Las lluvias recientes en Pachuca y Mineral de la Reforma han convertido calles en ríos y hogares en zonas de desastre. Colonias como La Providencia, Los Tuzos, San Fernando y Chavarría han sufrido inundaciones severas, con precipitaciones de hasta 36 milímetros en un solo evento. Vialidades clave como el bulevar Luis Donaldo Colosio y la carretera Pachuca-Ciudad Sahagún colapsaron, mientras el acueducto Téllez quedó inoperante por cortes de energía y la contaminación de presas como Estanzuela y Jaramillo dejó a miles sin agua potable. Este caos, lejos de ser un imprevisto, es el resultado de años de negligencia municipal y una obsesión por la imagen sobre la acción.
Las autoridades de Pachuca y Mineral de la Reforma han respondido con operativos de emergencia: unidades Vactor, recorridos de Protección Civil y líneas telefónicas forman parte de las acciones implementadas. Pero estos esfuerzos son parches tardíos. Los drenajes obstruidos por basura, la falta de mantenimiento preventivo y la urbanización descontrolada en zonas de escurrimiento son problemas conocidos que no se resuelven con fotos de funcionarios en botas de hule. La ciudadanía, harta, se organiza para limpiar calles mientras espera una ayuda que llega a cuentagotas.
El cambio climático intensifica las tormentas, pero no es excusa, las autoridades prefieren el reflector a la acción estructural. ¿Dónde está el mantenimiento preventivo de drenajes? ¿Por qué no se regula la expansión urbana que tapa cauces naturales? ¿Cuándo se modernizará la infraestructura hídrica para evitar que un apagón deje sin agua a colonias enteras?
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Es hora de que los gobiernos municipales dejen de trabajar para la foto y trabajen para el pueblo. La población no necesita comunicados triunfalistas ni imágenes de operativos improvisados, sino un plan integral que priorice:
- Limpieza y desazolve continuo de drenajes antes de la temporada de lluvias.
- Regulación estricta de desarrollos inmobiliarios en zonas de riesgo.
- Inversión en infraestructura hídrica resiliente, como el acueducto Téllez.
- Campañas efectivas para reducir la basura en las calles.
- Coordinación entre Pachuca, Mineral de la Reforma y el gobierno estatal para un enfoque metropolitano.
Los habitantes de estas ciudades merecen vivir sin temor a que cada lluvia sea una pesadilla. Las imágenes de autos varados y familias paleando lodo son un recordatorio del costo de la inacción. Basta de gobernar para las redes sociales. Las autoridades deben asumir su responsabilidad, anticiparse a las crisis y construir una zona metropolitana preparada para el futuro. La próxima tormenta llegará, y con ella, la prueba de si los gobiernos municipales están a la altura de su pueblo o seguirán posando para la foto mientras las calles se ahogan.
José Luis Lima González, columnista de LSR Hidalgo. X: @pplimaa