PACHUCA.- El colectivo Arbolito Cultura llevará a cabo la tercera intervención urbana en el barrio de El Arbolito, en Pachuca, con el fin de combatir la problemática de movilidad entre vehículos automotores y peatones; así como seguir desarrollando proyectos que permitan erradicar el estigma de zona “peligrosa”.
Casandra Roque, arquitecta y cofundadora de la agrupación, que en esta ocasión realizará una intervención más grande con apoyo de estudiantes del sexto semestre de arquitectura de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quienes desarrollaron seis proyectos sobre las posibles modificaciones que podrían hacerse en la vialidad que se encuentra a un costado de la cancha del Popolo.
“Vamos a intervenir otros puntos en cuestión de accesibilidad, porque es muy complicado, no hay señalética, orden para los vehículos, para las personas, no hay banquetas, no hay cebras peatonales y vamos a atacar todas esas problemáticas de manera más profesional. Es más o menos lo que hicimos con los niños en donde recuperamos un callejón (en la calle Progreso), pero en esta ocasión son cerca de 400 metros cuadrados los que se van a intervenir”, explicó.
Los trabajos serán presentados el próximo 9 de noviembre en la universidad y solo podrá ser elegido uno, aunque se podrán tomar elementos de los otros para complementar el proyecto que sea seleccionado; para decidir cuál será implementado deberá tomarse en cuenta el capital que se requerirá, la viabilidad, que sea sustentable, entre otros aspectos.
Entre las propuestas destacan parques de bolsillo, que son pequeños espacios en donde las personas puedan tener una estancia agradable en un lugar recreativo; sin embargo, la arquitecta reconoció que esto podría ser “complicado”, ya que se requieren de elementos más caros para delimitar el espacio.
Te podría interesar
“Nos proponían estaciones de combis, porque el transporte público no tiene una parada y es un problema dentro de la zona, pero son elementos un poco más caros y difíciles de conseguir, de gestionar; también proponían bancas de metal, pero igual otras propuestas sustentables para hacerlas, como con palets, con PET y elementos reutilizables que no podrían ser tan caros ni difíciles. Se están revisando los proyectos para ver qué otras propuestas tienen”, refirió.
No obstante, para obtener apoyo, ya sea de manera económica o de insumos, el colectivo realizó invitaciones a autoridades estatales y municipales, así como al Colegio de Arquitectos para que asistan a la presentación de los trabajos y conozcan lo que se quiere desarrollar dentro del barrio, “que vean qué es lo que se quiere hacer, que no son cosas tan complicadas o caras, tal vez nos puedan apoyar con pintura, macetas, ya que los chicos proponen materiales como las llantas, palets, huacales, es algo cien por ciento sustentable”.
Aunque esperan que las autoridades apoyen el proyecto, no se confían al 100 por ciento de obtener una respuesta positiva, por lo que están buscando otras opciones y ya tocaron puertas en otras instancias y empresas; pero en caso de ser desfavorable también, de nuevo tendrían que recurrir a recursos propios, lo que complicaría aún más la posibilidad de concluir en su totalidad el trabajo que se pretende hacer.
Acercamiento con el alumnado garza
Desde que nació el colectivo Arbolito Cultural, diversas organizaciones y agrupaciones se han sumado a los trabajos de rescate de la imagen del barrio tradicional de Pachuca como la UAEH, según Casandra Roque, una maestra de la casa de estudios contactó al colectivo para ofrecer su apoyo y desde entonces llevan dos meses trabajando en conjunto.
“La arquitecta Joselyn, que está a cargo del grupo, nos buscó, se enteró del proyecto y nos contactó, nos preguntó de qué manera nos podía apoyar, nos comentó que trabaja en la universidad y se me vino la idea de que nos apoyara de esa manera (trabajar un proyecto con sus estudiantes), porque la primera intervención se hizo con niños y fue rápida, pero para esta dije que podríamos hacer una intervención más grande y tener un impacto más grande para los chicos”, recordó.
Además, de brindarles conocimiento sobre cómo se trabaja en campo, toda vez que tuvieron que recibir una clase de urbanismo táctico impartido por Casandra, así como dar a conocer de qué menara se pueden intervenir los espacios públicos; posteriormente, visitaron el espacio a trabajar para que identificaran los problemas, cómo interactúan las personas en el lugar, los automovilistas y demás elementos que ahí se encuentran.
“Básicamente queremos priorizar al peatón 100 por ciento, ampliando las banquetas, generándolas donde no las hay, pintando cebras peatonales, algunas de ellas son de diseños, para que generen un impacto visual más agradable, tanto para el peatón como para el automovilista”, refirió.
Asimismo, fue realizada una encuesta a los vecinos para conocer sus necesidades e incorporarlas al proyecto; los colonos han apoyado desde el día uno las actividades del colectivo.
La banda de Los Calcetines marcó la historia de El Arbolito
Carlos, vecino del barrio que lleva viviendo ahí 53 años, afirmó que la iniciativa del colectivo Arbolito Cultural es buena, sobre todo porque proviene de personas jóvenes que están tomando en cuenta la opinión de los colonos, situación que no se hacía desde hace años.
“Hace muchos años, cuando estuvo de gobernador Guillermo Rossell de la Lama (1981–1987), se hizo modificación a las fachadas, las calles; se hicieron jardineras, se mejoraron tejados, un tipo más ciudad colonial como Tasco (Guerrero), desde ahí a la fecha nunca se había hecho nada, de algún mejoramiento de la zona”, recordó.
Además, hace siete años aproximadamente, rememoró que se planteó una galería urbana con la pinta de murales en algunas paredes, con lo que se buscaba darle una nueva imagen a El Arbolito, pero debido a que el tema no fue socializado con los vecinos, no trascendió y “fue mal visto” por los habitantes debido a que se tenía la creencia de que dichas pintas tenían relación con los grafitis.
No obstante, puntualizó que el abandono de viviendas también fue un factor que afectó al barrio, ya que cuando los propietarios fallecieron, algunos familiares prefirieron abandonarlas o rentarlas a personas de fuera, lo que provocó “un pequeño deterioro” en la zona; así como la aparición de “la famosa banda de Los Calcetines”, lo que “lamentablemente” cambió para “mal” la imagen del barrio.
“(Los vecinos) aún tenemos propuestas por hacer, y de ser aceptadas le darían mayor realce, tanto cultural como urbanísticamente, en esta zona… aquí se respetan las aportaciones de ideas. El colectivo nos trajo a personas que se dedican a hacer murales y nos van a presentar proyectos, una vez que sean presentados, los vecinos decidirán cuál les gusta para que sean elaborados en sus fachadas”, dijo.
Con estos proyectos y actividades de recorridos en el barrio, Carlos prevé que ayudará a quitar un poco el estigma que se tiene del lugar, “aunque ese estigma está desde que surgió la banda de Los Calcetines, y no podemos quitar esa historia del barrio porque quieras o no forma parte de la misma, lo que se quiere es actualizar la información y dar un mejoramiento a la imagen de la zona”.
Dos primeras intervenciones sin concluir
Casandra Roque afirmó que las dos primeras intervenciones todavía no se concluyen al 100 por ciento, ya que en la primera que se hizo en la calle de Progreso, sigue existiendo el problema de la basura, pues en la esquina los vecinos acumulan las bolsas de basura ahí para que los recolectores de los desechos se la lleven; si bien gestionaron un contenedor con el municipio, aún no reciben respuesta.
Sin embargo, pese a esta problemática, que no es originada por quienes viven en las inmediaciones, sino de quienes viven en la parte alta del barrio, se tuvo un impacto positivo, pues los vecinos pidieron llevar a cabo actividades en el lugar, las cuales se llevaron a cabo en septiembre pasado.
En la segunda intervención desarrollada en el arco, se necesitan más recurso que están siendo gestionados; además de que no pueden delimitar completamente el paso para trabajar, ya que no hay otra alternativa de acceso para quienes viven en la zona.
El proyecto de Arbolito Cultural “va avanzando, lo difícil es empezar y creo que ya lo hicimos, el levantamiento que hicimos nos marca que son 20 espacios públicos que requieren intervención y vamos por el tercero, nos vamos acercando más, adentrando al barrio. Pedimos a las autoridades que nos conozcan, que conozcan el proyecto, que es para ayudar a la ciudadanía; el objetivo es facilitar la accesibilidad del peatón. No pedimos recursos como tal, pero con lo que puedan apoyar, incluso material, estamos abiertos a cualquier propuesta”, puntualizó Casandra.
sjl