerro. Trabajamos sin ver el reloj, ni los días: puede ser navidad, año nuevo, día de las madres o el cumpleaños… no importa, ni el horario”, expresó.
Actualmente, rehabilitan leones, tigres, jaguares, pumas, un oso, lince, jaguarundi, coyote y loros, que en su mayoría son producto del tráfico ilegal y aseguramiento a miembros del crimen organizado.
sjl